domingo, 13 de marzo de 2016

CAPITULO 12




- Sí que has tardado en venir - Dijo James a modo de saludo, varios minutos después, al ver a PABLO.
PETER hizo un esfuerzo por contener la risa cuando observó la expresión de absoluta perplejidad de su cuñado.
- ¿PETER? ¿Eres realmente tú?-
- En carne y hueso - Confirmó PETER - Aunque, con la cara cubierta de barba y la cabeza vendada, apenas me reconozco ni yo mismo. Y todavía no lo has visto todo.-
PETER se puso en pie y contuvo la risa al ver que PABLO se quedaba boquiabierto. El cuerpo de PETER parecía haberse encogido dentro de una enorme camisa cuyas mangas le colgaban muy por debajo de las muñecas. Y arrastraba unos pantalones de montar de varias tallas más que la suya.
- ¡Válgame Dios! - Dijo PABLO - Pero... ¿Qué te ha pasado? Te has encogido y consumido hasta los huesos. ¿Te encuentras mal?-
- No, por lo menos ya no - Dijo PETER con una tímida sonrisa - Estas prendas pertenecían al padre de LALI. Ahora ya sabes por qué te pedí que me trajeras algo de ropa. Al parecer, papá ESPOSITOt era bastante corpulento.-
- ¿Qué quieres decir con que ya no te encuentras mal? ¿Has estado enfermo?-
En vez de contestar, PETER indicó a PABLO, haciéndole un gesto con la mano, el sendero que discurría ante ellos.
- Ven, demos un paseo. Tengo mucho que contarte.-
- De acuerdo - Contestó PABLO.
No habían dado ni tres pasos cuando PETER se sintió minuciosamente examinado.
- Casi no te reconozco con esa barba, PETER. He de admitir que te da un aire bastante atormentado. Estás imponente. Seguro que las damas de la alta sociedad londinense te encontrarían incluso más irresistible que de costumbre.-
PETER se llevó la mano a la cara y se frotó el rostro hirsuto.
- El único motivo por el que no me he quitado esta horrible barba es que nunca me he afeitado y no quiero desangrarme en el intento. Pero tendré que librarme de ella de alguna forma. Es horrible cómo pica.-
Tras una pausa, PETER dijo:
- Seguro que sabes que me corroe la curiosidad. Tu críptica nota no explicaba nada. ¿Qué demonios está sucediendo? Explícamelo todo, hasta el último detalle.-
Mientras avanzaban por un sendero flanqueado por árboles que se adentraba en el bosque, PETER explicó a PABLO los acontecimientos de la última semana. Cuando acabó, su amigo lo miró con expresión seria.
- ¡Dios mío, PETER! Esa joven te ha salvado la vida.-
- Sí.-
- ¿Y crees que ha sido la segunda vez que intentan matarte?-
- Eso parece. Tomé el incidente del mes pasado por un robo, pero ahora no lo veo así.-
- ¿Por qué no me lo explicaste?-
- No resulté herido y no lo consideré importante.-
- ¿Que no fue importante? ¡Por Dios, PETER! ¿Quién puede querer matarte? ¿Y por qué?-
- Me he ganado muchos enemigos a lo largo de mi vida, supongo, pero no sé quién puede querer verme muerto.-
- ¿Una amante despechada?-
- Lo dudo. Por lo que sé, con mis ex amantes siempre hemos quedado como amigos.-
- ¿Y qué me dices de los negocios? ¿Se te ha complicado algún asunto últimamente?-
PETER hizo una pausa antes de responder.
- De hecho, he tenido un problema recientemente.-
- ¿Ah sí? ¿Qué problema?-
- Me planteé la posibilidad de hacer una inversión considerable en la compañía de transportes navales Lawrence, pero, tras investigar la compañía, me retracté. De todos modos, Marcus Lawrence ya había dado por hecho que yo haría la inversión y había mandado armar tres barcos nuevos.-
PABLO se mostró sorprendido.
- ¿Encargó el trabajo antes de que hicieras la inversión?-
- Sí. Y, por lo que he sabido después, cuando le comuniqué que no quería entrar en el negocio, se quedó con tres barcos a medio construir que no podía pagar. Lo último que oí fue que estaba al borde de la quiebra y posiblemente a punto de ir a la cárcel por impago.-
- Si te culpa a ti por su ruina...-
- Lo hace - Lo interrumpió PETER - Me echa a mí todas las culpas.-
- ¿Cómo lo sabes?-
- Me lo dijo él mismo.-
PABLO miró fijamente a PETER.
- ¿Acaso te ha amenazado?-
- Sus palabras dejaron entrever que yo era el causante de su ruina y que me lo haría pagar. Pero, como lo dijo cuando llevaba unas cuantas copas de más, no me lo tomé en serio.-
- Interesante - Dijo PABLO mientras seguían avanzando por el sendero - Dime, ¿Por qué decidiste no invertir en la compañía de Lawrence?-
- Descubrí que Lawrence no sólo transportaba prendas textiles en las bodegas de sus barcos de carga.-
- ¿Ah, sí? ¿Y qué transportaba?-
A PETER le invadió una oleada de repugnancia.
