Me sentía plenamente extasiada, había dormido toda la noche y desperté acurrucada en los brazos de CANDE- tenía mucho sin sentir esa sensación- y fue súper agradable, aunque me hubiera gustado que hubiese sido la misma persona de ayer. Encontré en mi teléfono un email sobre el préstamo para la universidad, agradeciéndome por el último pago que había depositado el día anterior y con el que terminaba. Sonreí feliz, el día empezaba relativamente bien.
Caminaba por los pasillos de la empresa, los días que empezaban a si eran más luminosos, a mi punto de vista, salude a todos mientras los miraba como caminaban con rosas rojas en sus manos, de algo me estaba perdiendo, canturree en el ascensor vacio leve ount runs hasta que las puertas se abrieron en mi piso. Me encamine hasta donde susan que también estaba llena de rosas rojas.
- ¿Por qué?- dije señalando las flores
- Ah- dijo aspirando dramáticamente una- olvide decirte el viernes que hoy era el día de la rosa, discúlpame
- ¿el día de la rosa?- pregunte incrédula
- Si, es algo que una antigua gerente de recursos humanos había realizado- contesto- era una forma de armonizar la comunicación y se hizo tradición, vi como te llevaban algunas.
- Entiendo- dije- ¿y que se supone que haces, le regalas flores a todo mundo o solo a los que te caen bien?
- Por decirlo de alguna manera, si- dijo- aunque yo siempre tengo más, esta chica de marketing que tiene ese concurso desde hace tres años, siempre estoy en primer lugar.
- Creída- le dije riendo- bien iré a contar las pocas mías
- Suerte- dijo mientras volvía a colocarme los auriculares, ahora, sonaba la canción de american authors, best day of my life y escuchaba la risa de susan que seguro iba mirando lo mal que bailaba.
Cantando horrible y aun bailando entre en mi espacio "dizque privado" de la empresa, seguí bailoteando y cuando acabo la canción estaba tentada a ponerla otra vez, eso antes de ver todas las flores que llenaban la estancia y como siempre, antes de ver al jefe en MI sillón con una sonrisa que decía, se tu secreto.
Empecé a levantar algunas flores, aun sin hablarle, algunas tenían nombres de compañeros de la empresa, como de los chicos de contabilidad y algunas más que otras decían, te amo, perdóname, lo siento y cosas por ese mismo hilo. Todas ellas firmadas por el PETER. Y está eso que por momentos se me olvida lo mala y perversa que llego a ser.
- Gracias, gracias- dije sentándome en sus piernas y llenándolo de besos
- Recuérdame llenarte de flores todos los días, para que me recibas así- dijo riendo, luego me dio un suave y casto beso- ¿Cómo estás?
- Es un buen día hoy- dije enredando mis dedos en su cabello- aunque aun estoy molesta contigo
- ¿de verdad?- pregunto incrédulo- es que no parece
- Es solo la emoción del momento- dije sonriendo- en un rato te mirare mal, no desesperes
- Eres todo un caso perdido- murmuro aspirando mi cabello- siento lo de anoche
- Lo sé y deberías- dije- ahora largo, tengo un trabajo que mantener.
Después de una ronda de besos sugerentes se digno a salir de mi estancia, volví a bailar de la emoción, cosa obvia y después llame a susan por el teléfono interno para decirle, que posiblemente, perdía el trono este año.
Después de almorzar con MERY, en la cafetería de la esquina, me dispuse a trabajar tranquilamente. En el transcurso de la mañana habían llegado por lo menos, dos docenas más de rosas rojas, al parecer era bien popular y no me había dado cuenta. Empecé a navegar en el ordenador, había unos contratos que enviar de algunas fusiones empresariales y no había terminado aun cuando, un email llego al correo.
De: MARIANO MARTINEZ
Para: LALI ESPOSITO
Asunto: Itinerario de reuniones en New York
¡Buenas tardes señorita LALI!
En este correo le adjunto el programa de actividades para las reuniones que empiezan mañana, espero que todo sea del agrado del señor LANZANI.
MARIANO MARTINEZ
Marcus Montgomery
Pd: que sepa, señorita LALI, que estoy ansioso de volver a verla ¡hasta mañana!
