viernes, 14 de abril de 2017

CAPITULO 14

PETER

- No entiendo porque tú y NICO deben soportarla- dijo lucían sirviéndome otro Martini- es la esposa de su padre no de ustedes.

- Ya sabes porque- dije molesto- mi padre cree que con eso lo hacemos feliz.

- Sí, pero a qué precio.

Estaba en el bar de MARIANO, un lugar acogedor al que siempre he venido, MARIANO es como un padre para NICO y para mi, siempre ha estado con nosotros. El y mi padre son grandes amigos. Siempre que pasaba algo venimos aquí, MARIANO siempre nos da consejos, de los que muy poco seguía a diferencia de NICO que los seguía al pie de la letra.

No pude quedarme en la oficina aunque Mónica se haya ido, no soporto estar en el mismo lugar que ella y era frustrante, no concibo la idea de cómo mi padre pudo haberse enamorado de ella.

- ¿Cómo está la chica?- pregunto MARIANO acercándose otra vez a mí.

- Está bien- un momento…- ¿de qué chica hablas?

- De la que siempre hablas.

- Pero si ya nunca hablo de chicas.

- Piensa y veras- y dicho eso se alejo otra vez.

Yo nunca hablaba de chicas con él, era algo a lo que no le daba mucha importancia, no que las mujeres no se lo merecieran, sino porque no he encontrado la indicada.

Solo recuerdo haber mencionado algo acerca de LALI, pero solo fue cuando le contaba lo de la joyería y los otros tantos incidentes en los que nos veíamos envuelto, en lo altanera que resultaba ser y que en ocasiones creía que ella era la jefa.

Pero solo fue eso.

Iba a decirle a MARIANO que se equivocaba si creía que entre nosotros había algo, cuando me teléfono empezó a vibrar por la alerta de un nuevo correo. Mi teléfono, cuando se trata de LALI siempre tiene una excusa para sonar.

- ¿Qué paso?- pregunto el- ¿más problemas?

- No, solo que tendré que viajar a new york mañana. Erodine y sus juntas sin avisos.

- Es lo que pasa cuando eres importante- contesto el- además, que esa tal Erodine está loca por ti.

- Si como digas. Iré a avisarle a LALI, tendrá que venir conmigo.

- Y eso que no- dijo como para el.

Me abstuve de responder porque se que no le ganaría nunca, es igual de molesto que LALI, lo que me he encontrado yo.

Cuando Salí del lugar ya el cielo había oscurecido considerablemente, revise mi teléfono para ver que ya eran las 7:30 y que ella ya estaría en casa. Solo espero que no se tome a mal la visita y cumpla su sueño de matarme esta noche.

LALI.

El aburrimiento y silencio en la casa era tan grandes que si hubiese podido, me hubiese puesto a llorar en ese mismo instante, pero como no podía- porque tenía que celebrar el departamento estaría para mi sola- decidí tirar mis pertenencias en el sofá y poner a imagine dragons, tenía que disfrutar de los pequeños placeres de la vida, porque duran poco.

La idea de EUGE fuera de la ciudad no me gustaba mucho, porque pronto se casaría y me quedaría sola por siempre- exagerada- debía de estar aquí y compartir al máximo, pero los subordinados solo tenemos que acatar órdenes, que mas.

