LALI
se levantó del banco e inició el largo paseo de vuelta a la mansión.
Llevaba andando varios minutos cuando oyó unas voces apagadas a lo
lejos. Al principio, no les prestó atención, sintiendo sólo una ligera
irritación por la posibilidad de cruzarse con alguien y verse forzada a
mantener una conversación, algo que, desde luego, no le apetecía lo más
mínimo. Lo único que quería era irse de aquella horrible fiesta y volver a Halstead lo antes posible.
Aceleró el paso, esperando que las personas que estaban conversando no
se percataran de su presencia. Pero, conforme se iba acercando a ellas,
varias palabras inconexas llegaron a sus oídos:
«Esperaba... Molestia... Pistola... Obvio... Matarte...»
La palabra «matarte» la hizo aminorar la marcha. Se detuvo, aguzando el
oído. Las voces venían del otro lado del seto. Se acercó un poco más al
seto y se dio cuenta de que una voz era de mujer y la otra de hombre.
Sus ojos se abrieron de par en par cuando volvió a oír hablar al hombre:
«¿Y dónde está mi querido hermano? Ven, Gregory, sal de tu escondrijo. ¿Te has ocultado entre los setos?»
LALI reconoció de inmediato la voz de PETER. Se agachó, miró entre las
ramas del seto y observó atentamente intentando ver algo en la
oscuridad. PETER estaba sentado en un banco, a unos seis metros de ella.
Hablaba con una mujer que se encontraba de espaldas a LALI.
Escuchó atentamente la conversación, aumentando su horror a cada segundo que pasaba.
«¡Dios mío! Si no hago algo, esa mujer va a disparar a PETER».
Se puso de pie y miró alrededor completamente desesperada. La casa
estaba demasiados lejos para ir a pedir ayuda. Aquella loca podía
apretar el gatillo en cualquier momento. Procuró respirar más
pausadamente y mantener la calma mientras se rompía la cabeza intentando
idear un plan. Al volver a mirar a través del seto, vio a la mujer
nivelando la pistola con el pecho de PETER.
- ¿Quieres decir tus últimas palabras? - Dijo la mujer teatralmente.
LALI respiró hondo y pensó: «Ahora o nunca» Y se lanzó contra el seto.
- ¡Uf!-
LALI no volvió a exhalar hasta que aterrizó sobre el césped, encima de
la mujer. La fría pistola salió despedida cuando ambas chocaron contra
el suelo. La mujer se quejó e intentó moverse, pero LALI la retuvo.
- Quíteme las manos de encima - Gritó la mujer, intentando zafarse de ella.
- No pienso hacerlo - Dijo LALI apretando los dientes.
Se sentó sobre la espalda de su prisionera, y le aplastó los hombros
contra el suelo con ambos brazos. Miró a su alrededor y sintió un gran
alivio al ver la pistola en el suelo a varios metros. Su mirada se
desplazó hasta el banco donde estaba sentado PETER, y se le paró el
corazón. PETER estaba estirado en el suelo, inmóvil, boca abajo.
- ¡No! ¡Dios mío, no!-
Su angustiosa súplica retumbó en el silencio de la noche. Se olvidó
inmediatamente de la mujer que tenía debajo. Se levantó de un salto y
corrió junto a PETER. Arrodillándose, le dio la vuelta con suavidad y
emitió un grito sofocado. PETER tenía la cara cubierta de sangre y una
herida en la sien que le sangraba profusamente. LALI percibió un fuerte
olor metálico. Temerosa incluso de respirar, le puso una mano en el
pecho y casi se desmayó del alivio al sentir el latido del corazón bajo
la palma.
PETER, Dios mío, ¿Me oyes? - Le tocó suavemente la cara
con dedos temblorosos. Él escudriñó su rostro por un instante y luego
cerró lentamente los ojos - ¡PETER! - Gritó LALI en tono desgarrador.
Con el rabillo del ojo, captó un movimiento. Miró a su alrededor y vio a
la loca avanzando hacia ella mientras se sacaba una pequeña pistola de
entre los pliegues de la falda. Una negra oleada de odio, que no se
parecía a nada de lo que LALI había sentido antes, se adueñó
completamente de ella. Dejó con sumo cuidado la cabeza de PETER en el
suelo y luego se levantó y se encaró a la mujer que se le estaba
acercando.
- No sé quién es usted, pero ha cometido un grave error -
Dijo la mujer, mientras seguía avanzando hacia ellos, deteniéndose a
poco más de un metro.
Y volvió a apuntar con la pistola a PETER.
LALI no dudó ni un momento. Se lanzó contra la mujer, empujándola hacia
atrás con todas sus fuerzas. La estatura de LALI, combinada con su
rabia, derrumbó a la mujer, que acabó tumbada boca arriba sobre el
césped, desarmada de nuevo y completamente aturdida. Cogiendo la pistola
del suelo, LALI se le acercó y la apuntó desde arriba, dispuesta a
apretar el gatillo si fuera necesario.
Se oyeron gritos y el ruido
de pasos corriendo detrás de LALI. Una distracción momentánea la hizo
apartar la vista de la loca durante una fracción de segundo. Fue
suficiente.