Y yo me quede paralizada, horrorizada y aturdida a niveles cósmicos ¿Cómo demonios pude haber olvidado el viaje de mañana? Si, se que con todo lo del embarazo y las cosas como van con PETER, no digo se me olvida el nombre, pero tenía que estar muy, pero que muy mal para que esto se me olvidara.
Me apresure a salir teniendo cuidado en no dañar ni una sola de mis hermosas rosas al pasar, sin tocar entre en la oficina del jefe y lo encontré ojeando unos papeles con susan. Los dos se voltearon a mirarme al mismo tiempo, lo que fue muy gracioso y obviamente me empecé a reír.
- Cuando quieras- dijo PETER- puedes compartir el chiste
- No es nada de importancia- dije tranquilizando la respiración- sigan en lo suyo, por mi ni se preocupen.
- Ya terminamos- dijo susan lanzándome una extraña mirada- permiso- dijo antes de salir.
- ¿pasa algo?- pregunto el
- Pasa y mucho- dije sentándome- resulta que MARIANO, el asistente de la jefa de new york me acaba de enviar un email.
- ¿y que decía?
- No mucho- dije restándole importancia- enviaba el itinerario de actividades de las reuniones a las que iremos allá
- ¿y cuál es el problema?
- Que es mañana
- ¿mañana?- pregunto el levantándose de un salto, no pude evitar volver a reír ¿Qué? Así era yo.
- Aja- dije melosamente- haz tus maletas tenemos que viajar temprano, por suerte ya había reservado los boletos.
Salí antes de que se acercara, ya estaba viendo esa mirada en sus ojos, la que me incitaba hacer cosas perversas, pero ahora no teníamos tiempo para eso, tenía que arreglar todo para el viaje de mañana. Contratos, proyectos a presentar y todo lo relativo a las nuevas fusiones. Entre en mi lugar y encontré aun mas rosas, puse el seguro a la puerta para que nadie molestara y me coloque los audífonos para mas concentración.
Dos horas después, con los ojos achinados mire la pantalla de mi teléfono, la música se había interrumpido por el sonido de una llamada entrante, del fastidioso de PETER.
- ¿Qué?- conteste
- ¿Dónde estás?- pregunto con voz preocupada
- Trabajando- dije dramáticamente
- Está cerrado con llave
- Si lo sé- dije aburrida
- ¿Por qué?
- Porque si- dije- ¿Qué quieres?
- Entregarte algunas cosas ¿me abres?
Le colgué y perezosamente me levante para abrir la puerta, ahí estaba de pie, con el cabello alborotado y con expresión cansada, al parecer sí que me estaba buscando, entro y cerró la puerta, en tres pasos llego hasta donde estaba y como ya se le había hecho costumbre, agarro mi cabeza y me dio un magnifico beso.
Cuando terminó, me quede tan embobada que me toco sacudir la cabeza para volver en sí.
- ¿a qué debo el honor?- pregunte desconcertada
- Digamos que me desespere un poco- dijo sonriendo levemente
- ¿solo un poco?- me hice la ofendida- pensaba que me querías
- Y así es- dijo acariciando mi mejilla- te quería, te quiero y te seguiré queriendo siempre- y a mí como que me iba a dar algo, mi corazón que aun no se recuperaba del beso, aumento más el ritmo.
- Me alegra escuchar eso- dije y me lance a sus brazos y como en la mañana, le bese toda la cara- digamos que te creo.
- Con lo de ahora no solo pienso que me crees- dijo riendo- sino que también me quieres.
- Eres el más grande engreído- dije riendo.
- Pero soy tu engreído- dijo besándome nuevamente, después de unos segundos me separe
- Creo que si sigues por dónde vas, no podremos presentar nada mañana, así que sal, tengo trabajo que hacer y un concurso que ganar.
- Susan me dijo algo de eso hace un rato.
- No te preocupes- dije sacándolo a empujones- te compartiré del premio- le cerré la puerta en la cara y me lance a reír, valla día.
Cuando el reloj marcaba las 5:45 PM, entro la chica de mercadotecnia- de la que no recordaba el nombre- y me reí al ver su expresión de estupefacción al ver mis hermosas flores, después de charlar un momento dijo que no hacía falta de buscar mas y que yo era la ganadora, mi premio era un vale para un spa que había a algunas manzanas de la casa de MERY y vencía en 15 días.
