Buenos días susan ¿LALI aun no se ha ido a almorzar?- dije mientras pasaba por su lado.
- Buenos días señor- contesto- salió hace algunos minutos, pero estaba desesperada porque llegara, dijo que tenía que hablar sobre su muerte oh algo así.
- Típico de ella- conteste antes de seguir caminando.
Decidí trabajar mientras esperaba que LALI llegara, no soportaba tener que llegar tarde a la oficina, simplemente no soportaba nada que tuviera que ver directa o indirectamente con Mónica, la sola idea de estar cerca de ella me enfermaba y más aun que la estúpida de su hija llegaba hoy de Francia.
Tenía que hablar con mi padre- se agrandaba la lista de cosas por hablar- y aunque eso determinara nuestra relación debía de ser claro con el de una vez por todas, no le reprocho que este con ella, lo que me molesta es que quiera que nosotros la aceptemos como una madre, cosa que no pasaría nunca.
Escuche unos golpes en la puerta y automáticamente sonreí por la idea de ver a LALI, aun no la había visto y el día se sentía odiosamente largo.
- Adelante
- Hola bonito- dijo una chillona voz, automáticamente levante la cabeza para ver a la estúpida de MARTINA entrar en mi oficina- ¿me extrañaste?
- No sabes lo feliz que era hasta este momento- dije borrando mi sonrisa- ¿Qué demonios haces aquí? ¿ya te cansaste de molestar a mi padre?
- Eres el peor hermanastro del mundo- dijo ridículamente- esperaba que me recibieras de mejor manera.
- Dime qué quieres para que te puedas ir de una vez.
- Ya sabes bien lo que quiero- dijo pasando hasta donde yo estaba sentado, yo ni siquiera me moleste en moverme, conocía la estupidez de sus juegos- aunque te niegas a dármelo, no puedes dudar que tambien tienes ganas.
- Si tengo muchas ganas, pero de sacarte a rastras de aquí.
PETER- dijo dejando un beso en mi cuello y sentí como se abría la puerta en ese momento.
- Por fin te apareces idiota, tenemos que…- no pudo termina su oración y yo quise morir en ese mismo instante.
- ¿Quién eres?- pregunto MARTINA.
- Que te importa- le respondió ella en tono burlón- perdón por entrar no sabía que estabas… entreteniéndote.
- No digas estupideces LALI, esta es la hija de Mónica y…- no me dejo terminar.
- No tienes que explicarme nada, yo solo soy tu empleada- dijo tan calmadamente que sentí un fuerte dolor en mi pecho.
- Si eso, empleadita, bien que sabes cual es tu lugar.
- Y no quieras que me acerque para que veas que lindo es el piso a donde perteneces. Furcia barata.
- MARTINA, ya basta- dije- lárgate a molestar a otro.
- Pero ella es que me esta ofendiendo- dijo ridículamente.
- Porque puedo regalada y el no puede decirme nada porque sino también le toca, además me da mucho asco ver esto y me voy para no vomitar. Ah y la próxima vez aseguren la puerta.
Dicho esto salió de la oficina cerrando nuevamente, por mi parte me deje caer en el sillón y atrape mi rostro entre mis manos, volvía a pasar joder, vivía a hacerle daño. La estúpida de MARTINA volvió a parlotear, solo hizo falta levantar la cabeza para que ella saliera huyendo de mi oficina, en otros momentos esto hubiese sido de lo más gracioso, pero ahora no tenía ganas ni de respirar. Cualquier tipo de oportunidad había sido reducida en estos momentos.
Fui hasta su oficina y la encontré con sus auriculares puestos, trato de disimular al quitarse una lagrima y yo hice como que no lo había visto, me dolía como nada en el mundo, más que cuando paso lo de mi madre.
- Es la hija de Mónica- dije al silencio.
- ¿y?- contesto sin levantar la vista del ordenador.
- Siempre ha querido ser más que mi hermanastra.
- ¿y a mí eso debe importarme?- pregunto lacerándome con una mirada llena de dolor.
- Me importa lo que pienses- dije acercándome- mas si es algo que intervenga entre nosotros.
- - ¿perdón, que?- dijo levantándose- no te confundas, nunca hubo y no por mi culpa y tampoco abra un nosotros, que te quede realmente claro y si vas a seguir hablando de cómo el bulto de silicona de tu “hermanastra” te succionaba el cuello, sal en este momento.
