Esto. Es. La. Gloria
Maravilloso, grandioso, único en todos sus contextos… las ventajas de estar embarazada era que todos te daban lo que querías, por eso, a las seis de la mañana, llame a NICO (el tercer hombre importante de mi vida) y le pedí amablemente- si claro- que me llevara chocolates a la oficina, y aquí estaba yo, la asistente que parecía el jefe, comiendo chocolates como demente.
La vida es bella.
Eran las 9:15 minutos cuando escuche unos toques en la puerta, obviamente que no era el jefe, el – como dueño del lugar nunca tocaba- así que agache par de mis amores para que nadie ose pedirme lo que es mío.
- Entra- grite.
- Que profesional- dijo una inconfundible voz- pensé que eras un poco más educada.
- Me decepciona que siendo mi mejor amigo- solloce dramáticamente- no sepas que soy un caso perdido.
- De decepción te hablare yo después de ahorcarte un poco
- Ya quisieras perdedor- dije y una luz se prendió en mi cabeza- espera ¿Qué se supone que vuelves a hacer viniendo a qué?
- ¿tanto te molesta?
- Desearía que te mudaras que es diferente- dije abrazándolo- no sabes lo que tengo que…- no termine al escuchar cómo se abría la puerta ¿Qué dije? El nunca tocaba.
- Necesitamos hablar- dijo sin saludar.
- Voy en un minuto- le conteste.
- Es ahora- dijo entre dientes.
- Qué bueno que llegaste- dijo PABLO- se lo preguntas tú o yo.
- Desde cuando saben que preguntar los dos- aunque ya sabía de que se trataba y mis nervios empezaban a atacar.
- Desde ayer en la tarde yo- dijo PABLO y PETER asintió, interesante
- Esperen un minuto- volví a sentarme en mi sillón y tome un chocolate y empecé a comerlo, tranquilidad ante todo- ahora sí, cuando quieran.
- Imagino que ya sabes- dijo PETER- así que omitiremos las preguntas, danos la respuesta de una vez.
- Hazlo more- dijo PABLO
- Pues – esto era horrible, aunque tenía su lado positivo, escucharía todo lo que me dirían al mismo tiempo como dice el refrán matar dos pájaros de un tiro- si estoy embarazada, y antes de que digan nada los dos- dije cuando vi que iban a replicar- more precioso tenía miedo de que tu reacción no fuera buena y te molestaras y en cuanto a ti PETER ¿querías que te lo dijera como si de una invitación a una gala se tratara? Yo sé que soy media mala pero no es para querer causarte un infarto.
- ¿crees que me molestaría al recibir la noticia?- pregunto POLI- me moleste porque lo sabías desde hace días y no me lo habías dicho.
- Lo siento POLI- dije agachando la cabeza, tenia vergüenza en dudar de mi amigo.
- Hablaremos de eso en un rato, tengo que hacer algo, como sabes deje un caos tremendo y no me iré hasta resolver esto, los dejo para que hablen.
Me dio un abrazo y luego beso la coronilla de mi cabeza, amaba cuando hacia eso. Después de salir, pose mi mirada en PETER que estaba en la misma posición, su piel estaba horriblemente pálida, tanto que hasta me asuste, me levante y corrí hasta donde estaba, lo ayude a sentarse y con gran dolor me desprendí de mi chocolate a ver si reaccionaba, y lo hizo, el muy desgraciado se lo comió.
- Es la marca favorita de NICO- lo escuche decir apenas en un susurró.
- El me los trajo- le respondí alejándome una vez que lo vi mejor- lo llame muy temprano esta mañana para que me los regalara, aunque fue mas una orden.
- Escuche que salía temprano.
- ¿Qué, ahora viven juntos?- reí burlonamente.
- No, estaba buscando una razón para no ir a decirte unas cuantas cosas a tu casa a media noche, además de que quería confirmarlo primero.