Volví a celebrar bailando y después seriamente termine todo el trabajo que faltaba, el viaje ya estaba listo. Con ayuda de uno de los guardia de seguridad, baje hasta mi auto más de la mitad de las flores, lo que nos costó dos viajes, con el último de ellos, caminamos los dos con las cabezas en alto como si dijéramos "sufran infelices" lo que resulto ser muy divertido. Tenía que juntarme con el Carlos más a menudo.
Y como hoy era el día de las risas, no falto las carcajadas con lágrimas incluidas al ver las caras de EUGE y CANDE, fue épico. Le conté lo del día de las flores, el vale que había ganado y por supuesto, que las mayorías me las regalo PETER.
- Es tan patético- suspiro CANDE
- Lo sé, lo sé- le conteste- ah tenía que contarles algo que había olvidado.
- ¿Qué pasa?- dijo EUGE colocando un recipiente con pastas para cenar- no me digas que decidiste irte a vivir con el padre de la criatura
- Lávate la boca hija- conteste tomando una porción- se me había olvidado por completo que mañana era el viaje a new york
- ¿queee?- grito CANDE mientras EUGE y yo rodábamos los ojos, eso que la dramática soy yo- se va con el cuasi marido y no nos había contado, fíjate
- El no es mi cuasi marido ubícate dramática- proteste- además es por negocios
- Te recuerdo hermana- intervino EUGE- que de un viaje de negocios como ese, tendrás un hijo.
- ¡Como sea!- dije- el caso es que me iré temprano, no lloren por mi
- ¿llorar?- rio CANDE- tendré tu habitación a mi disposición no seas boba.
- Malditas
Seguimos así entre charlas y peleas hasta que no podía levantar los parpados del sueño, me arrastre a la habitación, y me tire en mi cómoda cama, abrace mi almohada, aspire para decepcionarme al no encontrar el rico aroma de PETER, pero lo supere al escuchar el pitido de mi teléfono. Al principio creí que era un mensaje de POLI pero me sorprendí al ver que era del jefecito.
No sabes cómo me gustaría que estuvieras a mi lado en este momento, pero al pensar en mañana me tranquilizo. Ten dulces sueños, preciosa. Te ama, el engreído de tu jefe.
¿Y cómo no tenerlos? Pensé, me quede dormida con una estúpida sonrisa en mis labios y no me sorprendió, al despertar por la alarma, recordar cómo había soñado con el jefe, por suerte eran sueños sanos.
Me estire tanto, que me dolieron los brazos por el esfuerzo, me arrastre hasta el baño y me arregle la mas que pude, después de un baño me vestí con unos pantalones ajustados negros y una blusa gris que amo, me coloque el pelo en una coleta y después de tomar las cosas que había preparado para llevarme en la mini maleta de la otra vez, Salí para buscar al amor de mi vida.
En la cocina obviamente.
CANDELA y EUGE aun no se habían levantado por lo que fabuloso, lo que se podría decir fabuloso no fue mi desayuno. Me limite a comer cereales con leche mientras veía la tv. Diez minutos después, escuche unos golpes en la puerta, tome mis cosas, le lance un beso a la tv y no me despedí de mis amigas, total, deseando estaban que me fuera.
Abrí y me encontré con el otro amor de mi vida ¿Qué? Lo era, aunque no lo dijera muy a menudo o no lo dijera nunca, la vida es dura, el tendría ya que saberlo. En fin, que estaba vestido similar a mí, con unos ajustados pantalones que, santo... hacían a cualquiera tener malos pensamientos, la diferencia era que su camiseta era blanca.
Nos dimos un corto beso antes de caminar hasta la salida, el, todo un caballero, tomo mi equipaje y poso su mano libre en mi cadera, me reí, porque con su caminar tan peculiar de soy el rey del mundo que tenia, sosteniéndome así le cambiaba el nombre, soy el rey del mundo y esta mi reina.
Y que me mataran si diría que eso no se sentía genial.
