lunes, 8 de mayo de 2017

CAPITULO 50

Soy de esas personas que se siente frustrada bajo presión y yo estaba a punto de estallar.

Parecía un maldito maniquí. 

Desde que era pequeña decía que no pensaba casarme en mi vida y mucho menos con una boda, pero aquí estoy ahora, con el peor caos de toda mi historia.

Pasar por un embarazo, adoptar a un hermoso niño no fue tan difícil como esto, mucho menos irme a vivir con mi estúpido y ahora prometido PETER, sin contar toda y cada una de las absurdas situaciones por las que hemos pasado juntos.

Estaba harta, más que harta.

Todos tenían una opinión, que si el pastel debía ser tradicional o moderno, que el color de los vestidos de mis damas, que el padrino, que el bendito niño de las flores, que la iglesia, que la comida, que la fiesta y como debía de ser. De todo, todos tenían una opinión.

Pasaba más tiempo organizado la boda que con mis hijos y que hablar de PETER, teníamos más de una semana sin vernos a la hora de dormir y mucho menos para desayunar. De vez en vez me llamaba a casa cuando tenía un momento libre, pero era difícil contestar su llamada si estaba con su mama o con mis amigas viendo cosas de la boda, como la iglesia o el salón de baile para la fiesta.

Estaba casi todo listo ya que estábamos a dos semanas del GRAN ACONTECIMIENTO mis damas serian mis tres amigas y mi padrino PABLO (en lo único que estaba de acuerdo) ellas tenían sus vestidos de un rosa pálido muy elegante pero que yo jamás hubiese elegido. Nos casaríamos en la misma iglesia que NICO y Ana pero con la diferencia de que ella si pudo elegir su estilo de boda, la mía iba a ser a petición de la madre de PETER ya que no pudo participar en la boda de sus otros dos hijos, una boda tradicional con todas las de la ley, ni siquiera cambiaríamos los votos, utilizaríamos los primeros votos escritos recordados por la estúpida humanidad.

La fiesta tendría lugar en el salón de fiestas del hotel más caro de la bendita ciudad, habían invitado a mil personas, porque sería una boda intima- intima una mierda- de los cuales, más de la mitad ya había enviado sus regalos, que iban desde entradas al teatro para presentaciones ya agotadas, hasta días de vacaciones en hoteles de islas del Caribe y sus cruces. Nos llevaría mucho tiempo poder utilizarlos todos.

A parte de que PABLO seria mi padrino de bodas, lo único en que tuve voto fue en mi vestido de boda. Era vintage, con pequeñas perlas decorativas que hacía que brillara a la luz. La parte trasera era un poco descubierta pero no lo suficiente para parecer vulgar y no tenía una cola exuberante por lo que la familia de PETER se disgusto, bueno, las mujeres de su familia. Lo había encontrado una noche que Salí de casa porque estaba harta de escuchar sobre como deberían ser los centros de mesa.

Lo irónico fue que no quería pensar en nada que tuviese que ver con la boda, por lo que aparque en un pequeño centro comercial de la ciudad que no es muy concurrido por un bote de helado o lo que fuera que me ayudara a calmarme. En la segunda planta había una heladería fantástica, recuerdo haber pensado en que debería traer a los enanos allí un día y mientras devoraba mi helado de chispas de colores y chocolate divise por las paredes de cristal una tienda pequeña, con muy bonita ropa en sus ventanales. 

Al salir de la heladería me detuve un momento en esta y me fascino lo que encontré, la ropa era poco convencional, nada de última moda o colores extravagantes, pero lo que veía me gustaba. Iba a probarme algunas blusas cuando vi a mi señor vestido. La chica que atendía me había dicho que lo había diseñado para su boda, pero que nunca lo utilizo ya que su prometido había muerto. Me sentí triste por ella, pero esta le resto importancia con una sonrisa triste, le conté de mi boda y me insto a probármelo, ya que no perdía nada con ello.
- Pero es tu boda more, es tu decisión y sabes bien que sea cual sea te apoyare hasta el final.

- Por eso te quiero un mundo mi more- le conteste, quitándome la lagrima que me corría. 

- Y yo un universo- respondió con alegría- ahora ve a hacer lo que te digo. Un año antes no estuvieras en esta situación, hubiese mandado a todos a la calle.

