jueves, 4 de mayo de 2017

CAPITULO 46

- ¡búsquense un hotel!- grito CANDE al pasar.

- Envidiosa- conteste entre besos.

La situación era esta, la boda había llegado y con ella muchas cosas que hacer. Los últimos dos días no había visto a PETER por estar preparando cosas en último momento, dos noches sin dormir juntos aunque él no me dejara dormir llamando "para escuchar mi voz". Y después de tanto tiempo, nos habíamos encontrado en las salas donde estaban las damas en la iglesia más linda de la ciudad. 

Nos separamos jadeando como si hubiésemos corrido una maratón y sonreímos como psicópatas el uno al otro. Amar a este hombre tiene sus dificultades, separarse un poco era una de ellas.

- Como extrañe esto maldita sea- susurro.

- Igual yo moii- conteste- ¿Dónde está el enano?

- Esta entretenido con su abuela afuera- se separo un poco y se puso a mirarme detenidamente- estas hermosa more, mejor que la novia.

- Pude oír eso- chillo EUGE desde el fondo.

- Tu también estas muy lindo- dije haciendo el mismo recorrido con la mirada que segundos antes me hizo a mí. Y era verdad, PETER llevaba un esmoquin negro con pajarita negra y en su camisa blanca unos gemelos de plata que le había regalado su padre años atrás. Era hermoso y solo mío- deberías tener cuidado.

- Si señora- escuche como fede, el primo de MERY lo llamaba- tengo que irme, ya tendremos tiempo esta noche para nosotros.

- Enfermo- grito CANDE.

- Hasta luego entonces- aun con los tacos de las zapatillas tuve que ponerme en puntillas para besarlo.

Suspire de alegría. Todo iba perfecto, junto a Karen y la asesora de eventos que me ayudo con la fiesta de cumpleaños de PETER, logramos componer una boda para trescientos invitados, hubiese sido más fácil si el tema del matrimonio fuera lo normal, el hecho de ser como en los 80's lo hizo un poco más difícil pero no imposible.

Nosotras estábamos extremadamente hermosas y no era por presumir. Paul, el estilista profesional que Karen había contratado hizo maravillas en cuanto a peinado y maquillaje. Nos hizo peinados de la época con los que nuestros pequeños sombreritos se veían asombrosos, consistían en estar ondulados y medio recogido, nuestros vestidos con fino encaje, para darle más brillo al de la novia no fue más que lo mejor y todo combinado hizo que estuviéramos esplendidas.

La iglesia era de estilo gótico, la asesora de eventos no hizo más que resaltar su belleza. Había calas blancas por los rincones y pétalos de rosas en el lugar en donde estarían los novios y el sacerdote presidiendo. Las calas y rosas eran las flores elegidas para la ocasión.

- ¡mami!- grito SANTI corriendo hacia mí.

- Mi pequeño hermoso- dije abrazándolo- ¡estas divino!

- Mi papi me ayudo porque el tío NICO estaba muy nervioso- sonrió- mi abuela dice que me veo como mi papi.

- Así es- dije sonriendo mas, estaban iguales, mismo traje y misma pajarita, aunque más pequeños.

- ¡muy bien chicas!- se hizo notar la asesora- es la hora.

- La hora del juicio a llegado- dijo caro aparentando tristeza- sentimos mucho tu perdida Ana. Recuerda que te queremos.
- Aun estas a tiempo- me burle también.

- Gracias amigas, de verdad que buena amistad- contesto tratando de disimular su nerviosismo- ¡vamos!

Nos pusimos en orden una vez llegamos a las puertas principales de la iglesia, la tradicional música del ta ta ta tan empezó a sonar y con ella llego la señal de entrada departe de la asesora. MERY era la primera después de la niña de Karen, mi pequeño enano y el hermoso angelito de la hermana de PETER, estos llevaban los anillos y las arras, mientras que la adorable niña era la encargada de lanzar los pétalos.

MERY iba del brazo de Joshua, uno de los amigos de NICO, Karen en segundo lugar iba acompañada de Fede el primo de MERY; caro la que seguía iba junto Ernest el otro amigo de NICO y por supuesto yo, que iba mas sola que hoja en desierto, era la dama de honor y como tal debía ir sola, lo que no me molesto ya que solo había un brazo del que me gustaría entrar y era el de PETER, pero este era el hermoso y sensual padrino. 

