lunes, 24 de abril de 2017

CAPITULO 24

- Pero aun no me has dicho ¿Por qué estas en la ciudad?- le pregunte

Estábamos sentados en el café de la esquina, iba tanto a ese lugar que ya tenía mi propio rinconcito y en que a esa hora, ningún mesero se atrevía a dejar que nadie se acomodara allí. Después de que pasara la ronda de abrazos y besos, salimos de la oficina y como era la hora de comer no había ningún problema.

- Tenía una junta esta mañana- respondió- y pensé visitar a la mujer más importante de mi vida.

- Eres un tumba polvos de primera- me reí- aun así te quiero mucho mi loco

- Lo sé mi LALI, suerte que vine ya ibas a explotar

- Nos olvidamos de esas POLI por favor- dije entornando los ojos- quiero disfrutar del poco tiempo que tenemos.

Permanecimos una hora más riendo y hablando de cuanta bobería se nos ocurrió, en verdad necesitaba esto, un escape, y aunque fue solo una hora me sentí mejor que las ultimas semana, bueno las semanas después de mi viaje a new york obviamente. Nos despedimos con lágrimas en los ojos, eso de estar más sensible últimamente no me estaba gustando para nada.

Regrese de una a la oficina, aun con una sonrisa de estúpida que era demasiado grande para las cuatro paredes de mi oficina, deje mis cosas en esta y Salí en dirección a la de mi jefe a buscar algunas firmas, escuche su adelante y abrí para encontrarme con el mayor desastre de la historia de los desastre.

- ¿Qué…?- no pude terminar la obvia pregunta, me acerque hasta su escritorio, que era donde se encontraba- ¿estas bien?- no pude evitar recordar cuando estábamos en las mini vacaciones y paso lo mismo.

- ¿te parece que tengo algo?- mascullo

- Me le bajas a tu tonito, no te desquitaras lo que te hicieron conmigo

- ¿y si eres tú que tienes que ver con mi humor?

- Eso es imposible- sonreí- estaba muy ocupada almorzando con…

- Tu novio- termino el por mí.

- ¿perdón, que?

- Vi cuando se iban juntos- murmuro

- El no es mi novio, es mi mejor amigo- dije ahora molesta- y además no importa ¿o es que estas celoso?

- Já, por supuesto que no- dijo a la defensiva.

- Bueno, pues empieza a arreglar este desastre- le conteste- solo vengo por los informes para terminar temprano.

- Si jefa

- Ja-ja, payaso

Me dirigía a la salida cuando mi jefecito me halo hacia él, me prepare para evitar que me besara, pero quede sorprendida al ver que era solo un abrazo, se lo devolví no de muy buena manera y cuando se canso, levante la mirada para encontrarme con su media sonrisa y sus ojos relucientes- bipolar- le saque la lengua como la adulta responsable que era y Salí a terminar con mi trabajo.

Esa noche la pasamos mirando películas de terror, por lo que termine durmiendo con EUGE y a la mañana siguiente termine yendo muerta a la oficina, pues amanecí con la escayola de la maldita encima y me dolía todo mi hermoso cuerpito.

Refunfuñaba cada cinco segundos al recordar que hoy me tocaba la revisión médica obligatoria que ofrecía la empresa, yo ni siquiera me enfermaba y estaba eso de que no quería que me sacaran sangre, a menos que fuera un vampiro como Damon, el si podía. En fin que pase toda la mañana tan odiosa que mi querido y apreciado jefe dejo de llamarme después de la segunda vez. De alguna manera estar tan odiosa hacia que tuviera menos trabajo, así que me propuse hacerle creer a mi jefe que me sentía así entre días para que no me molestara mucho.
Me encanta mi perversidad.

Después de almorzar solo un miserable sándwich Salí en dirección al hospital, mi odiosidad se vio incrementada con el pesado trafico de las dos de la tarde, llegue al hospital después de treinta minutos en un viaje que me había tomado algunos diez o menos y camine hasta donde estaba la recepcionista.