Decidí darme una ducha antes para estar plena para mi noche de terror, estaba pensando en ver un clásico del terror en Netflix, una que si me haga gritar un poco, no como las de ahora que no me hacen nada. Después de diez minutos en la ducha, me coloque solo una playera que robe hace mucho a mi amigo roy y como era de esperarse me queda lo suficientemente grande para estar en casa.
Después de preparar unas palomitas, dos sándwiches, malteada de helado y un bote de nutella por si me daba mucho miedo- que lo dudaba- me senté frente al amor de mi vida- la TV- y empecé a ver la cartelera de terror. Entre las mejores vi una que si que me daba miedo y era “reflejos” y decidí que tenía el valor suficiente, además de los cojines del sofá para verla.
Los primeros veinte minutos estuvieron fantásticos, pero ya luego empecé a lamentar la elección, de vi ver la ouija o algo de exorcismo, pero no, tenia que hacerme la dura y ponerla y el día en que estaba sola en casa, venga y me de un infarto y muera sola. Lo que rectifica mi punto de las malas decisiones que tomo en la vida.
Unos golpes en la puerta me hacen gritar como loca esquizofrénica, lo que trajo como consecuencia que cayera del sillón y me diera un duro golpe en el muslo derecho- lo que faltaba, con mi poca dignidad me levante con esfuerzo y fui a abrir la puerta.
Si hubiese sido en otras circunstancias hubiera lanzado maldiciones y todas esas cosas que no son bien vistas en personas lindas como yo- sarcasmo- pero esta vez, ver a mi jefe ahí parado con cara de haber visto un muy feo muerto, fue como un alivio, una esperanza de que podía terminar de ver la película con más seguridad.
Dramática.
Como vi que no se movía lo tome de sus frías manos y lo entre a empujones. Lo que pareció hacerlo despertar.
- ¿Por qué gritaste así?- pregunto.
- Será por el susto que me diste al tocar la puerta.
- ¿y yo porque ahora?
En vez de responderle le señale la TV para que viera la película, que estúpidamente olvide pausarla.
- ¿esa película te da miedo?- pregunto el muy estúpido.
- ¿algún problema con eso?- enarque una de mis cejas.
- No, que va.
- Bueno da igual- dije restándole importancia- ven siéntate, te quedaras hasta que acabe.
- Pero yo te venía a decir….
- Hasta que se cabe- lo corte.
Me senté de vuelta al sillón y sostuve entre mis manos otra vez el cojín, maldije internamente por cómo iba vestida y me abofeteé mentalmente por no llevar sostén. El se sentó a mi lado y tomo en sus manos lo que quedaba de palomitas y empezó a comer.
Confianzudo.
Ver la película con el no disminuyo mi miedo en lo mas mínimo, la única diferencia era que sostenía de él cuando gritaba y que le pegaba con el cojín cada vez que se reía de mi, cosa que me proporcionaba cierto placer. Cuando termino la película en lo único que pensaba era que me quedaría sola en el departamento y que no dormiría nadita.
- Te vez realmente mal- dijo cuando pasaban los créditos.
- Calla- sisee.
- Y entonces sola- se burlo- no se como podrás dormir.
- Te querrías morir de una vez para yo poder estar en paz. Por favor- dije entre dientes.
- Bueno no es para tanto- rio- venía a decirte que tienes que viajar conmigo a new york mañana, aso por ti a las nueve.
Dicho esto se iba encaminando a la puerta, mientras admiraba su trasero una mala idea me vino a la mente.
- PETER- lo llame
- ¿sí?- pregunto girándose.
- Tú crees- dije acercándome- que te podrías quedar aquí esta noche para que tu asistente no amanezca muerta mañana.
Puse una de mis caras de niña indefensa para ver si se le ablandaba su feo y negro corazón, permaneció en un silencio que me pareció lúgubre- y yo que ya estaba asustada- con una expresión en su cara de incomprensión súper rara, hablo por fin.
- ¿hablas en serio?- pregunto desconcertado.
- No es como que te este pidiendo la paz mundial- dije en burla- solo es que te quedes para que pueda dormir y asi pueda acompañarte mañana en tu viaje, nada mas.
- Bueno esta bien- dijo después de un momento- ¿Dónde dormiré?
- Pues…- y ahí me di cuenta de mi estupidez, no lo dejaría dormir en el cuarto de EUGE, además no quería dormir sola. Una gran y super mala idea me llego a la mente por segunda vez, y antes de que pudiera arrepentirme la puse en practica- obviamente conmigo.
- Bien- dijo apenas audible.

***
Para su suerte NICO había dejado algo de ropa en el departamento, encontré unos pantalones de pijama que le quedaron un poco cortos pero bien, una franela que le quedaba bastante ajustada y que hacía que a cada momento estuviera pidiendo perdón por mis pensamientos pecaminosos.
Por mi parte busque en mi armario los shorts más cortos que tenia y me lo puse junto a una franela de tirantes ajustada si sostén, intentaba ver hasta donde era capaz de controlare mi jefecito y además, necesitaba algo con lo que entretenerme para no recordar la estúpida película- parezco niña- y al parecer mi plan iba a la perfección.
Cuando Salí del baño el ya estaba acostado del lado izquierdo de la cama- gracias a Dios- y tecleaba en su teléfono, pero cuando sintió que cerré la puerta levanto la vista y una sombra de sorpresa paso tan rápido por su cara que fue remplazada a la misma velocidad por una picara mirada.
Íbamos bien, mientras no se acercara.
Sin decir una palabra me subí del lado derecho de mi cama y me acomode bajo las calientitas sabanas que tenían esta. Las imágenes de la película llegaron a mi cabeza impidiéndome cerrar los ojos. Cuando PETER apago la lámpara que alumbraba toda la habitación, fue mucho peor, por lo que de manera inconsciente- si claro- me gire para encontrarme con sus ojos observándome.
- ¿asustada?- pregunto.
- Más o menos- murmure- ¿Por qué no te duermes?
- Porque me quede para hacerte compañía.
- Te puedes dormir, si me asusto te despierto.
- No creo que eso sería caballeroso. Me quedare hasta que te duermas.
- En ese caso- conteste- prepárate para pasar toda la noche despierto.
- No hay porque, ven te ayudare- dijo y me quede como estúpida- no te are nada que no quieras.

A regañadientes y sabiendo que cometía un grave error me acerque hasta el y con un brazo me aferro hasta que quede con mi cabeza en su cuello y su brazo rodeándome la cintura. Con cu purgar acariciaba lentamente mi espalda produciéndome una serie de escalofríos tortuosamente grandiosos que me hicieron ver estrellitas en la oscuridad.

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