- Las personas cambian al parecer.

- Se tu misma, tu felicidad y la de tu familia depende de cómo procedas more, pero debes de reaccionar ya.

Después de despedirnos corte la llamada, me quede observando el teléfono un momento mientras más lagrimas caían, por mi rostro, la verdad es que no entendía porque lloraba, solo sabía que necesitaba liberarme lo más rápido posible o esto iría a peor.

Limpiándome las lágrimas decidí que no tenia tiempo para niñadas y me gire para ir a ver a los niños antes de dormir, suponía que PETER llegaría a casa, otra vez. Pero eso no era lo que pasaba, al levantar la mirada, me encontré con la mirada más triste que había visto nunca en el rostro de PETER.

Lo supe en ese instante, le rompí el corazón.

Y con sus pedazos, cayeron los míos.

Intente acercarme a el pero me detuvo con un gesto de sus manos, eso fue aun peor, porque las lagrimas que había podido controlar, volvieron a salir.

- No te quieres casar conmigo- dijo con gran pesar.

- No he dicho eso more- intente mantener la calma.

- Entonces porque razón le dices a tu amigo que no sabes que pensar, acerca de nosotros dos casándonos.

- PETER por favor- no me dejo terminar.

- No quieres decepcionarme, pero lo harías mucho peor si te casa conmigo por obligación LALI- las lagrimas empezaron a caer por su rostro- no soportaría saber que te casa conmigo sin querer, yo te amo LALI.

- Yo te amo PETER, maldita sea- respire hondo- me quiero casar contigo, lo que no quiero es esta boda, no quiero que todos estén siempre diciéndome cada maldita cosa que debería hacer- explote- nadie ha tomado en consideración la opinión que tengo sobre mi matrimonio, tu madre quiere la boda de sus sueños, tu hermana igual y mis amigas idealizan lo que creen que yo quiero, pero nadie me escucha- suspire- no quiero una boda con mil invitados, tampoco ese salón de fiesta tan glamuroso y por lo tanto frio, no puedo casarme con estas circunstancias.

- Porque no me habías dicho nada antes- contesto en un susurro- porque no viniste a mí y me hablaste sobre ello.

- Estas muy feliz por cómo van las cosas.

- Porque creí que eras feliz- exploto el- estabas siempre tan ocupada con las cosas que prácticamente no nos veíamos, pero nunca dije nada porque pensé que eso siempre pasaba y necesitabas tu espacio dado tus miedos al matrimonio, ahora veo que estuve equivocado, lo siento por eso.

- Yo también lo siento y mas porque no puedo seguir con esto.

- Que quieres decir- jadeo.

- No puedo tener esta boda, lo siento amor mío, pero a partir de ahora, renuncio a todos los planes de este matrimonio. Estoy cansada, no veo a mis hijos, no tengo tiempo para ellos y mucho menos para ti, esto llega hasta aquí.

- Me dejaras?

- No pienso hacerlo- exclame- a menos que esto te haga querer lo contrario, te entendería aunque dolería.
- A partir de ahora, también renuncio a esta boda, prefiero tenerte una vida entera siendo ESPOSITO, que siendo LANZANI y totalmente infeliz. Te amo demasiado como para eso, además ya estamos prácticamente casados.

- Lo estamos.

Corrí hasta él y lo abrase, hasta ese momento no me había dado cuenta de lo mucho que lo extrañaba, estar entre sus cálidos brazos me hizo sentir mejor sobre mi decisión, al diablo con la boda, pero me quedo con mi inútil.

No sé si era porque habían pasado muchos días o porque con esto pude sentir que PETER me amaba un poco más, pero cuando sentí sus manos desnudándome fue la mejor sensación en mucho tiempo, hacer el amor, fue más que eso.

Dormimos hasta tarde o más o menos eso, cuando los niños despertaron, PETER los trajo a nuestra habitación y pasamos toda la mañana sin salir más que a buscar comida a la cocina.

PETER y yo apagamos nuestros teléfonos y silenciamos los de la casa. Holgazaneamos como hacía mucho tiempo no hacíamos. ALLE durmió casi todo el tiempo y SANTI decidía cada diez minutos que quería ver, nosotros lo dejamos hacer lo que quisiera, ya que los ánimos estaban durmiendo todos.