Todos estábamos muy entusiasmados porque los padres de EUGE pudieran venir desde la república dominicana, por lo que esta pequeña boba, caminaba del brazo de su padre con unos aires de orgullo que la hacían resplandecer más de lo que ya lo iba haciendo. 

Mi sensibilidad y pateticismo se debía a las hormonas del embarazo.

Los chicos se colocaron a la derecha junto a PETER y al padre de este, mientras nosotros a su izquierda junto a la hermana de PETER, quien sería también la madrina. Eche un vistazo al frente para encontrarme con la abrazadora e intensa mirada de PETER sobre mí, era una mirada cargada de promesas que hacía que sintiera más calor del que había en la iglesia. 

Después de lanzarle una de esas que decían hoy te toca y ver su reacción redirigí mi mirada porque era consciente del lugar en que me encontraba y merecía todo mi respeto. Me puse a buscar alrededor a nadie en particular y mis ojos se posaron en el pequeño SANTI y en su abuela en el primer banco de la izquierda, los dos miraban fijamente hacia EUGE y PETER y a lo que el sacerdote decía, solo un banco más allá, la cacatúa de Mónica y la estúpida de su hija miraban a Elizabeth como si fuese una aberración de la naturaleza ¡se equivocaban de persona! Deberían de mirarse entre ellas.

Las pocas veces en que habíamos compartido con ella y con el señor LANZANI en el mismo lugar, notaba la frecuente mirada de ellos el uno en el otro y con mis hormonas no había podido dejar de suspirar. El amor esta en el aire. Deseaba con mucha de mis fuerzas que pudieran arreglar las cosas. La preferiría a ella mil millones de veces a la cacatúa.

El padre hablo de la fuerza del amor, de la importancia de sostenerse el uno al otro y de cómo esto los ayudaría a superar las pruebas que se presentaban, en todo el sermón no pude evitar quitar mi mirada de la de PETER que tampoco abandono la mía, ni siquiera cuando su padre lo molestaba. 

Llore. De seguro por las hormonas, cuando NICO hizo sus votos y EUGE se los contesto casi de la misma manera, trate de calmarme cuando me imagine lo linda que me vería como mapache.

Aunque eso no importaba. Como dicen en dominicana, el que gusta no forza.

Lo que más me gustaba de toda la boda era que las personas fueron vestidas de acuerdo al tiempo de los 80's. Cuando la música tocada por una asombrosa banda empezó a sonar, las faldas de plato de los vestidos de encajes y algunos de lunares se veían increíbles en la pista de baile. 

Baile solo cinco veces, pues en todo el día no me había sentado, llevaba tacones y estaba más que embarazada, minimi ya no solo se daba a notar, solo faltaban dos meses para tenerla en mis lindos y sensuales brazos. Cinco bailes, el primero con el padre de Ana, que era uno de los mejores bailarines que había conocido en mi vida, luego con mi cuasi-marido, de lo mas acaramelados para después bailar una muy movida con mis tres amigas al mismo tiempo, no falto el baile con NICO por ser el celebrado y por ultimo con el señor LANZANI.
El resto de la noche lo pase riendo cuando las personas se acercaban a hablar sobre los novios. Qué vergüenza, pero la más sincera fue la de caro y por la que creí que tendrían que llevarme al hospital.

- Conozco a EUGE desde hace bastante tiempo- empezó su discurso- estuvimos juntas, con LALI y MERY en muchas aventuras, como cuando nos íbamos a la playa las cuatro y asíamos de las nuestras, nos llamaban el anillo y todo eso- hizo un gesto de indiferencia con su mano libre- en fin, estoy aquí para agradecerle a EUGE dejar el departamento, MERY ya te puedes mudar conmigo y como se que si no hago esto me mataran las demás seré sincera- poso la mano en la cadera- te lo dije antes y te lo digo ahora, lamento tu perdida ¡eso es todo! Paz al mundo. Y nuevamente el pésame para ambos.

Se bajo de la improvisada tarima del lugar con toda la gracia que la caracteriza y su cabeza en alto, como toda una perra del infierno que estaba hecha, me sentía orgullosa, la influencia es mala a veces, pero no podíamos hacer nada ya.