- No me iré hasta que solucionemos esto
- ¡Genial entonces! - sonrió falsamente- pues me voy yo.
Salió de la oficina dando bandazos, odiaba cuando huía de los problemas y más si estos tenían que ver conmigo. Con tantas cosas nunca me dijo lo que tan nerviosa la tenia.
LALI
Me apresure a salir de ahí, ya en la calle comencé a deambular sin rumbo fijo, lo tenía decidido, no le diría nada a PETER por el momento, pero tendría que decírselo después porque sería difícil no notarlo (valla la observación del año, me darían el nobel por eso). No me permití sufrir más de la cuenta por la escenita, sabía que me decía la verdad en cuanto a que era la hija de Mónica y, si esta siliconada era igual de insufrible que su madre, no se podría dudar que sea una arpía venenosa.
Pero eso no se lo iba a decir a él, claro que no, lo dejaría pensando cosas que no son, que se martirice. Que se muera en la ignorancia, de igual forma no serviría de nada pues él y yo no tenemos ningún tipo de futuro juntos, por ahora solo nos atan el trabajo, la criatura y las ganas que tengo de matarlo en estos momentos, pensándolo bien, tal vez si lo golpeo me sienta mejor.
Lo pensare para más tarde.
A los diez minutos y solo con tres manzanas recorridas ya me sentía de lo más cansada, caminar no era para mí y por lo visto para el minimi tampoco, aun eran las dos de la tarde y tenía uno que otro trabajo que hacer, por lo que di media vuelta y volví a la oficina.
- Te vez fatal- me dijo susan al entrar en la gran-mini cocina.
- Es la edad- dramatice- cada día estoy mas vieja.
- Es un mal de amor déjate de estupideces- remarcó ella- puede que no digan nada pero se notan muchas cosas.
- Estas mal- dije saliendo apresuradamente.
Con un enorme café me puse en lo mío, trabajo, me coloque los auriculares y me puse a escuchar música motivadora, best day of my life, uptown funk de bruno mars, love rouns out de one republic y más de esas que me encantaban de lo lindo. Yo estaba quela cabeza la movía al ritmo de todas ellas, cuando no daba golpecitos en la mesa, hasta llegue a cantar y cada vez que alzaba un poco la voz levantaba la vista y me reía sola. Lo admito, me escape de un manicomio para psicóticos y me hago pasar por una linda y buena persona.
Cuando sonó happy de pharrell willians, no lo pude aguantar más, desconecte los auriculares y me levante para empezar a moverme- malo pero con sentimiento- por toda la oficina y estaba así como en una burbuja, me sentía como en una burbuja, porque a pesar de todas mis peleas y problemas aun era feliz y con un pequeño minimi dentro de mí, que también aunque no esté con su padre también sería feliz y bailaríamos juntos esta canción algún día. Me permití soñar despierta, como tenía tiempo que no lo hacía- solo soñaba con el cuerpito de mi jefe- y realmente me sentí feliz, loca o desquiciada tenía motivos grande para estarlo aunque cuando saliera por esa puerta se esfumara.
O antes de salir.
- ¿se te perdió algo?- pregunte girándome para quedar frente a mi jefe, que se encontraba con una hermosa sonrisa y brazos cruzados en el umbral de la puerta.
- Quería ser parte de tu felicidad- y lo eres pensé.
- Pues no, ya se acabo así que no hay más que ver- le dije con una sonrisa (no pude evitarlo)- así que shu, fuera, lejos
- No antes de que me digas si estamos bien- dijo acercándose.
- ¿bien porque?
- Con lo de MARTINA contesto.
- Te dije que me daba lo mismo.
- No es cierto.
- Si, si lo es- conteste- y como no te vayas ahora sí que me va a dar para que me importe, pero para darte golpes. No me tientes, que ganas nunca me han faltado.
- Si te hace sentir bien dejare que lo hagas- dijo acercándose peligrosamente.
- Si me das permiso no me motivas, así que sal, que algunos tenemos que ganarnos el sustento tra-ba-jan-do.
- Lo siento mucho LALI- suspiro- en serio, por todo, se que te he hecho daño y que…
- Por ahí no te vayas- lo interrumpí- ahora sal de una vez.