Nuestra burbuja exploto en eso de las dos de la tarde cuando CANDE y MERY se presentaron en casa, admito que fue muy irresponsable estar incomunicados, pero tampoco me sentía mal por ello, estaba siguiendo los consejos de POLI, estaba siendo yo misma.

Mi vestimenta no era más que franela y bóxers de PETER, no tenía ni tiempo ni ánimos para nada más, por esa razón, al abrir la puerta, lo primero que caro dijo estaba muy lejos de la verdad.

- Esta enferma- pregunto ella arqueando las cejas mientras MERY me repasaba de pies a cabeza.

- No- dije sonriendo.

- Entonces que, se enfermaron los niños- dijo mientras caminábamos a la cocina.

- Tampoco- cuando volvió a abrir la boca seguí- tampoco PETER está enfermo, es que ya las cosas están normales otra vez.

- A que te refieres con normalidad, me estoy asuntado, tu sonrisa no carga nada bueno

- Pues, anoche decidí que ya no voy a casarme.

Al principio las caras de mis amigas eran de estupefacción, luego trataban pero no podía mediar palabra, por lo que les ahorre lo que creía que estaba pasando por sus cabezas. Le hice un resumen de los acontecimientos y de una vez le pedí ayuda para deshacerlo todo.

Cuando volvieron a respirar enumeraron las cosas que abrirá que hacer, pero no me sentía mal de hacerlo, estaba en mi gran momento feliz y nadie me lo arruinaría, cuando las chicas decidieron irse las acompañe a la puerta de entrada.

- No te vuelvo ayudar en otra- rezongo CANDE mientras se despedía.

- No por ahora- canturree.

- Me preguntaba hasta donde llegarías con la sumisión- me dijo MERY- pero sabes que estaremos para apoyarte, algunas personas estarán muy molestas con esto.

Y tenía razón, para la hora de la cena ya nuestra familia sabia de los cambios de planes- POLI había prometido salir a celebrar por mi- la mayoría de ellos incluyendo a lo padres de PETER se molestaron mucho pero luego se tranquilizaran, al fin y al cabo la decisión era nuestra.

Con ayuda de mis amigas, devolvimos todos los presentes junto con una disculpa, lo que fue una tarea ardua que duro una semana, también terminamos con el bendito salón de fiestas. Creo que eso era lo peor.
Hablamos con el sacerdote y el nos felicito por nuestra acción, pero nos insto a resolver todo lo más pronto posible para pasar por tan importante sacramento.

Por esos días, la madre y única familia de ROCIO nos invito a cenar para agradecernos tan hermoso gesto, lo que estuvo de más, pues lo hacía con mucho cariño. El día de nuestro holgazaneo le conté a PETER lo que pensaba hacer con ROCIO y me dijo que me ayudaría con todo lo que quisiera. No sabía lo que hacía.

Para nuestra asociación las cosas iban muy bien, había empezado las clases y también las confecciones, aunque algo lentas dado el horario, por lo que decidimos buscar a alguien que la ayudara, resulto ser una de sus compañeras de clases de origen hindú, aun no se pronunciar su nombre.

...

Era domingo en la tarde y me encontraba aburrida, PETER había llevado a los enanos a casa de su madre, yo había declinado la oferta porque quería pensar en estrategias para ayudar a ROCIO con su nueva empresa. Estaba muy, pero muy emocionada.

Como de costumbre me encontraba en la cocina con un bloc de notas junto a mi hermoso sándwich de pavo cuando el timbre sonó. Exasperada Salí a abrir la puerta y pensé en gritarle al visitante, eso antes de fijarme en lo hermoso que era este.

Estaba vestido como ahora tenía por costumbre, ropa fina de diseñador, llevaba unos pantalones de vestir negros y camisa blanca, parecía que iba a una iglesia, con sus zapatos lustrados y peinado de novelas, pero las últimas veces que había visto a mi mejor amigo, vestía de manera similar.

- Que haces aquí- pregunte mientras lo asfixiaba en un abrazo.

- Vine a cobrar una apuesta- rio burlonamente.