- ¿estás cansada?- pregunto PETER al verme bostezar.

- Un poco, ha sido un día largo- sonreí- pero yo sé porque lo dices.

- ¿a si?- pregunto haciéndose el inocente- ¿Por qué?

- Porque quieres que vallamos a casa.

- Pero eso no tiene nada de malo- sonrió pícaramente- solo quiero cuidar a mi mujer y a mi pequeña.

- ¿algo más?

- Bueno, uno tiene sus necesidades, ya sabes, dos días sin verte.

Ahogue un gritito cuando sentí sus dedos entre mis muslos, por suerte el mantel que cubría la mesa era bastante largo y no se notaba, aunque si se fijaban en cómo me aferraba a la mesa podrían deducirlo.

Fue subiendo lentamente hasta llegar a mis bragas de encaje- teníamos encaje hasta en el cabello, literalmente- lo separo a un lado e "inconscientemente" me reacomode en la silla abriéndome lo suficiente como para sentir mas fricción. Éramos unos enfermos. 

Con su pulgar, acaricio mi clítoris haciendo círculos que me hacían aumentar el ritmo de mi respiración. Lo fulmine con la mirada al ahogar un gemido cuando, entre mis húmedos pliegues deslizo un dedo en mi interior. Si seguía por ahí, no sabría a donde llegaríamos.

- ¿Te sientes bien querida?- pregunto la madre de PETER que me quedaba enfrente- estas acalorada.

- Estoy bien- dije abanicándome con una mano- creo que hace calor aquí.

- ¿quieres irte a casa?- pregunto PETER. Sabía que tenía una planeada.

- Será lo mejor LALI- contesto su madre- debes de estar muy cansada y ya Gabriel se esta durmiendo en las piernas de su abuelo- levante la mirada de la mesa y visualice al pequeño en las piernas de su abuelo. Punto para PETER.

- Si será lo mejor- suspire mientras trataba de reprimir los gemidos que me provocaba PETER con su tacto.

- Iré a buscarlo- dijo el sacando su mano- ve despidiéndote de tus amigas.

Me despedí de mis amigas, aparentando el cansancio más grande en la historia de mis cansancios y junto a PETER fui hasta su precioso auto. Tenía unas ganas intensas de llegar a casa, ahora si, después de la intervención del señor aquel. Por lo que la media hora en autopista me pareció lo más largo de mi vida.

Ayude a PETER a desnudar a SANTI en cuanto llegamos a su habitación, busque en sus cajones una pijama y se la pusimos rápidamente, en el momento en que estuvo listo, tome las manos del inútil y lo ayude a ir a nuestra habitación- por no decir que lo arrastre a ella- había algo que él tenía que terminar.
Ya en nuestra habitación debidamente cerrada para evitar cualquier inconveniente, empezamos a besarnos decididamente, las manos de PETER estaban por todas partes y yo no me quejaba, aunque quería más que eso.

- Te quitare ese sexi vestido ahora- dijo mientras besaba mi cuello.

- No me opondría si lo rompes- dije jadeando.

- Mañana no pensaras lo mismo.

Bajo lentamente la cremallera del vestido mientras iba dejando besos por mi piel descubierta, me bajo las mangas y con la misma lentitud fui saliendo del vestido. Di un paso al frente colocándome más cerca de PETER mientras sacaba mis pies del hermoso traje.

El se hincó para sacar mis zapatillas lo que agradecí grandemente, sentía mis pies explotar. Subió y en el camino me quito el sostén, dejándome solo en bragas.

Me llevo de la mano hasta el gran espejo de la habitación, se coloco detrás de mí y me abrazo por debajo de mis pechos. Nos quedamos un momento así mirándonos por el espejo a los ojos, mi respiración aun forzada, mientras que en sus ojos podía leer el deseo que sentía por mí.

- Esta hermosa- susurro.

- Parezco titánica- respondí.

- Si es así, eres el titanic mas hermoso de la tierra- empezó a besar mi cuello, sus manos llegaron a la cinturilla de mis bragas y empezó a bajarlas mientras descendía. El espejo me mostraba el reflejo de una mujer embarazada más que excitada. Mis pechos estaban más grandes y las aureolas unos tonos más oscuras, mi prominente panza acaparaba toda la atención. Pero sobre todo veía a una mujer con ganas de más en este momento.