La mujer se arrojó sobre LALI, a la que cogió
desprevenida. LALI cayó al suelo y la pistola salió despedida de su
mano, volando por los aires. La mujer intentó desesperadamente hacerse
con el arma, cogiéndola al vuelo por la empuñadura. Riéndose
triunfalmente, empuñó la pistola y apuntó al pecho de LALI.
El ruido del disparo retumbó en el silencio de la noche.
PABLO atravesó el seto, jadeando, e inspeccionó visualmente sus
alrededores. Contempló la escena que tenía delante y se le heló la
sangre en las venas. Había una mujer tirada en el césped, cubierta de
sangre. Otra mujer estaba sentada a pocos metros con la cara hundida en
las palmas. También había un hombre en el suelo, medio oculto tras un
banco de mármol.
- ¿Qué ha ocurrido? - Preguntó a Weston, el agente de la ley que se encontraba arrodillado junto a una de las mujeres.
- Está muerta - Informó él sin el menor atisbo de emoción en la voz.
PABLO se arrodilló junto a Weston y miró el rostro de la mujer muerta.
- ¡Santo Dios! - Susurró, consternado.
Miró a la otra mujer y luego la volvió a mirar para cerciorarse. Los ojos casi se le salen de las órbitas
- ¿Señorita ESPOSITO?-
No se habría quedado más helado si se le hubiera aparecido la mismísima Virgen María.
- ¿Qué diablos está haciendo usted a aquí? - Luego volvió a dirigirse a Weston - ¿Qué ha pasado?-
Antes de que ninguno de los dos pudiera responder, Nellis, el otro agente de la ley, chilló:
- Es lord Glenfield. Le han disparado.-
PABLO se levantó de un salto y corrió hasta donde estaba Nellis. Echó
una mirada al rostro ensangrentado de PETER y le dio un vuelco el
corazón.
- ¿Está vivo?-
- Sí, pero debe verlo un médico sin tardanza.-
- Vaya a buscar al doctor Goodwin, es uno de los invitados de la fiesta
- Ordenó a Nellis, quien se fue corriendo a cumplir el mandato.
PABLO se quitó rápidamente la chaqueta y se la puso encima a PETER, rogando a Dios que su amigo sobreviviera.
A poco más de un metro, LALI se puso en pie temblando y se apartó el
pelo de los ojos. Vio a la mujer en el suelo y a un hombre arrodillado
junto a ella. El hombre se levantó y se acercó a LALI.
- ¿Está muerta? - Susurró LALI.
Un escalofrío le recorrió la espalda.
- Lo está - Asintió el hombre.
- Le ha disparado usted - Dijo LALI. Luego respiró hondo y tragó
saliva, mientras se echaba a temblar - Me ha salvado la vida - Añadió
con un hilo de voz - Gracias.-
- No se merecen, ¿Señorita...?-
- ESPOSITO. _LALI ESPOSITO.-
- Yo me llamo Weston - Dijo amablemente. Tomándola del brazo, añadió -
¿Por qué no me deja que la acompañe hasta la mansión, señorita ESPOSITO,
y...?-
- No - LALI negó con la cabeza y se volvió hacia James -
Quiero quedarme - Se soltó del brazo de Weston y se acercó a PETER,
arrodillándose junto a él - ¿Está vivo? - Preguntó a PABLO, aterrada por
la posible respuesta.
PABLO la miró.
- Sí. Parece que todavía le queda un atisbo de vida.-
En aquel momento llegó el médico, seguido casi inmediatamente de ROCIO y
otro hombre. En vista de su parecido con PETER, LALI supuso que era su
hermano, Gregory, el esposo de la loca. El médico empezó inmediatamente a
explorar a PETER, y PABLO abrazó a ROCIO contra su pecho. Gregory miró a
su esposa muerta y se quedó lívido.
- ¿Qué diablos ha pasado aquí? - Preguntó con voz trémula.
- Eso es lo que vamos a esclarecer - Dijo Weston con serenidad.
Ordenó a Nellis que mandara a los invitados de vuelta a la mansión y
que llamara al juez. Mientras Nellis cumplía sus órdenes, el resto del
grupo se separó del médico para dejarle trabajar.
Weston preguntó a
LALI qué había pasado en el jardín, y ella relató con claridad lo
ocurrido. Todos la escucharon, con expresión de consternación en sus
rostros. Cuando hubo acabado, Weston prosiguió con el relato.
- Oí
voces al otro lado del seto. Miré a través del seto y vi a lady Melissa
apuntando a la señorita ESPOSITO con una pistola. Apunté a través del
seto y disparé - Su mirada se desplazó hasta el cuerpo muerto que había
estirado sobre el césped - Atravesé el seto, seguido de lord Blakmoor y
de Nellis. Encontramos a lady Melissa muerta, a la señorita ESPOSITO
conmocionada y a lord Glenfield malherido.-
- No me lo puedo creer - Musitó Gregory negando repetidamente con la cabeza con expresión atormentada.
ROCIO se volvió hacia LALI con los ojos llenos de lágrimas.
- ¿Cómo podremos agradecérselo? - Le preguntó con voz trémula - Le ha salvado la vida a PETER. Otra vez.-
- Ruego a Dios que así sea - Susurró LALI con voz entrecortada - Ruego a Dios que así sea.-
Oh tmb llorare jaja ok no! Esperemos como actúa peter ahora!
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