viernes, 25 de marzo de 2016

CAPITULO 26

Cuando los niños hubieron completado sus tareas, todo el mundo se reunió en torno a la colcha para comer. LALI sacó fuentes conteniendo pasteles fríos de carne, pollo, pescado y queso, mientras Lucy iba cortando rebanadas de pan.
Después de servir a los niños, LALI se dirigió a PETER.
- Espero que tenga hambre, señor LANZANITIE.-
- Muchísima - Le aseguró PETER, recordándose a sí mismo que estaban hablando de comida.
- ¿Qué parte del pollo prefiere? - Le preguntó, mirando dentro de la cesta de la comida - Tengo tres muslos, una pechuga y dos alas.-
- ¿En serio? Debe de verse negra para encontrar ropa que le vaya bien.-
Al principio pareció confundida por aquellas palabras y luego, cuando se dio cuenta de lo que significaban, se le tiñeron las mejillas de un rojo intenso.
- No me refería a…-
- Estaba bromeando, LALI - Dijo con dulzura, sintiéndose más alegre de lo que se había sentido en muchos años. Alargó el brazo alrededor de LALI, cogió un muslo de pollo y le dio un mordisco con fruición – Delicioso - Proclamó, guiñándole el ojo con descaro.
«Nunca pensé que ser tutor fuera tan divertido».
Inclinándose hacia LALI, le dijo bajando la voz:
- Te estás sonrojando, LALI. Igual que cuando me dijiste que tu nombre significaba «prado de heno» - Hizo una pausa y le miró directamente a la boca - Creo que ahora nos conocemos lo suficiente para que me expliques por qué el significado de tu nombre te enciende de ese modo las mejillas.-
Mirando a su alrededor, James comprobó que Andrew y Nathan estaban absortos en la improbable combinación de actividades que suponía comer pasteles de carne e intentar coger un saltamontes. Lucy y Callie estaban sentadas en el extremo más alejado de la extensa colcha, comiendo, mientras se reían de las payasadas de Andrew y Nathan.
- Esto es todo lo solos que podremos estar entre semejante multitud. Cuéntamelo ahora - Le instó.
A LALI le brillaron los ojos como si algo le pareciera sumamente divertido.
- No quiero escandalizarte.-
Él agitó la pata de pollo en el aire en un ademán triunfal.
- Yo no me escandalizo por nada. Te lo aseguro.-
- Está bien, pero luego no digas que no te he avisado. En la familia ESPOSITO es tradición poner nombre a los hijos en honor al lugar o las circunstancias que rodearon su… Eh… Concepción.-
PETER la miró fijamente durante varios latidos de corazón mientras iba entendiendo lo que acababa de oír.
- Te refieres a que tus padres…-
- Exactamente. En un prado de heno. Estoy profundamente agradecida a que no hubiera ningún riachuelo cerca o tal vez me habrían puesto un nombre tan horrendo como «Aguada» o «Riachuela».-
- Desde luego - A PETER se le escapó una risita - Debo admitirlo, ahora siento curiosidad por el origen de los nombres de tus hermanos.-
Ella levantó las cejas.
- Tenías razón. No te escandalizas por nada.-
- Afirmativo.-
- De acuerdo. Lucy significa «fabricada con miel». Al volver de uno de sus viajes, mi padre le trajo a mi madre una jarra de porcelana llena de miel y… - Su voz se fue desvaneciendo poco a poco.
PETER contuvo la risa.
- No hace falta que sigas. Me lo puedo imaginar.-
- Nathan significa «regalo de Dios» y mis padres lo eligieron porque habían rezado pidiéndole a Dios un varón. Andrew significa «varonil», elegido por mi madre porque ella decía que mi padre era… Eso, varonil - LALI se llevó la mano a la boca y tosió - Y Callie significa «la más bonita», de nuevo elegido por mi madre para conmemorar su… Bueno, aquella noche con mi padre.-
PETER no estaba seguro de qué le hacía más gracia: aquellas «escandalosas» anécdotas o el creciente color carmesí que estaban adquiriendo las mejillas de LALI. Sus miradas se cruzaron y los dos dejaron de reírse. El regocijo de PETER se desvaneció súbitamente, dando paso al imperioso deseo de tocarla. De besarla. Todas las promesas que se había hecho a sí mismo la noche anterior se esfumaron como por arte de magia, y el firme propósito que había tomado se derritió como el azúcar en el té caliente.
Por primera vez en muchos años, no tenía absolutamente nada que hacer aparte de sentarse sobre una colcha junto a un lago y mordisquear muslos de pollo, y estaba disfrutando de lo lindo. Todas las obligaciones y responsabilidades con que tenía que cargar estaban a kilómetros de distancia de aquel momento. Le embargó una profunda sensación de paz que no había sentido en toda su vida.
No debería coquetear con LALI, pero no lo podía evitar. Su mirada se detuvo en aquellos inmensos ojos de un azul cristalino y una lenta sonrisa curvó la comisura de sus labios.
PETER deslizó un dedo perezoso por la ruborizada mejilla de LALI. Ella inspiró entrecortadamente y separó ligeramente los labios, atrayendo la atención de PETER. La necesidad de volver a probar el sabor de aquella apetitosa boca se estaba imponiendo sobre su sentido común a marchas forzadas. Inclinándose más hacia ella, le susurró al oído:
