lunes, 6 de junio de 2016

CAPITULO 44

soy Peter. Responde. Lali, voy a esperar. Voy a seguir hablando.
Soy Peter. Responde.
Ella no respondió. Peter probó a marcar su número otra vez. Y otra vez saltó el contestador.
Colgó y volvió con Gas, consultando su reloj de pulsera.
—Las once de la noche. ¿Dónde demonios estará?
—~,Quizá ha salido con alguien? — sugirió Gas. —Tiene una hija.
— Sí, bueno, las mujeres con hijos también salen.
—En ese caso, habría atendido el teléfono la canguro.
—Ya. Pero olvidas que Darryl está en la ciudad. Es posible que Alegra esté con él. Y quizá Lali también.
—Lali y Danyl están divorciados...
—Sí, pero siguen siendo amigos. Muy amigos. Quién sabe, quizá vuelvan a juntarse al final. Lali se encuentra bien, Peter.. Despierta y sé realista. Probablemente estará durmiendo en casa de Darryl. Ya es una mujer adulta, hermano. No puedes ser su ángel de la guarda.
— Quizá no.
Siguieron charlando un rato y, finalmente,Peter dejó a su hermano.
Era ya tarde cuando se acostó con dos cervezas en el cuerpo.
Pero no consiguió conciliar el sueño.
Permaneció despierto, preguntándose qué detalle se le escapaba, qué era lo que no conseguía ver. Algo en las fotografías de las víctimas, en los informes del forense.
Salió de la cama y empezó a revisar los informes otra vez. ¿Qué era?
Entonces, súbitamente, lo comprendió. Había tardado en darse cuenta porque la fotografia que tenía de Julie Sabor era en blanco y negro.
Rubias.
Todas eran Rubias.
María García era muy morena, pero, aun así, tenía vetas rubias en el cabello. Y el cadáver recién descubierto...
Se sintió enfermo. Más preocupado que nunca por Lali. Intentó llamarla de nuevo. Nadie contestó.
Peter colgó. Gas prácticamente le había sugerido que Lali seguía acostándose con su ex. Podía preguntarle a Darryl, salvo que no tenía ni idea de dónde se alojaba.
Era tarde, pero llamó a Cande, que contestó con voz Somnolienta
—Lali podría estar con Darryl, pero probablemente estará en su casa. Desconecta el timbre del teléfono después de las diez porque Alegra tiene el sueño muy ligero. Llámala por la mañana, Peter. Seguro que está bien.
Peter pensó en ir hasta su casa y aporrear la puerta hasta que Lali lo recibiera. Pero se enfurecería y quizá se mostraría más propensa a ignorar sus advertencias. Tenía que calmarse, decirse a sí mismo que quizá era una suerte que estuviera durmiendo con su ex marido, a salvo.
Tenía que serenarse y esperar hasta el día siguiente.
Permaneció un rato despierto.
Por fin se quedó dormido.
Y soñó.
Soñó de nuevo que Lali y él se encontraban en la misma casa. Y él avanzaba por un pasillo oscuro, tratando de llegar hasta ella. Llevaba puesta una toalla. Se
había duchado y solo tenía una cosa en la cabeza.., a Lali. De modo que siguió avanzando por el pasillo. En su sueño el pasillo era oscuro y nebuloso. Muy largo.
Como el pasillo de la casa que Gimena había compartido con Mariano, hacía tantos años.

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