- Apuesta- dije confundida- mía.

- Suya mi reina- se burlo- recuerdas que apostamos que tendría una cita para la fecha de tu boda y aunque no se realizo, obtuve una cita, así que gane.

- Infeliz- masculle- no quiero pagar.

- El problema no es ese mi LALI- rio- el problema es que como te acordaras teníamos una apuesta muchísimo más antigua. Y la gane.

- Que era- masculle.

- Esta es la indicada.

Me quede como zombi al escuchar esas palabras, la indicada... la indicada, POLI tiene la indicada, lo que significa que se enamoro, lo que significa que no mas chicas de una noche, lo que significa que seremos felices por eso.

- Que era lo que te debía por la apuesta.

- Simple y sencillo- celebro el- fusione las ganancias en una sola para que veas cuanto te amo.

- No me gusta nada.

- Relájate que no es tan malo- repuso con los ojos en blanco- solo tendrás que hacer una mínima cosa.

- Que- lloriquee.

- Usaras tu hermoso vestido de boda- antes de que pudiera contradecirlo continuo- y saldremos a un hermoso lugar en este momento así que- agarrándome por los brazos me insto a subir las escaleras- vamos que te aquí- lloriquee.

- Usaras tu hermoso vestido de boda- antes de que pudiera contradecirlo continuo- y saldremos a un hermoso lugar en este momento así que- agarrándome por los brazos me insto a subir las escaleras- vamos que te ayudo a colocártelo mientras te cuento sobre mi indicada.

Mientras me daba una ducha rápida, POLI se sentó en el lavamanos contándome sobre como su indicada era genial, es estudiante de diseño y trabaja en una tienda de ropa europea, le encanta leer novelas románticas y bailar blues de los años en que se utilizaban toca discos, es más, sabia hasta de qué color usaba las bragas. Verde.
Quién demonios hacia eso.

Pero POLI estaba encantado, mientras me vestía podía ver el brillo del amor en sus ojos, POLI, a diferencia de mi era muy romántico cuando se llega a enamorar, cosa que me encanta, porque me transmite parte de su entusiasmo por el amor.

Me ayudo a colocarme el vestido con tal delicadeza que me aburrí y termine diciéndole inútil pro tres días, cuando me lo coloque en la tienda, me imaginaba la manera en que PETER me lo quitaría esa noche. Pero POLI no era mi inútil personal.

Gracias al cielo por eso.

Me recogí el cabello en un moño para nada bien elaborado, con algunos mechones al aire y como maquillaje, bueno, el brillo labial Silvio junto al delineador negro. Aun no había comprado los zapatos que usaría en mi boda- cosa que EUGE había peleado por días- por lo que unos de mis tacones de color piel tuvieron que hacer el trabajo, mi celular y mis llaves fueron a parar al bolsillo de POLI. 

Ya tenía vestido y tacones, no podía pedir nada más.

El viaje lo paso hablando de su amada y sus encantos, pero ya estaba frustrada ya que no me había querido decir su nombre, edad o por lo menos si era real, así que deje de prestarle atención a sus palabras para concentrarme en el camino y si hubiese sabido, hubiese seguido escuchándolo.

Vi mi reflejo en el espejo y me entristecí, se suponía que cuando usara este vestido seria el día más hermoso de mi vida, ese que cuando SANTI y ALLE estuvieran mas grandes les recordaría siempre. Aun más cuando tuviera mis nietos y estos vieran las fotos colgadas en la casa y preguntaran. Pero en mi vida eso no estaba tan cercano, porque aunque PETER no dijera nada sabía que le dolía y mucho no haberla podido celebrar.

- Muy bien hasta aquí llego lo dulce- dijo POLI sacándome de mis pensamientos.

- A que te refieres- pregunte asustada, si alguien sabia como molestarme era POLI.

- La segunda parte de la apuesta, no puedes ver a donde te llevo.

- No lo harás.

- Si lo haré, no quieras jugar conmigo LALI.

Abrió la guantera y de esta saco una hermosa corbata parecida al color antiguo de mi vestido, con agilidad, esa con la que no pudo colocarme el vertido, me vendo los ojos y luego de asegurarse de que no veía nada de nada, puso otra vez el coche en marcha.