Abrió la boca para replicar, pero lo fulmine con la mirada- mi encanto y yo- maldijo por lo bajo, se acerco mas y por acto reflejo di un paso atrás, el se percato y sonrió –maldito sea- me agarro ambos lados de la cara y me planto un beso, uno de esos que te dejan suspendida en el aire. Cuando estuvo por terminarlo, lo agarre entonces yo y marque mi propio ritmo, dejándolo entonces a él en el aire.
- Eres una maldita- susurro- pero me gusta
- Podemos jugar el mismo juego recuerda- le dije mientras lo veía perplejo- ahora sal y no digas nada.
- Cuando quieras puedes jugar conmigo- dijo antes de salir.
No me quedo más que reírme por sus ocurrencias, que siga soñando, que soñar es gratis.
Al llegar a casa le pedí a MERY que fuera para tener nuestra importante reunión, cuando decíamos así, sabíamos que el tema a tratar sería muy, pero muy serio. NICO ya estaba en casa por lo que también se lo contaría, eso sí, que si le decía algo al hermano, juro que lo mato. Pero es que en todo este tiempo el ha sido un gran amigo y no por ser familia del inútil le quitaría ese lugar.
MERY no se tomo ni media hora en el transcurso de ir a su casa, cambiarse de ropa e ir a la mía, eficiencia en niveles superiores, yo estaba de lo más tranquila pues tenía a mi lado a dos de mis amores, a mi derecha un sándwich súper grande y a la izquierda zumo de naranja, nada podía ir mal.
- Cuando quieras hablas de tu tema importante- dijo EUGE impaciente.
- La paciencia es una virtud- canturreé.
- Solo para ti que eres que sabes de qué trata.
- Está bien ya- dije a la defensiva- los he reunido aquí para hablar sobre mis exámenes médicos- dije tomando el vaso entre mis manos.
Oh vaso dame la fuerza que necesito.
- No me digas que tienes una grave enfermedad- dijo MERY- porque mejor te la tragas tú solita.
- Que considerada eh- dramatice- eres la peor hermana de la historia de la hermandad.
- Prosigamos- dijo NICO un poco nervioso.
- si bueno- comencé- resulta que el doctor que me atendió está como quiere, es todo un ahg… no tengo palabras y es…
- Al punto- dijo NICO- no me interesa saber del doctor.
- Aguafiestas, en fin que todas las pruebas salieron bien. Demasiado bien podríamos decir.
- ¿Cuál es el problema entonces?- pregunto EUGE
- No es ningún problema- hice gestos con mi mano libre restándole importancia- es que lo que salió en los resultados es que estoy… bueno… este embarazada, si eso.
Todos se quedaron mirándome sin decir palabra, el primero fue NICO en soltar una carcajada, le seguí yo porque fue inevitable y luego las otras dos, permanecimos riéndonos un buen rato hasta que tuve que limpiarme las lágrimas, fue hermoso.
- No puedes decir que tendremos reunión, si será una broma, bien que lo sabes mana- dijo EUGE componiéndose.
- Les aseguro- dije dramáticamente- que no es ninguna broma- Dicho esto le lance los estudios médicos como los hombres le lanzan dinero a las mujeres para que se desnuden- mañana tengo que ir con una ginecóloga para ver de cuanto estoy y esas cosas que hacen las embarazadas.
- Es imposible- murmuro MERY- tienes la vacuna.
- Eso le dije al amor de mi vida, pero al parecer puede fallar.
- Espera- dijo NICO- ¿ya le dijiste a PETER?
- Claro que no- dije entornando lo ojos- y ninguno de ustedes lo hará.
- ¿Y quién es el amor de tu vida entonces?- pregunto MARY
- El doctor- dije como lo más obvio del mundo- además se ofreció para ser el padre de minimi. Y lo estoy considerando- dije en broma.
- La estamos perdiendo- murmuro EUGE.
- Hace tiempo que lo hicieron- dije levantándome- y ahora que me quite uno de los pesos de encima, mi hermosa cena, minimi y yo iremos a buscar más zumo.
Permanecimos mucho tiempo discutiendo de las posibilidades del sexo de minimi, de cómo lo llevaríamos y de lo más importante y que me asustaba sobre manera, como rayos se lo diria a PETER.