- Al parecer, nuestro señor Lawrence traficaba con esclavos blancos - Dijo visiblemente disgustado - Oí que incluso había raptado niños de varios asilos de huérfanos de Londres...-
- No me digas más - Le interrumpió PABLO con una mueca de asco - ¿Cuándo te echaste atrás?-
- Justo dos semanas antes de que atentaran contra mi vida por primera vez.-
- Y un hombre que es capaz de traficar con personas tendría pocos escrúpulos para hacer que te maten.-
- Exactamente. Informé al magistrado sobre mis averiguaciones y en el juzgado están llevando a cabo su propia investigación.-
- ¿Por qué no me lo habías explicado?-
PETER se encogió de hombros.
- No creí realmente que mi vida estuviera en peligro hasta la segunda vez que intentaron matarme. La primera vez no estaba en el mejor barrio de Londres. El ataque podría haber sido contra cualquier indeseable que frecuentara aquella zona, y yo, sencillamente, me habría interpuesto en su camino. Pero este segundo ataque me ha convencido de que mi vida está en grave peligro. Lawrence podría ser perfectamente nuestro hombre.-
- Odio sugerirlo - Dijo PABLO - Pero... ¿Te has planteado la posibilidad de que sea alguien de tu familia?-
PETER soltó una amarga carcajada.
- Seguro que no te refieres a mi queridísima familia. ¿Acaso estás sugiriendo que mi padre, el poderoso duque de Moreland, desea verme muerto? Tal vez. Pero no me lo puedo imaginar manchándose las manos de sangre, aunque sólo sea simbólicamente, ni haciendo un esfuerzo para encontrar tiempo, entre sus adúlteras aventuras amorosas, a fin de planificarlo todo - PETER hizo una breve pausa - Y lo mismo digo con respecto a mi madre. Está demasiado ocupada con sus compromisos sociales y citas clandestinas con sus numerosos amantes para enterarse de que existo. Además, si yo muriera, se vería obligada a guardar luto, y ya sabes lo mucho que detesta vestirse de negro. Aunque es cierto que Gregory heredaría mi título si yo estirara la pata, mi querido hermano suele estar demasiado borracho para percatarse siquiera de mi presencia y, mucho menos, para intentar matarme. Y espero que no consideres a Victoria como posible sospechosa. Mi hermana no sólo no ganaría nada con mi muerte, sino que es tu esposa. Espero que la tengas en mejor concepto que eso.-
- En realidad, estaba pensando en Gregory - Dijo PABLO con voz sosegada - Tu muerte lo convertiría en marqués y heredero de un ducado, aparte de un hombre increíblemente rico.-
- Consideré esa posibilidad, pero lo veo improbable. Gregory está demasiado ocupado con su vida disoluta para tener suficiente energía o astucia para planear mi muerte.-
- También es avaricioso y egoísta - Apuntó PABLO - No hace falta demasiada energía ni astucia para contratar a alguien para que te mate, y es obvio que esos indeseables que te dieron por muerto eran asesinos a sueldo.-
PETER negó con la cabeza.
- Gregory no quiere la responsabilidad de un ducado. Lo único que necesita es dinero, mucho dinero. No sabría qué hacer con las interminables responsabilidades asociadas al título. Además, mi padre le pasa una renta escandalosamente alta para que la despilfarre en sus vicios.-
- Pero tu padre se negó a avalarle económicamente en la última ocasión - Le recordó PABLO - Gregory se vio obligado a casarse con Melissa para superar sus problemas financieros. Si dilapida toda la fortuna de Melissa, necesitará tener su propia fortuna. Si tu padre vuelve a negarse a responder de las pérdidas de tu hermano, entonces...-
La voz de PABLO se fue desvaneciendo poco a poco, y PETER extrajo la inevitable conclusión.
- Entonces Gregory necesitará otra fuente de ingresos - Concluyó PETER - Ya sé a donde quieres ir a parar, pero sigo sin poderme imaginar...-
PABLO lo miró fijamente.
- ¿Qué pasa? ¿En qué estás pensando?-
- Me atacaron de camino a mi pabellón... Había decidido ir allí aquella misma mañana.-
- Sí, ya lo sé. Me explicaste tus planes aquella tarde.-
- Muy poca gente conoce la localización de mi pabellón de caza. Como sabes, siempre voy sin ningún tipo de servicio, es un lugar de uso privado donde me refugio cuando quiero estar solo.-
- Ya lo sé.-
PETER miró a PABLO, perforando con la mirada los ojos de su amigo.
- Le dije a donde iba a alguien más, aparte de ti. Sólo a una persona. Y sólo unas horas antes de ponerme en camino.-
- ¿A quién se lo dijiste?-
De repente, sintió una punzada de amargura que le escoció como una bofetada y dijo:
- A Gregory. ¡Maldita sea! Mi propio hermano, el muy desgraciado, está intentando matarme.

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