- Tu piel adquiere la tonalidad más fascinante cuando…-
- ¡LALI! - La voz de Callie irrumpió súbitamente - ¿Puedo tomar un poco de sidra?-
LALI respiró sofocada. A PETER le embargó una profunda decepción.
Apartando la mano de PETER con un movimiento brusco, LALI centró su atención en servir a Callie un poco de sidra, y se perdió la magia del momento.
Lucy volvió a unirse al grupo y se sirvió otra rebanada de pan.
- ¿Qué edad tienen los niños a quienes enseña, señor LANZANITIE? - Preguntó Lucy .
PETER se forzó en apartar la mirada de la tentadora boca de LALI.
- El joven a quien tenía como alumno hasta hace poco se trasladó a Eton recientemente, y ahora mismo estoy sin trabajo - Improvisó sobre la marcha - Tengo programado empezar con una nueva familia el mes que viene.-
- ¿Dónde vive esa familia? - Preguntó Callie - Espero que viva cerca de Halstead para que le podamos ver a menudo.-
Sus grandes ojos se clavaron en PETER y le miraron con gran expectación.
La alegría de PETER se desvaneció ligeramente y una nota de seriedad se reflejó en su rostro. En cuanto abandonara Halstead, dudaba que volviera a ver otra vez a los ESPSOITO. Su vida estaba casi exclusivamente en Londres o la finca que tenía en el campo, el Señorío de LANZANI, que se encontraba a dos horas de Londres en la dirección opuesta a la de Halstead. Él y los Albright se movían en círculos sociales completamente diferentes. No, era poco probable que los volviera a ver.
- Me temo que la familia vive muy lejos de Halstead, Callie - Contestó él.
Los ojos de Callie perdieron súbitamente el brillo de la esperanza, y PETER sintió una punzada de ternura en el corazón.
- Vaya - Dijo Callie, visiblemente decepcionada. Luego se le volvió a iluminar el rostro - Tal vez pueda venir a visitarnos.LALI me prometió que celebraríamos una fiesta el mes que viene por mi cumpleaños. ¿Le gustaría venir? Habrá una gran merienda con té, pastas y pasteles.-
PETER se salvó en el último momento gracias a un fuerte ladrido. Se dio la vuelta y emitió un grito sofocado mientras observaba atentamente a tres perros gigantescos -¿O eran caballos pequeños que habían aprendido a ladrar?- que corrían directamente hacia ellos como alma que lleva el diablo. Sin demasiado entusiasmo, PETER hizo ademán de levantarse, pero LALI le retuvo sujetándole del brazo.
- Yo que usted no me levantaría - Le avisó entre risas - Sólo conseguirá que le tiren al suelo.-
- ¿Qué diablos son? - PETER miró con desconfianza a las bestias que se aproximaban - Parece como si pudieran comerse a Callie de un bocado. Y casi están encima de nosotros.-
- Son nuestros perros. Ya sé que su aspecto es bastante intimidador, pero son dóciles como corderitos. Limítese a quedarse quieto y deje que le olfateen. Se harán íntimos amigos en menos que canta un gallo.-
A PETER no le dio tiempo a contestar. Los tres perros se precipitaron sobre ellos, ladrando, dando lengüetazos y moviendo nerviosamente la cola, y se instauró el caos. Las bestias alternaban entre engullir ávidamente cualquier resto de comida que había quedado sobre la colcha, lamer a los ESPOSITO y ladrar de forma desafiante. PETER se quedó sentado, completamente paralizado, rezando para que el monstruo que le estaba olfateando la oreja no decidiera arrancársela de cuajo al confundirla con unos entremeses.
- ¿Puedo presentarle a nuestros perros, Winky, Pinky y Stinky? - Dijo LALI intentando sin demasiado éxito contener la risa - Chicos, les presento al señor LANZANITIE, nuestro invitado. Espero que lo traten con la máxima amabilidad y consideración.-
A la bestia que estaba justo delante de PETER le faltaba un ojo.
- Supongo que éste es Winky - Tanteó PETER dirigiendo una mirada de reojo a LALI.
- Sí, el pobre Winky perdió un ojo al poco tiempo de nacer. Y éste es Pinky. Callie le puso ese nombre porque, cuando era un cachorro, no tenía pelo, sólo piel de color rosa.-
PETER se contuvo de señalar que Pinky seguía sin tener mucho pelo. Era probablemente el ser más horripilante que PETER había visto en toda su vida.
La tercera bestia se acercó a PETER, restregó el hocico contra su cara y ladró una vez. Sin lugar a dudas, aquel animal era Stinky. El hedor de su aliento casi mareó a PETER. Luego, antes de que él pudiera hacer nada, la bestia le lamió todo el lado de la cara con su lengua viscosa y hedionda.
- ¡Vengan, chicos! - Gritaron Nathan y Andrew.
Recogieron varios palos y corrieron hacia la orilla del lago.
Al cabo de varios segundos, los perros entraban nadando en el agua, persiguiendo con visible entusiasmo los trozos de madera.

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