- Buenas tardes ¿en qué puedo ayudarla?- dijo ella amablemente.

- Si bueno- comencé- mi jefecito nos obliga a hacer un examen rutinario y mi cita era para esta tarde.

- ¿Cuál es su nombre?

- LALI ESPOSITO

- Deme un momento- tecleo tan fuerte que no se me ocurre una razón para que sus acrílicas uñas no se hubiesen roto- si, señorita LALI, tiene que ir a la tercera planta y allí pregunte en la estación de enfermeras, ellas la ayudaran con sus exámenes.

- Gracias- respondí con una sonrisa.

Subí en ascensor a la vendita planta con algunas ocho personas más, por lo que seguía refunfuñando. Dizque exámenes, esa era una pérdida de mi valioso tiempo, el que podría estar usando para ver series o cualquier cosa de esas. Si como algo súper natural.

Una enfermera que parecía haber nacido cuando aún no había televisión por su aspecto, me indico que tenía que entrar en la tercera puerta de la izquierda, en esta había un doctorcito que estaba más... ¿Cómo catalogarlo? ¿Estaba bueno? ¿Apetecible? En fin era que estaba como quería el desgraciado, tenía su vestimenta de doctor que le quedaba tan maravillosamente, junto con unos lentes que resaltaban unos hermosos ojos verdes.

Si me hubiesen hablado de él antes, hubiese venido más temprano y sin rechistar.

Necesito buscarme una enfermedad para venir más seguido

- Hola- dijo levantándose- la señorita ESPOSITO ¿cierto?

- Hasta que usted quiera darme su apellido- le conteste estrechando su mano.

- Ya me había advertido de usted- dijo riéndose

- ¿perdón, que?- dije dramáticamente

- PETER- explico- hablamos esta mañana y me hablo de su forma de ser

- Vil chismoso- dije entre dientes- si soy muy yo, se puede decir.

- Bien- rio nuevamente- empecemos con los exámenes.

Solo le perdone todo al doctorcito porque es que estaba como quería y aunque mi estúpido corazón perteneciera al de otro estúpido, no se podía negar la verdad, con razón esa vieja aun trabajaba en este hospital, si hasta yo solo por verlo.

Me realizo exámenes de sangre, motrices y otras cosas mas mientras yo solo pensaba en darle pá bajo como dicen en mi país, tenía que esperar los resultados que se tardaban unos 15 minutos en llegar y lamente cuando él salió para ir a buscarlos.

- Y aquí están- dijo cuando entraba nuevamente

- Dígame que tengo que venir diario, porque mi vista necesita de ti para no dañarse- dije dramáticamente.

- Por mucho que me gustaría, no puedo- dijo haciendo un hermoso mohín- me advirtieron sobre ti recuerdas

- No le hagas caso a ese, no tengo ningún tipo de compromiso en este instante.
- Si tienes uno- dijo leyendo los resultados- y aunque me gustaría irme por encima de mi querido amigo ahí otra cosa que te ocupara demasiado tiempo.

- ¿ah sí?

- Felicidades LALI- dijo con una reluciente sonrisa en su hermosa y violable cara- estas embarazada.

Y yo me quede así como ¿Quién, pero no yo? Eso sería meramente asombrosamente imposible. Además de que… no!! Eso debe estar mal. ¿Dónde estaba la cámara?

- Eso es imposible- reí histéricamente- estoy planificada por inyección

- Es normal que falle- dijo seriamente- ¿Cuánto tiempo falta para que termine?

- Dos meses, creo- espete nerviosa- es que no puede ser

- No tienes nada más que eso, tendré que hacerte una cita con una ginecóloga, espero que a tu novio le guste la noticia.

- ¿Quién?- esperen que novio, yo solo eh tenido relaciones con PETER y fue hace algunas semanas… espera ¿PETER y yo tendremos un niño? Hasta aquí llego mi cordura- no hay ningún novio, es mas, diré que fue inseminación artificial o lo que sea.