- Buenos días señor- contesto- salió hace algunos minutos, pero estaba desesperada porque llegara, dijo que tenía que hablar sobre su muerte oh algo así.
- Típico de ella- conteste antes de seguir caminando.
Decidí trabajar mientras esperaba que LALI llegara, no soportaba tener que llegar tarde a la oficina, simplemente no soportaba nada que tuviera que ver directa o indirectamente con Mónica, la sola idea de estar cerca de ella me enfermaba y más aun que la estúpida de su hija llegaba hoy de Francia.
Tenía que hablar con mi padre- se agrandaba la lista de cosas por hablar- y aunque eso determinara nuestra relación debía de ser claro con el de una vez por todas, no le reprocho que este con ella, lo que me molesta es que quiera que nosotros la aceptemos como una madre, cosa que no pasaría nunca.
Escuche unos golpes en la puerta y automáticamente sonreí por la idea de ver a LALI, aun no la había visto y el día se sentía odiosamente largo.
- Adelante
- Hola bonito- dijo una chillona voz, automáticamente levante la cabeza para ver a la estúpida de MARTINA entrar en mi oficina- ¿me extrañaste?
- No sabes lo feliz que era hasta este momento- dije borrando mi sonrisa- ¿Qué demonios haces aquí? ¿ya te cansaste de molestar a mi padre?
- Eres el peor hermanastro del mundo- dijo ridículamente- esperaba que me recibieras de mejor manera.
- Dime qué quieres para que te puedas ir de una vez.
- Ya sabes bien lo que quiero- dijo pasando hasta donde yo estaba sentado, yo ni siquiera me moleste en moverme, conocía la estupidez de sus juegos- aunque te niegas a dármelo, no puedes dudar que tambien tienes ganas.
- Si tengo muchas ganas, pero de sacarte a rastras de aquí.
PETER- dijo dejando un beso en mi cuello y sentí como se abría la puerta en ese momento.
- Por fin te apareces idiota, tenemos que…- no pudo termina su oración y yo quise morir en ese mismo instante.
- ¿Quién eres?- pregunto MARTINA.
- Que te importa- le respondió ella en tono burlón- perdón por entrar no sabía que estabas… entreteniéndote.
- No digas estupideces LALI, esta es la hija de Mónica y…- no me dejo terminar.
- No tienes que explicarme nada, yo solo soy tu empleada- dijo tan calmadamente que sentí un fuerte dolor en mi pecho.
- Si eso, empleadita, bien que sabes cual es tu lugar.
- Y no quieras que me acerque para que veas que lindo es el piso a donde perteneces. Furcia barata.
- MARTINA, ya basta- dije- lárgate a molestar a otro.
- Pero ella es que me esta ofendiendo- dijo ridículamente.
- Porque puedo regalada y el no puede decirme nada porque sino también le toca, además me da mucho asco ver esto y me voy para no vomitar. Ah y la próxima vez aseguren la puerta.
Dicho esto salió de la oficina cerrando nuevamente, por mi parte me deje caer en el sillón y atrape mi rostro entre mis manos, volvía a pasar joder, vivía a hacerle daño. La estúpida de MARTINA volvió a parlotear, solo hizo falta levantar la cabeza para que ella saliera huyendo de mi oficina, en otros momentos esto hubiese sido de lo más gracioso, pero ahora no tenía ganas ni de respirar. Cualquier tipo de oportunidad había sido reducida en estos momentos.
Fui hasta su oficina y la encontré con sus auriculares puestos, trato de disimular al quitarse una lagrima y yo hice como que no lo había visto, me dolía como nada en el mundo, más que cuando paso lo de mi madre.
- Es la hija de Mónica- dije al silencio.
- ¿y?- contesto sin levantar la vista del ordenador.
- Siempre ha querido ser más que mi hermanastra.
- ¿y a mí eso debe importarme?- pregunto lacerándome con una mirada llena de dolor.
- Me importa lo que pienses- dije acercándome- mas si es algo que intervenga entre nosotros.
- - ¿perdón, que?- dijo levantándose- no te confundas, nunca hubo y no por mi culpa y tampoco abra un nosotros, que te quede realmente claro y si vas a seguir hablando de cómo el bulto de silicona de tu “hermanastra” te succionaba el cuello, sal en este momento.