Debieron a ver pasado algunos diez minutos desde que había empezado a conducir cuando apago el auto. Esos diez minutos lo pase diciéndole todas las cosas malas que nunca pensaría de él pero que me sentía bien diciéndole en este momento, me ayudo a salir del auto, mientras yo se guía mascullando palabritas en voz baja. No sabía dónde me encontraba, por lo que tenía que cuidar mi vocabulario ofensivo y vulgar.

Lo único que sabía era que reinaba un silencio abrazador y cuando POLI me hacia caminar, mis tacos se hundían por lo que supe que estábamos en tierra o por lo menos en el pasto. Después de varias indicaciones, POLI me insto a quedarme quieta, seguí pidiéndole que me quitara la corbata pero este se las arreglo para cambiar de tema.

- Antes de quitártela debo decirte algo importante- escuche como respiraba hondo- conocerte ha sido lo mejor que me ha pasado en toda mi vida y no podría imaginarme una vida sin ti, tu eres para mi mas que una hermana, más que una amiga, eres mi otra mitad, me complementas y sé que suena cursi y todo eso, pero tienes que saber que por ti estoy donde estoy ahora, hemos pasado por muchas cosas juntos pero nos hemos sabido salir ilesos de algunas, juntos. Quiero que recuerdes que pase lo que pase, siempre contaras conmigo y que cuando tenga mis hijos tendrás que cuidarlos para irme con mi esposa de fiesta.
- Nunca me cuidas los míos.

- No estamos hablando de eso- resoplo- en fin te quitare la corbata si permites quedarte quieta mientras me la coloco, estamos.

- Sí señor.

- Bien.

Tuve que permanecer un segundo más con los ojos cerrados después de que el inútil me quitara mi obstáculo visual, aun el sol no se había puesto del todo por lo que la claridad molestaba mi vista, una vez me hube adaptado nuevamente pude ver dos cosas, la primera, POLI se veía asquerosamente bien con esa corbata puesta y la segunda, conocía el lugar en donde estábamos.

Era mi lugar preferido y también el de PETER. Aparte de que era de él.

Cuando hice además de girarme POLI no me lo permitió hasta que se coloco a mi lado y lentamente me ayudo a ver al otro lado. Me quede de piedra, esto era interesante.

Muy interesante.

Estaban todos allí, parados y mirándome. Mis tres locas amigas y sus amores, la familia de PETER, susan, maría, hasta ROCIO y su mama estaban allí, vestidos formalmente. Había un camino con flores y al final de este estaba un sacerdote, el mismo que nos iba a casar, de repente caí en la cuenta.

- Te casas- le pregunte a POLI.

- No- respondió sonriendo.

- Me caso yo entonces.

- Si- asintiendo me hizo mirar al frente, junto al padre se había colocado PETER, estaba hermoso vestido con un traje negro a medida y pajarita... sonreía, sonreía como si fuese el mejor momento de su vida.

Me espante cuando escuche música sonar a mi derecha, no me había percatado de que habían uno músicos, pero es que no tenia cabeza para nada más que para ver a mi promedio esperándome en un improvisado altar.

Habían muchas flores por todos lados y el ambiente estaba cargado con su perfume, rosas blancas y rojas- las preferidas de PETER- habían otras pero POLI volvió a hacerme caminar, lo que fue espantoso, a cada paso mis tacones se enterraban en la tierra, fulminado a POLI con la mirada termine quitándomelos y arrojándolos a un lado lo que hizo que todos se rieran.

Hasta el momento en que alcanzaba a PETER no me había percatado de la presencia de mis enanos, el señor LANZANI y la madre de PETER los tenían, la señora ALLE estaba despierta y SANTI sonreía como si fuera navidad. 

Fue muy cómico ver como POLI me entregaba a PETER, le hablo de lo mucho que lo apreciaba pero que esto no lo detendría si tenía que córtale algunas partes de su cuerpo si algo me pasaba.

Sinceramente yo me sentía como en un sueño, escuchaba y percibía todo lo que el padre decía o hacia, por lo que pude ver entre ensueño y ensueño, no habría eucaristía, cuando el padre hablo de votos me quede como...

Esto es real...