- PETER- murmure entre jadeos, mientras sentía sus dedos subir nuevamente por mis muslos.

- ¿si nena?

- Te necesito ahora- gimotee. 

- Usted manda- dijo levantándose y llevándome a la cama.

Me ayudo a subirme al tiempo que se desnudaba, el desgraciado disfrutaba con mi frustración pues lo hacía con tal calma que sentía ganas de aficiarlo con su pajarita. Cuando por fin se subió a la cama me beso nuevamente en los labios con una ternura extrema, según la doctora en estos meses deberíamos tomarnos con calma las relaciones sexuales así que PETER se tomaba sus palabras al pie de la letra.

Sus deliciosas caricias no se hicieron esperar, sus manos acariciaron mis pechos, sintiéndolo más sensible si se podía en este momento, descendió besándome hasta llegar a ellos y se entretuvo chupándolos y mordisqueándolos hasta que mi necesidad se hizo mayor y se lo hice notar.

Cuando por fin se digno a penetrarme, tuve que contenerme para no correrme al instante, la sensación de estar completa era increíble, cualquiera creía que habían pasado años desde la última vez.

Pero hacer el amor con PETER siempre se sentía así. 

PETER 

Era lunes y la normalidad ya estaba en el aire, EUGE Y NICO ya estaban en su luna de miel en parís y todo el revuelo ya estaba calmado.

La oficina era un completo revuelo por ser lunes, Louis era muy eficiente y me ayudaba perfectamente bien, pero aun así tenía que poner toda mi cabeza en este proyecto. Así pase toda la mañana y parte de la tarde, revisando, firmando, contestando y haciendo llamadas, todo para terminar temprano y poder dedicarle tiempo a mi familia. 

A las tres mi teléfono vibro en mi bolsillo, sonreí como tonto enamorado al ver el número de LALI. La mujer que había hecho que me enamorara perdidamente como un loco.

- Hola more- dije al contestar.

- No sabes- chillo al teléfono.

- Si no me diez no- reí de su ansiedad.

- Dejaras de reírte cuando te cuente- resoplo- voy de camino al colegio, al parecer mi angelito se hizo el héroe y salió magullado.

- ¿de qué hablas?- pregunte preocupado.

- Pero que lento- mascullo- SANTI estaba defendiendo a su amor de rizos rubios ente unos niños en el colegio y al parecer tiene la boca partida. No es nada grave, ya sabes cómo soy, pero iré a matar a algunas personas en estos momentos.

- Jesucristo, me mataran ustedes- suspire- ¿quieres que vaya a alcanzarte?

- No, está bien- contesto- nos veremos en casa, te amo moii.

- También te amo, tengan cuidado.

- Dramático- mascullo para después colgar.

La risa hizo que me olvidara de la preocupación, mi hijo ya se estaba haciendo un hombre y protegía a su princesa, nada más. Era de esas cosas que pasaban mientras crecías. 

Seguí trabajando concentrándome otra vez cuando mi celular volvió a vibrar, lo saque para ver si se trataba de LALI nuevamente, pero el miedo y la preocupación se adueñaron de mí cuando vi que se trataba del número del hospital. Ya todos lo teníamos registrado.

- ¿Qué pasa?- pregunte al contestar.

- El señor PETER LANZANI- dijo una chica al teléfono

- Si soy yo ¿me quiere decir que está pasando?

- No se altere señor, se trata de la señorita LALI ESPOSITO, aquí figura que usted es el padre de su hija además de su número de emergencia.

- ¿le paso algo?- el martillar de corazón hacia que mis oídos zumbaran. 

- La señorita ESPOSITO sufrió un accidente en su auto esta tarde. En estos momentos está en terapia intensiva.

- ¿Cómo paso eso?- dije en un hilo de voz.

- La parte de atrás de un tráiler se desprendió cruzándose en la vía, según los paramédicos los intentos de frenar de la señorita no fueron suficientes y llego a impactar, por eso está en intensivo. Paro no sabemos nada más.

Estampé el teléfono contra la pared, si perdía a LALI y a mi pequeña no sabría que hacer con mi vida. Sostuve mi cabeza entre las manos, sintiendo como mi vida se destruía por segundos.

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