A las 7:20 AM tomamos un avión en dirección a new york, PETER estaba a mi lado leyendo uno de sus muy aburridos libros, mientras yo escuchaba dos de los mejores álbumes de imagine dragons con una estúpida sonria en los labios. Esta vez, este viaje era muy, pero muy diferente. Y me sentía encantada.
Caminaba por los pasillos de la empresa, los días que empezaban a si eran más luminosos, a mi punto de vista, salude a todos mientras los miraba como caminaban con rosas rojas en sus manos, de algo me estaba perdiendo, canturree en el ascensor vacio leve ount runs hasta que las puertas se abrieron en mi piso. Me encamine hasta donde susan que también estaba llena de rosas rojas.
- ¿Por qué?- dije señalando las flores
- Ah- dijo aspirando dramáticamente una- olvide decirte el viernes que hoy era el día de la rosa, discúlpame
- ¿el día de la rosa?- pregunte incrédula
- Si, es algo que una antigua gerente de recursos humanos había realizado- contesto- era una forma de armonizar la comunicación y se hizo tradición, vi como te llevaban algunas.
- Entiendo- dije- ¿y que se supone que haces, le regalas flores a todo mundo o solo a los que te caen bien?
- Por decirlo de alguna manera, si- dijo- aunque yo siempre tengo más, esta chica de marketing que tiene ese concurso desde hace tres años, siempre estoy en primer lugar.
- Creída- le dije riendo- bien iré a contar las pocas mías
- Suerte- dijo mientras volvía a colocarme los auriculares, ahora, sonaba la canción de american authors, best day of my life y escuchaba la risa de susan que seguro iba mirando lo mal que bailaba.
Cantando horrible y aun bailando entre en mi espacio "dizque privado" de la empresa, seguí bailoteando y cuando acabo la canción estaba tentada a ponerla otra vez, eso antes de ver todas las flores que llenaban la estancia y como siempre, antes de ver al jefe en MI sillón con una sonrisa que decía, se tu secreto.
Empecé a levantar algunas flores, aun sin hablarle, algunas tenían nombres de compañeros de la empresa, como de los chicos de contabilidad y algunas más que otras decían, te amo, perdóname, lo siento y cosas por ese mismo hilo. Todas ellas firmadas por el PETER. Y está eso que por momentos se me olvida lo mala y perversa que llego a ser.
- Gracias, gracias- dije sentándome en sus piernas y llenándolo de besos
- Recuérdame llenarte de flores todos los días, para que me recibas así- dijo riendo, luego me dio un suave y casto beso- ¿Cómo estás?
- Es un buen día hoy- dije enredando mis dedos en su cabello- aunque aun estoy molesta contigo
- ¿de verdad?- pregunto incrédulo- es que no parece
- Es solo la emoción del momento- dije sonriendo- en un rato te mirare mal, no desesperes
- Eres todo un caso perdido- murmuro aspirando mi cabello- siento lo de anoche
- Lo sé y deberías- dije- ahora largo, tengo un trabajo que mantener.
Después de una ronda de besos sugerentes se digno a salir de mi estancia, volví a bailar de la emoción, cosa obvia y después llame a susan por el teléfono interno para decirle, que posiblemente, perdía el trono este año.
Después de almorzar con MERY, en la cafetería de la esquina, me dispuse a trabajar tranquilamente. En el transcurso de la mañana habían llegado por lo menos, dos docenas más de rosas rojas, al parecer era bien popular y no me había dado cuenta. Empecé a navegar en el ordenador, había unos contratos que enviar de algunas fusiones empresariales y no había terminado aun cuando, un email llego al correo.
De: MARIANO MARTINEZ
Para: LALI ESPOSITO
Asunto: Itinerario de reuniones en New York
¡Buenas tardes señorita LALI!
En este correo le adjunto el programa de actividades para las reuniones que empiezan mañana, espero que todo sea del agrado del señor LANZANI.
MARIANO MARTINEZ
Marcus Montgomery
Pd: que sepa, señorita LALI, que estoy ansioso de volver a verla ¡hasta mañana!
Y yo me quede paralizada, horrorizada y aturdida a niveles cósmicos ¿Cómo demonios pude haber olvidado el viaje de mañana? Si, se que con todo lo del embarazo y las cosas como van con PETER, no digo se me olvida el nombre, pero tenía que estar muy, pero que muy mal para que esto se me olvidara.
