—¿Qué es lo que has estado a punto de creer, Peter?
Él dudó un instante y dijo:
—Que de verdad sientes algo por mí. Nadie podría hacer así el amor sin
sentirlo. —A Lali se le llenó el pecho de esperanzas. Pero las siguientes palabras de
Peter las echaron por tierra—. Eres una actriz extraordinaria, Lali. Sabes
exactamente lo que tienes que hacer y decir para que yo te desee. He venido con la
intención de castigarte y he terminado haciéndote el amor. Soy consciente de que
tienes muchos motivos para odiarme, pero tenía la esperanza de... llegaste a
cautivarme de verdad en Andros. Pero ahora veo claramente lo que eres.
—¿Y qué soy, Peter ?
—Eres una hechicera española que no había tenido la menor consciencia de su
propia sexualidad hasta que yo se la desvelé. Pero, desde que te liberé de tu
virginidad, ya nada te parece bastante. Tú...
Una cólera rojiza explotó en el cerebro de Lali. Ya había soportado bastantes
insultos por parte de Peter . Echó la mano hacia atrás y le asestó una bofetada
tremenda. A Peter se le fue la cabeza hacia un lado por la fuerza del impacto.
Cuando ella le iba a dar otra bofetada, él se puso de pie y se echó para atrás,
sujetándole las manos a la cama por encima de la cabeza. Bajó la vista para mirarla
con el rostro traspasado de furia.
—¡No vuelvas a hacer eso!
—Sabes que yo era inocente hasta que te conocí —lo acusó Lali—. Tú me
enseñaste a disfrutar de cosas pecaminosas que jamás habría aprendido en el
convento. Sé que todavía crees que me acosté con don Mariano , pero estás equivocado,
terriblemente equivocado.
Lali salió de la cama de un respingo, atravesó el camarote hasta la cómoda y
abrió un cajón tras otro hasta que encontró lo que estaba buscando. Volvió a donde
estaba Peter con la cara encendida por la injusticia de sus insultos. Peter la
observaba cuidadosamente, dispuesto a reaccionar violentamente si fuese necesario.
Se relajó al ver
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