- Ah por eso tan servicial el- dije- ¿Cómo te enteraste?
- GASTON
- ¿GASTON?- repetí
- El doctor que te comía con los ojos, quien más me lo iba a decir.
- Ah sí cierto- dije tocándome la cabeza- se me olvido decirle que no dijera nada aun.
- ¿Qué pensabas hacer, ocultármelo y cuando se empezara a notar te irías?
- Claro que no- respondí indignada, aunque fue una de mis opciones- estaba buscando la manera de decírtelo.
- ¿Por qué no decirlo sin más?- dijo apretando sus nudillos
- Imagina esto- dije ahora molestándome- un hombre te dice que no quiere nada contigo a parte del trabajo, después de algunas semanas te das cuenta de que estas embarazada de él y en ese momento recuerdas que no te quiere para ningún tipo de relación ¿Cómo se lo dirías?
- Lo siento- dijo después de lo que pareció una eternidad- no debí presionarte con eso, yo solo no sé cómo me siento aun.
- A ver bipolarcito- dije recuperando un poco el humor- ¿Qué sientes?
- No lo sé bien- dijo suspirando- me siento frustrado, confundido, también siento miedo.
- ¿miedo?- pregunte incrédula
- Si- dijo levantando la mirada- miedo de lo que elijas hacer.
- Eres muy inteligente, aunque aun no tengo ni idea.
- Vente a vivir conmigo- estalle en carcajadas al escucharlo, pero me detuve en seco al verle a los ojos y darme cuenta que no estaba jugando.
- ¿lo dices enserio?- no pude evitar preguntar.
- Si y mucho- suspiro- ¿lo harás?
Y me pregunté lo mismo, ¿lo haría? Mudarme con el jefe, era algo interesan te, que no me había planteado seriamente por lo absurdo que sonaba, como siempre la voz de mi cabeza no dudo en exponer su punto.
“solo lo hace para que le dejes estar con el niño. No te creas que es porque te quiere, sigue soñando mejor”
- Necesito pensarlo- mentí- ¿puedes dejarme terminar mis chocolates y trabajar?
- Espero que esta vez si me lo digas, por lo menos mas rápido- dijo levantándose.
- Si señor- conteste.
Me puse histérica, por primera vez en años de mi vida, se me quitaron las ganas del chocolate, necesitaba pensar que hacer, aunque no ganaba nada devanándome los sesos buscándole una explicación lógica, necesitaba confrontarlo para poner en orden ciertos puntos, como el hecho de sentirme patética por que el no me quiere y aun así está dispuesto a llevarme a vivir con él.
Maldito bipolar que no me deja tranquila.
PETER
Me sentía claustrofóbico, cuando Salí, sentí que volvía a respirar, lo sabía desde ayer en la tarde, la vi llorar seguramente por eso, bebí como loco en casa de NICO, dormí solo dos horas, pensando que tendría un niño, un niño con LALI, la mujer más frustrante, molesta y odiosa que había conocido en un bar una noche cualquiera y con la cual en un principio jamás llegaría a imaginarme que estaríamos en esta situación.
¡Un niño por Dios!
Mi padre se iba a volver loco, aunque de seguro hubiese preferido que nos hubiéramos casado, aunque eso pasaría tarde o temprano después de esto, tendría la mujer por la que perdía el sueño… y por eso estaba asustado.
Vi la mirada en sus ojos cuando se lo propuse, era obvio que no se lo esperaba y que no le agradaba mucho la idea, tenía que convencerla, podría que con el tiempo se enamorara de mí. Hasta donde eh llegado.
No me había movido ni un centímetro, seguía pegado a la pared como si ella me salvaría de la que tendría con LALI, porque sabía que no iba a ser nada bueno para los dos. Susan se acerco hasta mi con un gran vaso de agua, puede que como ella dijera no le contaran nada, pero se daba cuenta de las cosas, se lo agradecí y camine lentamente hasta mi oficina, escupí el agua al entrar.