- Podría pasar por el padre si quieres- dijo sonriendo.

- Eres el puto amor de mi vida- le espete- pero por ahora iré a mi casa y soltare el shock gritando como maniaca, pero considerare tu oferta, es mas vendré a verte pronto, juro que no puedo vivir sin ti.

Después de reír un poco más, me dio las indicaciones y una cita con una ginecóloga para el jueves en la tarde, Salí apresuradamente del hospital pensando en la idea de que tendría un niño con PETER, porque digamos, pensé que era imposible y ahora esto, aun así una parte de mi se alegra de tener a un mini yo en el mundo y otra de que el inútil de mi jefe sea el padre de la criatura.

Antes de arrancar el auto llame a la oficina y le dije a susan que no podía llegar aunque aun eran las cuatro de la tarde, que tenía que hacer algo mas en el médico, chorradas, pero no podía volver a la oficina, aun no tenía claro si se lo diría a mi jefe. Pero de igual manera no podía ir a casa, aun no tenía la capacidad de comunicar semejante noticia a nadie, por lo que decidí ir hasta mi lugar favorito en todo el mundo- el lugar de PETER- y pasar horas pensando en la gravedad del asunto y buscando una manera para poder contárselo, por lo menos a mis amigas.

Fui a casa reí, bailotee y comí mucho con mis amigas- ahora entendía el porqué de mis gustos extraños- MERY se quedo a dormir lo que fue mas tortuoso, pues se las apaño para conseguir que dejara que durmiera conmigo, lo que imposibilito que me pusiera a murmurar para encontrarle respuestas a los problemas del universo.

Al día siguiente me levante con pilas nuevas y animo renovado, la razón estaba en que la alarma de MERY era love runs out de one republic y con solo escucharla yo era feliz, de camino a la empresa pensé en contarle todo al PETER, se lo dejaría caer y luego me escabulliría y para la noche hablaría con mis amigas y después mi madre y hermanos… y a todo el bendito mundo. Aun no podía creer que esto estaba pasando, tenía otros planes para mi vida pero nunca pasa lo que planificamos.

Eran las diez de la mañana y el bendito aun no llegaba, era como un bendito plan, el día en que debía de estar temprano no aparece, adelante todo mi trabajo pendiente, chismorreé con susan, aunque no le dije nada de lo que me pasaba o debería decir nos pasaba a mi jefe y a mí. El también participo a sí que.

Llego la hora del almuerzo y aun nada que llegaba, lo que estaba empezando a resultar un tanto extraño, porque el siempre me llamaba cuando esto pasaba. De igual forma y sin ningún tipo de remordimiento por lo que le pudiera ocurrir al padre de mi criatura, fui hasta la cafetería y en honor al nuevo intruso, me pedí dos hermosos sándwiches y una malteada gigante, estaba así como en el mejor momento del día.

- Esta ahí dentro- dijo susan cuando pase por su lado

- Ahí por fin- dije y sentía como me llenaba de nervios.

- Aunque creo que no está muy disponible que digamos- dijo con cierto tonito

- Me da igual como este tengo que matarlo ahora.

Cuadre mis hombros y respire profundo mientras caminaba hasta la puerta de su oficina, con una fuerte exhalación abrí la puerta sin llamar, no había mirado la escenita cuando empecé a hablar.

- Por fin te apareces inútil- dije cerrando la puerta- tenemos que…

No pude terminar la frase cuando preste atención a la escena que tenia ante mí, el jodido de PETER estaba sentado en su sillón de lo más calmado y tranquilo, mientras una despampanante rubia de revista le besaba y acariciaba su hermoso cuello.

Y ganas de matar al padre de mi criatura no me faltaron

2 comentarios:

  1. Wowww q estúpido!
    Quiza ahora lali se lo calla tmr

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  2. Quiero maaas capitulos, por favor una maraton:/

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