- No me iré hasta que solucionemos esto
- ¡Genial entonces! - sonrió falsamente- pues me voy yo.
Salió de la oficina dando bandazos, odiaba cuando huía de los problemas y más si estos tenían que ver conmigo. Con tantas cosas nunca me dijo lo que tan nerviosa la tenia.
LALI
Me apresure a salir de ahí, ya en la calle comencé a deambular sin rumbo fijo, lo tenía decidido, no le diría nada a PETER por el momento, pero tendría que decírselo después porque sería difícil no notarlo (valla la observación del año, me darían el nobel por eso). No me permití sufrir más de la cuenta por la escenita, sabía que me decía la verdad en cuanto a que era la hija de Mónica y, si esta siliconada era igual de insufrible que su madre, no se podría dudar que sea una arpía venenosa.
Pero eso no se lo iba a decir a él, claro que no, lo dejaría pensando cosas que no son, que se martirice. Que se muera en la ignorancia, de igual forma no serviría de nada pues él y yo no tenemos ningún tipo de futuro juntos, por ahora solo nos atan el trabajo, la criatura y las ganas que tengo de matarlo en estos momentos, pensándolo bien, tal vez si lo golpeo me sienta mejor.
Lo pensare para más tarde.
A los diez minutos y solo con tres manzanas recorridas ya me sentía de lo más cansada, caminar no era para mí y por lo visto para el minimi tampoco, aun eran las dos de la tarde y tenía uno que otro trabajo que hacer, por lo que di media vuelta y volví a la oficina.
- Te vez fatal- me dijo susan al entrar en la gran-mini cocina.
- Es la edad- dramatice- cada día estoy mas vieja.
- Es un mal de amor déjate de estupideces- remarcó ella- puede que no digan nada pero se notan muchas cosas.
- Estas mal- dije saliendo apresuradamente.
Con un enorme café me puse en lo mío, trabajo, me coloque los auriculares y me puse a escuchar música motivadora, best day of my life, uptown funk de bruno mars, love rouns out de one republic y más de esas que me encantaban de lo lindo. Yo estaba quela cabeza la movía al ritmo de todas ellas, cuando no daba golpecitos en la mesa, hasta llegue a cantar y cada vez que alzaba un poco la voz levantaba la vista y me reía sola. Lo admito, me escape de un manicomio para psicóticos y me hago pasar por una linda y buena persona.
Cuando sonó happy de pharrell willians, no lo pude aguantar más, desconecte los auriculares y me levante para empezar a moverme- malo pero con sentimiento- por toda la oficina y estaba así como en una burbuja, me sentía como en una burbuja, porque a pesar de todas mis peleas y problemas aun era feliz y con un pequeño minimi dentro de mí, que también aunque no esté con su padre también sería feliz y bailaríamos juntos esta canción algún día. Me permití soñar despierta, como tenía tiempo que no lo hacía- solo soñaba con el cuerpito de mi jefe- y realmente me sentí feliz, loca o desquiciada tenía motivos grande para estarlo aunque cuando saliera por esa puerta se esfumara.
O antes de salir.
- ¿se te perdió algo?- pregunte girándome para quedar frente a mi jefe, que se encontraba con una hermosa sonrisa y brazos cruzados en el umbral de la puerta.
- Quería ser parte de tu felicidad- y lo eres pensé.
- Pues no, ya se acabo así que no hay más que ver- le dije con una sonrisa (no pude evitarlo)- así que shu, fuera, lejos
- No antes de que me digas si estamos bien- dijo acercándose.
- ¿bien porque?
- Con lo de MARTINA contesto.
- Te dije que me daba lo mismo.
- No es cierto.
- Si, si lo es- conteste- y como no te vayas ahora sí que me va a dar para que me importe, pero para darte golpes. No me tientes, que ganas nunca me han faltado.
- Si te hace sentir bien dejare que lo hagas- dijo acercándose peligrosamente.
- Si me das permiso no me motivas, así que sal, que algunos tenemos que ganarnos el sustento tra-ba-jan-do.
- Lo siento mucho LALI- suspiro- en serio, por todo, se que te he hecho daño y que…
- Por ahí no te vayas- lo interrumpí- ahora sal de una vez.