Me apresure a salir teniendo cuidado en no dañar ni una sola de mis hermosas rosas al pasar, sin tocar entre en la oficina del jefe y lo encontré ojeando unos papeles con susan. Los dos se voltearon a mirarme al mismo tiempo, lo que fue muy gracioso y obviamente me empecé a reír.
- Cuando quieras- dijo PETER- puedes compartir el chiste
- No es nada de importancia- dije tranquilizando la respiración- sigan en lo suyo, por mi ni se preocupen.
- Ya terminamos- dijo susan lanzándome una extraña mirada- permiso- dijo antes de salir.
- ¿pasa algo?- pregunto el
- Pasa y mucho- dije sentándome- resulta que MARIANO, el asistente de la jefa de new york me acaba de enviar un email.
- ¿y que decía?
- No mucho- dije restándole importancia- enviaba el itinerario de actividades de las reuniones a las que iremos allá
- ¿y cuál es el problema?
- Que es mañana
- ¿mañana?- pregunto el levantándose de un salto, no pude evitar volver a reír ¿Qué? Así era yo.
- Aja- dije melosamente- haz tus maletas tenemos que viajar temprano, por suerte ya había reservado los boletos.
Salí antes de que se acercara, ya estaba viendo esa mirada en sus ojos, la que me incitaba hacer cosas perversas, pero ahora no teníamos tiempo para eso, tenía que arreglar todo para el viaje de mañana. Contratos, proyectos a presentar y todo lo relativo a las nuevas fusiones. Entre en mi lugar y encontré aun mas rosas, puse el seguro a la puerta para que nadie molestara y me coloque los audífonos para mas concentración.
Dos horas después, con los ojos achinados mire la pantalla de mi teléfono, la música se había interrumpido por el sonido de una llamada entrante, del fastidioso de PETER.
- ¿Qué?- conteste
- ¿Dónde estás?- pregunto con voz preocupada
- Trabajando- dije dramáticamente
- Está cerrado con llave
- Si lo sé- dije aburrida
- ¿Por qué?
- Porque si- dije- ¿Qué quieres?
- Entregarte algunas cosas ¿me abres?
Le colgué y perezosamente me levante para abrir la puerta, ahí estaba de pie, con el cabello alborotado y con expresión cansada, al parecer sí que me estaba buscando, entro y cerró la puerta, en tres pasos llego hasta donde estaba y como ya se le había hecho costumbre, agarro mi cabeza y me dio un magnifico beso.
Cuando terminó, me quede tan embobada que me toco sacudir la cabeza para volver en sí.
- ¿a qué debo el honor?- pregunte desconcertada
- Digamos que me desespere un poco- dijo sonriendo levemente
- ¿solo un poco?- me hice la ofendida- pensaba que me querías
- Y así es- dijo acariciando mi mejilla- te quería, te quiero y te seguiré queriendo siempre- y a mí como que me iba a dar algo, mi corazón que aun no se recuperaba del beso, aumento más el ritmo.
- Me alegra escuchar eso- dije y me lance a sus brazos y como en la mañana, le bese toda la cara- digamos que te creo.
- Con lo de ahora no solo pienso que me crees- dijo riendo- sino que también me quieres.
- Eres el más grande engreído- dije riendo.
- Pero soy tu engreído- dijo besándome nuevamente, después de unos segundos me separe
- Creo que si sigues por dónde vas, no podremos presentar nada mañana, así que sal, tengo trabajo que hacer y un concurso que ganar.
- Susan me dijo algo de eso hace un rato.
- No te preocupes- dije sacándolo a empujones- te compartiré del premio- le cerré la puerta en la cara y me lance a reír, valla día.
Cuando el reloj marcaba las 5:45 PM, entro la chica de mercadotecnia- de la que no recordaba el nombre- y me reí al ver su expresión de estupefacción al ver mis hermosas flores, después de charlar un momento dijo que no hacía falta de buscar mas y que yo era la ganadora, mi premio era un vale para un spa que había a algunas manzanas de la casa de MERY y vencía en 15 días.
Volví a celebrar bailando y después seriamente termine todo el trabajo que faltaba, el viaje ya estaba listo. Con ayuda de uno de los guardia de seguridad, baje hasta mi auto más de la mitad de las flores, lo que nos costó dos viajes, con el último de ellos, caminamos los dos con las cabezas en alto como si dijéramos "sufran infelices" lo que resulto ser muy divertido. Tenía que juntarme con el Carlos más a menudo.
Y como hoy era el día de las risas, no falto las carcajadas con lágrimas incluidas al ver las caras de EUGE y CANDE, fue épico. Le conté lo del día de las flores, el vale que había ganado y por supuesto, que las mayorías me las regalo PETER.
- Es tan patético- suspiro CANDE
- Lo sé, lo sé- le conteste- ah tenía que contarles algo que había olvidado.
- ¿Qué pasa?- dijo EUGE colocando un recipiente con pastas para cenar- no me digas que decidiste irte a vivir con el padre de la criatura
- Lávate la boca hija- conteste tomando una porción- se me había olvidado por completo que mañana era el viaje a new york
- ¿queee?- grito CANDE mientras EUGE y yo rodábamos los ojos, eso que la dramática soy yo- se va con el cuasi marido y no nos había contado, fíjate
- El no es mi cuasi marido ubícate dramática- proteste- además es por negocios
- Te recuerdo hermana- intervino EUGE- que de un viaje de negocios como ese, tendrás un hijo.
- ¡Como sea!- dije- el caso es que me iré temprano, no lloren por mi
- ¿llorar?- rio CANDE- tendré tu habitación a mi disposición no seas boba.
- Malditas
Seguimos así entre charlas y peleas hasta que no podía levantar los parpados del sueño, me arrastre a la habitación, y me tire en mi cómoda cama, abrace mi almohada, aspire para decepcionarme al no encontrar el rico aroma de PETER, pero lo supere al escuchar el pitido de mi teléfono. Al principio creí que era un mensaje de POLI pero me sorprendí al ver que era del jefecito.
No sabes cómo me gustaría que estuvieras a mi lado en este momento, pero al pensar en mañana me tranquilizo. Ten dulces sueños, preciosa. Te ama, el engreído de tu jefe.
¿Y cómo no tenerlos? Pensé, me quede dormida con una estúpida sonrisa en mis labios y no me sorprendió, al despertar por la alarma, recordar cómo había soñado con el jefe, por suerte eran sueños sanos.
Me estire tanto, que me dolieron los brazos por el esfuerzo, me arrastre hasta el baño y me arregle la mas que pude, después de un baño me vestí con unos pantalones ajustados negros y una blusa gris que amo, me coloque el pelo en una coleta y después de tomar las cosas que había preparado para llevarme en la mini maleta de la otra vez, Salí para buscar al amor de mi vida.
En la cocina obviamente.
CANDELA y EUGE aun no se habían levantado por lo que fabuloso, lo que se podría decir fabuloso no fue mi desayuno. Me limite a comer cereales con leche mientras veía la tv. Diez minutos después, escuche unos golpes en la puerta, tome mis cosas, le lance un beso a la tv y no me despedí de mis amigas, total, deseando estaban que me fuera.
Abrí y me encontré con el otro amor de mi vida ¿Qué? Lo era, aunque no lo dijera muy a menudo o no lo dijera nunca, la vida es dura, el tendría ya que saberlo. En fin, que estaba vestido similar a mí, con unos ajustados pantalones que, santo... hacían a cualquiera tener malos pensamientos, la diferencia era que su camiseta era blanca.
Nos dimos un corto beso antes de caminar hasta la salida, el, todo un caballero, tomo mi equipaje y poso su mano libre en mi cadera, me reí, porque con su caminar tan peculiar de soy el rey del mundo que tenia, sosteniéndome así le cambiaba el nombre, soy el rey del mundo y esta mi reina.
Y que me mataran si diría que eso no se sentía genial.
A las 7:20 AM tomamos un avión en dirección a new york, PETER estaba a mi lado leyendo uno de sus muy aburridos libros, mientras yo escuchaba dos de los mejores álbumes de imagine dragons con una estúpida sonria en los labios. Esta vez, este viaje era muy, pero muy diferente. Y me sentía encantada.
Necesito que sean mas tiernitos.
ResponderEliminarMña maratoooon:)