- ¿Qué haces aun aquí?
- Esperándote- dijo - ¿supongo que por la cara que traes, no han resuelto nada?
- No- repuse- pero de igual forma no me gusta que estés aquí.
- Conocí a LALI a los once años cuando era menos loca que ahora- dijo levantándose- es más que una amiga para mi así que estoy aquí porque esta situación no volverá a salirse de las manos.
- ¿de qué estás hablando?- dije acercándome a mi sillón- ella dijo que me daría respuestas en un rato
- Espera- dijo ahora riéndose- dime por favor que no fuiste tan estúpido para proponerle que se casaran o algo así.
- Si – y empezó a reír como loco- ¿te molesta que quiera que vivan conmigo?
- En absoluto- dijo poniéndose serio en un segundo- mi LALI pensaría dos veces lo de casarse y más si es contigo- iba a intervenir pero me corto la palabra, cosa que me molesto- dime jefe ¿tienes algún tipo de sentimientos por ella?
- Para que tendría que decírtelo, no eres mi puto psicólogo
- Pero aun sin título- dijo claramente molestándose también- yo soy el de ella, técnicamente se todo así que, responde ¿tienes sentimientos sí o no?
- Si, vale- conteste sentándome- ¿contento?
- Me hubiese contentado en otra perspectiva- dijo acariciándose la frente- es obvio que te dirá que no, así que ve preparándote.
- Espera- dije cuando se estaba alejando- ¿ella siente algo por mi?
- No sé si eres estúpido o te haces- respondió girándose- eso lo tiene claro hasta la que está en el pasillo y de nombre susan. Ah y se me olvidaba, mi more ha sufrido mucho después de su viaje a new york, le haces un daño mas y ella y la criatura desaparecen y créeme cuando te lo digo.
- ¿me estas amenazando?- dije levantándome nuevamente
- Solo te doy un sano consejo, sabrás si quieres prestarme atención- y dicho esto salió de mi oficina, supe que no se fue cuando escuche la puerta de LALI.
Aunque no me hacia ningún tipo de gracia, el tenia razón, recordé una vez que me dijo que conmigo no se casaría ni porque de eso dependiera la paz mundial, pero ahora depende algo más importante, nuestro hijo.
Trate de llamar a MARIANO pero no me contesto, en el bar me dijeron que andaba de viaje- menuda fecha se había propuesto viajar- y que no regresaría en días. No sabía qué hacer, daba vueltas por todo el espacio de la oficina, sin encontrar ningún tipo de solución, ya se lo había dicho, estaba hecho y no podía remediarlo, pero tenía que encontrar la manera de hacer que ella aceptara, aunque de eso dependiera mi vida.
Salí porque si seguía en la empresa terminaría de arruinando lo poco que había conseguido, pase largo rato deambulando por las calles, era extraño y asustaba, tanto que creí despreciarla y ahora la amaba. Linda vida la mía
LALI
POLI volvió después de un rato y gracias al cielo no insistió en hablar de lo ocurrido no de lo que falta por ocurrir, hablamos de los pequeños detalles, de lo que me indico la doctora y de lo que no podía tomar, todo era feliz hasta que tuvo que irse.
Con todo lo ocurrido no había visto la ira, llevaba 10 minutos perdidos de almuerzo y aunque por primera vez y siendo lo más extraño que me ha ocurrido no deseaba nada de comer, pero por minimi me iba a sacrificar- si como no- llegue hasta la cafetería de la esquina, me senté en mi rincón personal, como siempre y pedí solo unos donuts escarchados con zumo de naranja- no lo decía en broma cuando decía que no tenía hambre- aun así, los disfrute como todo lo de la cafetería.
Maldije cuándo sonó la alarma de mi teléfono, para acordarme el medicamento que me había dado la doctora. Lo había dejado en la oficina, en un cajón, tendría que cargar con eso de arriba abajo.
Todo por el bien de minimi
Camine apresuradamente, entre directito sin contestarle a susan que me llamaba, ya lo aria después de esto. Saque el bendito medicamento y Salí corriendo hasta la cocina, me pare en seco en medio del pasillo al recordar lo que había dicho la nueva jefa “nada extremo” creo que correr con tacones de agujas es considerado deporte extremo, así que mejor caminar, como era obvio, susan me siguió hasta la cocina.
- Pero bueno- dijo cruzándose de brazos- ¿Qué les pasa a los de esta oficina hoy que nadie presta atención?
- Tenía que correr por esto- dije enseñando la pastilla- estúpida revisión
- Ah- dijo poco convencida- llevan llamando a PETER desde que te fuiste, al parecer es muy urgente, es sobre su viaje a nueva york.
- Es cierto- mentí, se me había olvidado completamente, algo mas en lo que pensar- la estaba esperando desde temprano.
- Te daré los números de contactos- dijo entrecerrando los ojos- y anda con más calma, morirán de un infarto.
- Que va- bromee, pero tenía cierto punto de verdad.
Estaba ahí trabajando, como fiel empleada que era, había concretado lo de new york, el martes, era la dichosa fecha y ya sentía los nervios otra vez, mismo viaje, mismo apartamento, mismas habitaciones…
¡Mismo jacuzzi!
Ya había perdido cualquier tipo de nervios, la pasaría genial, pondría a PETER en su lugar y después me dejaría de lo más tranquila disfrutando de la ciudad. Solo de pensar en que a minimi le gustaría el jacuzzi, me quitaba cualquier tipo de sentimiento rarito.
De esta sí que iba a manicomio
Reí imaginándome la escena, reí como desquiciada, tanto que le daba golpes a mi escritorio y que como siempre despertó la curiosidad del odioso de la oficina de al lado. Cortando mí magnifica risa.
- No era de nada en concreto- me apresure a mentir antes de que preguntara- ahora soy más… sensible a emociones
- Solo tenias que decir que no te preguntara.
- No, déjalo ya- era la hora y ambos lo sabíamos- tenemos que hablar
- Por fin- dijo aliviado- pensé que moriría en la espera.
- No seas dramático- repuse- eh pensado tu propuesta y creo que…
- Espera – se acerco a mi- antes que nada quería decirte que si me apresure a decírtelo, no es solo por el niño sino por nosotros.
- ¿de qué estás hablando?- me sentía confusa, este no era el PETER que yo conocía- entiendo que no quieres alejarte de niño, pero no tienes porque…
- Escucha- dijo cortándome de nuevo y colocando sus manos a cada lado de mi cara, me quede de piedra, nada bueno podría salir de aquí- claro que el niño es una de las razones, no te lo negare, pero es algo más que temo que tu no sientas por mí.
- ¿puedes explicarte de una vez?- dije furiosa- no tengo tiempo de descifrar tus códigos shelorck Holmes, te recuerdo que ahora que estoy embarazada no puedo estar con jueguitos y no sabes lo difícil que ya se me va haciendo.
- Está bien cálmate- dijo colocando ahora sus manos en mis hombros- lo siento, también es difícil para mí.
- Habla de una vez.
- LALI- dijo ahora nervioso, clavo sus profundos ojos en los míos y me volví a sentir nerviosa, sentía lo serio de la situación, también sentía que me iba a dar algo, pero tenía primero que saber lo que me diría- yo estoy enamorado de ti.
Quise reírme, golpearle o insultarle lo que sea, no sabía si se estaba burlando de mí, pero en ese preciso momento no pude reclamar nada. Porque empecé a ver todo negro y lo último que sentí fueron los brazos del jefe sosteniéndome, mientras en la lejanía escuchaba como repetía mi nombre.
Hasta q al fin se lo dijo! Maaaas
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