Abrió la boca para replicar, pero lo fulmine con la mirada- mi encanto y yo- maldijo por lo bajo, se acerco mas y por acto reflejo di un paso atrás, el se percato y sonrió –maldito sea- me agarro ambos lados de la cara y me planto un beso, uno de esos que te dejan suspendida en el aire. Cuando estuvo por terminarlo, lo agarre entonces yo y marque mi propio ritmo, dejándolo entonces a él en el aire.
- Eres una maldita- susurro- pero me gusta
- Podemos jugar el mismo juego recuerda- le dije mientras lo veía perplejo- ahora sal y no digas nada.
- Cuando quieras puedes jugar conmigo- dijo antes de salir.
No me quedo más que reírme por sus ocurrencias, que siga soñando, que soñar es gratis.
Al llegar a casa le pedí a MERY que fuera para tener nuestra importante reunión, cuando decíamos así, sabíamos que el tema a tratar sería muy, pero muy serio. NICO ya estaba en casa por lo que también se lo contaría, eso sí, que si le decía algo al hermano, juro que lo mato. Pero es que en todo este tiempo el ha sido un gran amigo y no por ser familia del inútil le quitaría ese lugar.
MERY no se tomo ni media hora en el transcurso de ir a su casa, cambiarse de ropa e ir a la mía, eficiencia en niveles superiores, yo estaba de lo más tranquila pues tenía a mi lado a dos de mis amores, a mi derecha un sándwich súper grande y a la izquierda zumo de naranja, nada podía ir mal.
- Cuando quieras hablas de tu tema importante- dijo EUGE impaciente.
- La paciencia es una virtud- canturreé.
- Solo para ti que eres que sabes de qué trata.
- Está bien ya- dije a la defensiva- los he reunido aquí para hablar sobre mis exámenes médicos- dije tomando el vaso entre mis manos.
Oh vaso dame la fuerza que necesito.
- No me digas que tienes una grave enfermedad- dijo MERY- porque mejor te la tragas tú solita.
- Que considerada eh- dramatice- eres la peor hermana de la historia de la hermandad.
- Prosigamos- dijo NICO un poco nervioso.
- si bueno- comencé- resulta que el doctor que me atendió está como quiere, es todo un ahg… no tengo palabras y es…
- Al punto- dijo NICO- no me interesa saber del doctor.
- Aguafiestas, en fin que todas las pruebas salieron bien. Demasiado bien podríamos decir.
- ¿Cuál es el problema entonces?- pregunto EUGE
- No es ningún problema- hice gestos con mi mano libre restándole importancia- es que lo que salió en los resultados es que estoy… bueno… este embarazada, si eso.
Todos se quedaron mirándome sin decir palabra, el primero fue NICO en soltar una carcajada, le seguí yo porque fue inevitable y luego las otras dos, permanecimos riéndonos un buen rato hasta que tuve que limpiarme las lágrimas, fue hermoso.
- No puedes decir que tendremos reunión, si será una broma, bien que lo sabes mana- dijo EUGE componiéndose.
- Les aseguro- dije dramáticamente- que no es ninguna broma- Dicho esto le lance los estudios médicos como los hombres le lanzan dinero a las mujeres para que se desnuden- mañana tengo que ir con una ginecóloga para ver de cuanto estoy y esas cosas que hacen las embarazadas.
- Es imposible- murmuro MERY- tienes la vacuna.
- Eso le dije al amor de mi vida, pero al parecer puede fallar.
- Espera- dijo NICO- ¿ya le dijiste a PETER?
- Claro que no- dije entornando lo ojos- y ninguno de ustedes lo hará.
- ¿Y quién es el amor de tu vida entonces?- pregunto MARY
- El doctor- dije como lo más obvio del mundo- además se ofreció para ser el padre de minimi. Y lo estoy considerando- dije en broma.
- La estamos perdiendo- murmuro EUGE.
- Hace tiempo que lo hicieron- dije levantándome- y ahora que me quite uno de los pesos de encima, mi hermosa cena, minimi y yo iremos a buscar más zumo.
Permanecimos mucho tiempo discutiendo de las posibilidades del sexo de minimi, de cómo lo llevaríamos y de lo más importante y que me asustaba sobre manera, como rayos se lo diria a PETER.
Porfavooor maraton
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