El sacerdote me pregunto si quería decir algo por mis votos o si quería el tradicional, le heche un vistazo a la madre de PETER y aunque apreciaba a esta mujer, no pude evitar sonreír con suficiencia.

Chúpate esa mujer.

Aunque había un problema, que diría.

- Bien- suspire- esto me tomo por sorpresa así que tu primero PETER.

- Está bien- dijo el padre viendo a PETER asentir.

- LALI ESPOSITO- sonrió- eres la mujer más difícil de esta tierra- todos rieron y supongo que estuvieron de acuerdo con lo dicho- y si existe otra en algún lugar, creo que también le ganarías a cualquiera. Tú y tus insultos, tus miradas asesinas y tu carácter harían que cualquier persona se pensara las cosas antes de decírtelas, Pero aprendí a amar eso de ti, aprendí a ver que eres más que eso, por esa razón prometo amarte y respetarte por el resto de nuestras vidas juntos, apoyarte en tus locuras y ser tu paño de lagrimas, prometo aguantar todos tus arranques pero nunca me golpees, prometo que junto a nuestros hijos tendremos la mejor de las vidas.
- Tu eres aun más molesto que yo- repuse limpiándome una lagrima de la mejilla, estúpido PETER- eres insoportable con tus impertinencias y eres odioso- repuse- pero también aprendí a amarte, amo la manera en que me soportas porque sé que soy difícil y eso no cambiara- reí- amo lo que somos juntos, nuestra familia con los dos enanos- mire a mis pequeños- prometo amarte y respetarte? Tratare de hacerlo, cuidarte, protegerte y apoyarte en todos tus proyectos, estaré ahí para ti siempre que me necesites y tratare de no matarte en nuestra mejor de las vidas.

No fue por presumir, pero fue la mejor de las bodas, después de que la ceremonia termino me sorprendí mas al ver como habían dispuesto la parte del mirador, habían mesas decoradas con hermosas flores y velas ya encendidas, cuando el maravilloso atardecer llego todos suspiraron con la hermosa vista que daba a la ciudad. Todo era perfecto.

Todos nos abrazaron y felicitaron, mi enano mayor me beso toda la cara y fue la envidia de todos, cuando ya todos estaban acomodados en sus lugares mi querido POLI empezó a relatar la historia con la que me había engatusado. De la misma manera me entere de la organización de tan gran evento, hasta SANTI lo sabía.

Estando ahí con todos mis amigos y algunos de mis familiares, ya que según me conto PETER mi madre no pudo hacer tan largo viaje para nuestra boda, bailando, comiendo y celebrando agradecí a Dios por todo lo que me había dado. 

Esto era simplemente perfecto y no lo olvidaría nunca, aunque no estaba en mis mejores circunstancias fue la boda de mis sueños, simple, perfecta e intima. El amor estaba en el aire y como llevaba esperando todo el tiempo, POLI decidió sacarme de mi ignorancia, presentándome a su indicada.


ROCIO, mi ROCIO, mí protegida ROCIO de la que tanto le hable.

Con razón me parecía tan conocida. 

Ella se sonrojo al instante y me contaron cómo se conocieron, POLI, al planear la boda sorpresa hizo contacto con ella y junto a ella, mis dos amores, organizaron todo. Mis amigas estuvieron muy poco incluidas ya que temían que a alguna se le fuera la lengua. En fin que después de dos reuniones de planificación y organización, salieron a cenar y así se dieron las cosas.

En una semana.

Me alegraba por ellos, ROCIO se lo merecia después de lo que paso y mi POLI, el se merecía eso y más, no dude en dejarle eso en claro a ROCIO aunque ya la apreciaba de verdad.

Las estrellas llenaron el cielo, junto con una gran luna, PETER y yo nos acercamos a verla, aunque mi atención estaba en el.

Quién diría que LALI ESPOSITO, ahora LANZANI pasaría por algo así, nunca creí enamorarme a tal grado, mucho menos de PETER. No lo conocí en las mejores circunstancias y míranos ahora, casados y con hijos.

Supongo que el juego termino y estábamos empatados. Ambos conseguimos lo que en un principio no sabíamos que queríamos.

Supongo que es verdad lo que dicen.

Del odio al amor, solo hay un paso.

FIN

1 comentario: