jueves, 19 de mayo de 2016

CAPITULO 6

Lali asintió, intentando disimular cl escalofrío que la recorrió de pronto. Todo el mundo había oído hablar de ello, Earl Petersoll habia sacado su pistola del armario donde la tenía cuidadosamente guardada bajo llave, para salir de la casa cuando oyó ruidos junto a su coche. Una vez, fuera, forcejeó con alguien y resultó muerto por su propia arma, Lo encontró su mujer a las seis de la mañana del día siguiente.
—Creo que quizá puedas ayudarme —dijo VICO,
—¿En serio? no debió haberlo Llamado. De repente, Lali se sintió enferma. No porque no quisiera ayudarlo, sino porque deseaba tener los conocimientos precisos para hacerlo.
—Tienes algo Lali, Un don especial.
¿Querrás ayudarme?
Ella vaciló. A su padre no le gustaría, pero ya casi había cumplido dieciocho años, Había visto a la señora Peterson llorando en la televisión y. si podía hacer algo para mitigar el dolor de aquella mujer, lo haría,
Caminó hacia el coche, y VICO le abrio la portezuela del pasajero.
Lali se deslizó en el asiento,
Luego fueron hasta el lugar de los hechos.
Había un BMW apareado en la entrada de la casa. Lali se acercó a él y enseguida retrocedió, alarmada por la oscura y fría sensación quedo de repente se abatió sobre ella.
Después se quedó inmóvil.
Cerró los ojos. Tuvo una visión de un escenario nocturno, de una sensación de furia- Oyó el sonido de una respiración controlada. haciéndose cada vez más trabajosa. El señor Peterson, vio su mano. vio el arma que sostenía mientras, cuidadosamente, rodeaba el BMW, avanzando a la oscura figura que intentaba forzar el coche. Lali sufrió un violento sobresalto cuando una segunda figura, inadvertida hasta entonces, emergio de la. sombra de una palmera y golpeó con el codo el brazo del senor Peterson. Peterson dejó caer la pistola con un jadeo ahogado. Lali gritó, sintiendo el dolor en su brazo, el mismo dolor que habla experimentado en el sueño, Se encorvó, rodeándose la cintura con el brazo, Y siguió viendo.
El hombre recogió la pistola del suelo, El señor Peterson alzó los ojos hacia él.
—No, espere.,, —empezó a decir.
El hombre, alto y rubio, con el pelo cortado al rape, miró a Peterson y tranquilamente apretó el gatillo dos veces,
Lali sintió la fuerza de las balas perforando su pecho. No gritó, sino que se llevó la
mano al pecho, notando el impacto.
Y el frio. El espantoso frío que asaltó a Peterson mientras la vida se le escapaba...
Lali siguió viendo, Vio cómo el asesino se alejaba con su oscuro acompañante y ambos corrían al otro lado de la calle, hacia un inmenso solar vacío.
El asesino se detuvo e hizo ademán de volver, pero su acompañante lo detuvo, apremiándolo a seguir adelante, Lali vio cómo apretaban a correr nuevamente. siguió presenciando la escena hasta que los dedos gélidos de la muerte erosionaron del todo la visión de Peterson e hicieron que la imagen se fundiera en negro, VICO estaba junto a Lali, ayudándola a levantarse, temblando también.
—No debería haber consentido esto. Dios bendito, mira cómo estás, empapada en sudor, tiritando...
Ella meneo la cabeza con vehemencia,
—Estoy bien, Estoy bien, de verdad —titubeo—. Puedo darte la descripción del asesino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario