Cumpleaños.
Semana 14 (tres meses y medio)
LAL rió divertida mientras terminaba de inflar un globo. Se había quedado sin aire en muy poco tiempo....
—Ya deja eso —la retó EUGE y le sacó de las manos el globo a medio inflar. Con una mueca enojada miró a LALI —¿Quieres ahogar a mi sobrina?
LALI se acarició el ya notorio vientre y le sonrió.
—Solo queremos ayudar —le dijo.
—Pues ya te dije que no —siguió retándola —Solo limítate a estar sentada. ¿Sabes una cosa? Si yo estuviera embarazada haría que todos cumplan mis órdenes.
—Ya lo creo —aseguró divertida la morena —Pero sabes muy bien que odio no poder hacer nada.
—Sí, lo sé mejor que nadie.
GIMENA entró a la habitación con un montón de cosas en los brazos. LALI se puso de pie al instante y se acercó a ella. Le sacó un par de cosas, y las colocó con cuidado sobre una mesa.
—No era necesario, cariño —le sonrió —Yo podía sola…
—¿Acaso tú también vas a decir que no tengo que hacer nada? —inquirió mientras se cruzaba de brazos.
—Sí —asintió GIMENA.
—Pero es el cumpleaños de CANDE, quiero colaborar…
—Puedes colaborar quedándote sentada —aseguró EUGE.
—Les tengo una noticia: estoy embarazada, no enferma —exclamó. GIMENA sonrió y estiró una mano para acariciarle el vientre.
—No te frustres, cielo —le aconsejó —Es solo por tu bien que no te dejamos hacer nada. Las embarazadas deben gozar de privilegios.
—Me siento como una inútil —rezongó.
En ese instante VICO y NICO L entraron al lugar con una enorme torta.
LALI corrió hacia ellos e intentó robar un poco de crema.
—Óyeme —la retó VICO —Es para después…
—Solo quería probarlo —dijo ella poniendo su mejora cara de perrito mojado.
Apoyaron el pastel en medio de la mesa y VICO la miró enternecido.
—No me pongas esa cara —le pidió y se acercó a ella para tocar su panza. LALI ya se había acostumbrado a eso, al parecer a los LANZANI les encantaba tocarle el vientre —¿Cómo está la niña mimada del tío VICO?
—Bien, tío —respondió LALI imitando la voz de una niña —Pero quiero comer pastel.
—Aaaww —dijo enternecido —Cuando ella hable de verdad y me diga esas cosas, voy a morirme del amor.
LALI sonrió.
—Te va a manejar a su antojo —aseguró NICO L.
—Tú no te quedarás atrás —le dijo VICO —Te va a tener colgando de las narices.
—Bueno ya, los dos van a estar más que babosos por ella —dijo GIMENA —¿Falta traer algo más?
Todos miraron a su alrededor y todo estaba perfectamente listo para una fiesta.
—Sí, todo está en orden —dijo NICO L.
—Bueno, amor —le habló GIMENA —Me parece que es hora de irnos…
—Pero CANDE aun no llega —se quejó él.
—NICO L, ya lo hablamos —dijo seria —Hicimos un almuerzo con ella hoy, para que no te quejaras luego. Tenemos que irnos por qué será una fiesta para jóvenes. Además LALI, EUGE, NICO, PABLO y PETER estarán aquí para supervisar todo.
—Oye, yo también —dijo VICO. Su madre lo miró con ternura.
—Mi amor, tú no eres responsable —le dijo dulcemente.
—Claro que lo soy —exclamó ofendido. Todos rieron.
—¿Dónde están PETER y NICO? —quiso saber NICO L.
—NICO fue a llevar a Hércules a casa de tía, ya volvió de su viaje. Estaba algo triste, y también yo… aunque no lo crean le tomé cariño a esa bola de pelos y babas —contó la rubia.
—Y creo que PETER iba a buscar a MERY —dijo GIMENA.
—¿Va a traerla? —inquirió VICO —Nadie la ha invitado…
—VICO —lo retó LALI —Es hora de que empieces a cambiar tu actitud hacia ella. Es la pareja de tu hermano te guste o no.
—Oh, vamos, LALI —sonrió él —Tú eres la que menos la quiere de todos.
—Eso no es así —aseguró ella.
—Deberías ver como te brillan los ojos de ira cada vez que la ves llegar colgada del brazo de PETER…
—Basta, VICO —le pidió enojada.
—Hijo, deja de molestarla —le pidió GIMENA. VICO sonrió divertido —Nosotros ya nos vamos.
—Espero que la pasen bien —aseguró NICO L.
—Y yo espero que la pasen bien en su fin de semana solos —dijo VICO mientras movía las cejas una y otra vez.
—Siempre la pasamos bien —dijo su padre sin dejar de mirar a los ojos, a la madre de sus hijos.
—Por favor, no se pongan cursis aquí —pidió su hijo.
GIMENA y NICO L se despidieron de todos y partieron rumbo a la pequeña cabaña que tenían a las afuera de la cuidad. _LALI soltó un suspiro y se acercó a la mesa para acomodar un par de vasos de plástico en su lugar. EUGE se paró a su lado.
—No te preocupes, todo va a estar bien —le dijo la rubia. LALI la miró de costado y sonrió levemente.
— Semana 14 (tres meses y medio)
LAL rió divertida mientras terminaba de inflar un globo. Se había quedado sin aire en muy poco tiempo....
—Ya deja eso —la retó EUGE y le sacó de las manos el globo a medio inflar. Con una mueca enojada miró a LALI —¿Quieres ahogar a mi sobrina?
LALI se acarició el ya notorio vientre y le sonrió.
—Solo queremos ayudar —le dijo.
—Pues ya te dije que no —siguió retándola —Solo limítate a estar sentada. ¿Sabes una cosa? Si yo estuviera embarazada haría que todos cumplan mis órdenes.
—Ya lo creo —aseguró divertida la morena —Pero sabes muy bien que odio no poder hacer nada.
—Sí, lo sé mejor que nadie.
GIMENA entró a la habitación con un montón de cosas en los brazos. LALI se puso de pie al instante y se acercó a ella. Le sacó un par de cosas, y las colocó con cuidado sobre una mesa.
—No era necesario, cariño —le sonrió —Yo podía sola…
—¿Acaso tú también vas a decir que no tengo que hacer nada? —inquirió mientras se cruzaba de brazos.
—Sí —asintió GIMENA.
—Pero es el cumpleaños de CANDE, quiero colaborar…
—Puedes colaborar quedándote sentada —aseguró EUGE.
—Les tengo una noticia: estoy embarazada, no enferma —exclamó. GIMENA sonrió y estiró una mano para acariciarle el vientre.
—No te frustres, cielo —le aconsejó —Es solo por tu bien que no te dejamos hacer nada. Las embarazadas deben gozar de privilegios.
—Me siento como una inútil —rezongó.
En ese instante VICO y NICO L entraron al lugar con una enorme torta.
LALI corrió hacia ellos e intentó robar un poco de crema.
—Óyeme —la retó VICO —Es para después…
—Solo quería probarlo —dijo ella poniendo su mejora cara de perrito mojado.
Apoyaron el pastel en medio de la mesa y VICO la miró enternecido.
—No me pongas esa cara —le pidió y se acercó a ella para tocar su panza. LALI ya se había acostumbrado a eso, al parecer a los LANZANI les encantaba tocarle el vientre —¿Cómo está la niña mimada del tío VICO?
—Bien, tío —respondió LALI imitando la voz de una niña —Pero quiero comer pastel.
—Aaaww —dijo enternecido —Cuando ella hable de verdad y me diga esas cosas, voy a morirme del amor.
LALI sonrió.
—Te va a manejar a su antojo —aseguró NICO L.
—Tú no te quedarás atrás —le dijo VICO —Te va a tener colgando de las narices.
—Bueno ya, los dos van a estar más que babosos por ella —dijo GIMENA —¿Falta traer algo más?
Todos miraron a su alrededor y todo estaba perfectamente listo para una fiesta.
—Sí, todo está en orden —dijo NICO L.
—Bueno, amor —le habló GIMENA —Me parece que es hora de irnos…
—Pero CANDE aun no llega —se quejó él.
—NICO L, ya lo hablamos —dijo seria —Hicimos un almuerzo con ella hoy, para que no te quejaras luego. Tenemos que irnos por qué será una fiesta para jóvenes. Además LALI, EUGE, NICO, PABLO y PETER estarán aquí para supervisar todo.
—Oye, yo también —dijo VICO. Su madre lo miró con ternura.
—Mi amor, tú no eres responsable —le dijo dulcemente.
—Claro que lo soy —exclamó ofendido. Todos rieron.
—¿Dónde están PETER y NICO? —quiso saber NICO L.
—NICO fue a llevar a Hércules a casa de tía, ya volvió de su viaje. Estaba algo triste, y también yo… aunque no lo crean le tomé cariño a esa bola de pelos y babas —contó la rubia.
—Y creo que PETER iba a buscar a MERY —dijo GIMENA.
—¿Va a traerla? —inquirió VICO —Nadie la ha invitado…
—VICO —lo retó LALI —Es hora de que empieces a cambiar tu actitud hacia ella. Es la pareja de tu hermano te guste o no.
—Oh, vamos, LALI —sonrió él —Tú eres la que menos la quiere de todos.
—Eso no es así —aseguró ella.
—Deberías ver como te brillan los ojos de ira cada vez que la ves llegar colgada del brazo de PETER…
—Basta, VICO —le pidió enojada.
—Hijo, deja de molestarla —le pidió GIMENA. VICO sonrió divertido —Nosotros ya nos vamos.
—Espero que la pasen bien —aseguró NICO L.
—Y yo espero que la pasen bien en su fin de semana solos —dijo VICO mientras movía las cejas una y otra vez.
—Siempre la pasamos bien —dijo su padre sin dejar de mirar a los ojos, a la madre de sus hijos.
—Por favor, no se pongan cursis aquí —pidió su hijo.
GIMENA y NICO L se despidieron de todos y partieron rumbo a la pequeña cabaña que tenían a las afuera de la cuidad. _LALI soltó un suspiro y se acercó a la mesa para acomodar un par de vasos de plástico en su lugar. EUGE se paró a su lado.
—No te preocupes, todo va a estar bien —le dijo la rubia. LALI la miró de costado y sonrió levemente.
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