Después de un intenso amanecer, en la que habíamos obtenido intensas sensaciones por algunas horas, nos quedamos despiertos hablando de todas las estupideces que se nos ocurrieron, PETER me había contado algunas de sus anécdotas de la universidad, de algunos de sus amores- de los que me reí como una foca retrasada- y de alguno de sus logros, como que fue campeón en baloncesto por tres años y también los del ámbito académico.
Me gusto esa parte de él, estaba empezando a conocer al padre de minimi, eso me alegraba, no quería estar con un desconocido y si el lograba convencerme, como estaba tratando de hacerlo, seguramente viviría con él.
Es bueno conocer a tus victimas.
A eso de las ocho y media, nos fuimos en el hermoso auto hasta la empresa para más aburridas reuniones, las que por suerte terminaron a las dos de la tarde- no creía soportarlo por más tiempo- MARIANO, volvió con sus intentos de convencerme para que cenara con él, pero siguieron las excusas por mi parte, se veía buena gente, por eso no le dije nada que le hiciera daño.
¿Qué? A veces, aunque muy a veces, tenía bondad en mi corazón
Las horas siguientes, me las pase correteando por las avenidas cercanas del apartamento del PETER, sola, pues el señor- dizque- tenia cosas que hacer y yo no pensaba desperdiciar una tarde para mi sola en new york, no señor- eso no se podía ni pensar.
Cuando regrese a casa, a las seis de la tarde- cargada de algunas bolsas de tiendas- me encontré con una de las mejores imagines que habían visto mis pobres y mortales ojos: PETER, el mismo PETER que conocía, el que era mi jefe y también padre de mi criatura, completamente mojado y desnudo paseándose por la sala como lo más normal del mundo.
No hace falta decir, que yo parecía un pez fuera del agua, con los ojos fuera de orbitas y la boca abierta respirando dificultosamente. No es como que nunca lo hubiese visto así, pero es que aun no me cansaba de mirarlo. Y él era tan apetecible.
- ¿Te gusta lo que ves?- pregunto el sonriendo descaradamente
- Si ¿algún problema?
- Ninguno señorita- se acerco y mientras me besaba, contoneaba todo su estupendo cuerpo con el mío- quieres unírteme en la bañera.
- Tal vez- dije patéticamente
- ven- dijo encaminándome hasta la habitación- no me dijiste que ibas de compras
- es porque no fui de compras- miro en dirección a las bolsas- entre a algunas tiendas, pero no andaba de compras.
- Está bien- dijo arqueando las cejas- vamos, tienes mucha ropa.
Resumiendo, tuve dos intensos orgasmos bajo la deliciosa agua de la ducha de PETER, lo que no fue ninguna novedad, dado que mi PETER no solo tenía habilidades en los negocios o siendo súper hermoso, también las tenía en la ducha, en la cama, paredes, jacuzzis y algunas que otras superficies mas.
Sexualmente hablando.
A las ocho, fuimos hasta un restaurante italiano, según PETER, el mejor de toda la ciudad y al que estaba muy ansioso de traerme- dramático- el maître, nos llevo entre las mesas, hasta una que, a simple vista no se podía ver.
Por segunda vez en el día...
La estructura del fantástico restaurante, hacia que nuestra mesa pasara desapercibida- aunque era la mejor- a todos los comensales del lugar, el ambiente era tan mágico que, aunque nunca hubiese ido a Italia, me pareció estarlo en esos momentos, la decoración proclamaba a los cuatro vientos la elegancia en su máxima proporción y las personas que cenaban, por igual.
Además del dinero, pero esa ya era otra cosa.
Nuestra mesa, ay nuestra mesa, estaba llena de pétalos de rosas rojas en un mantel de lino blanco, velas blancas en las esquinas que eran la única luz que predominaba en el oculto lugar. El romanticismo en su máximo esplendor.
El maître nos lleno las copas con un exquisito vino y luego se retiro para darnos intimidad, aun estaba media atontada, por no decir estúpida o idiota. Abría la boca para decir algo, pero luego me arrepentía y así pasaron varios intentos, hasta que el inútil, cansado de burlarse de mí, hablo primero.
- ¿te gusta?
- Si moii- dije apenas audible- me encanta la forma en la que puedo espiar personas desde aquí
- No hablaba de eso
- Si, también esto, gracias
- Me gusta eso de moii- dijo engreídamente- puedo acostumbrarme
- Fanfarrón
- Te pones igual cuando te digo que te digo que eres el amor de mi vida.
- Engreído
Básicamente, esas eran nuestras conversaciones, minutos después, llego un camarero y después de un rato, habías disfrutado del mejor pollo florentino que habría probado jamás. Había que darle el crédito al PETER, esto era de lo mejor.
PETER
- Tenemos que hablar de algo importante- al escuchar eso me tense, LALI no era el modelo de la seriedad que digamos y esas palabras de su boca asustarían hasta al más grande de los asesinos seriales
- ¿pasa algo?- el intento para no sonar ansioso no sirvió de nada, en su mirada veía como disfrutaba de la situación
- He estado pensando en estos días sobre nosotros- dijo calmadamente, la ansiedad acabaría matándome- si... lo he pensado mucho, mientras estaba en el jacuzzi también, además de ayer cuando desperté por el mini sándwich y también esa ocasión en la que...
- Puedes decirme cuál es tu decisión- la corte
- Paciencia jefecito- rodo los ojos- tienes que dejarme terminar el discurso.
- ¿te gusta esto?- dije inquieto
- La verdad es que si, me fascina, pero déjame terminar de una vez- asentí para que prosiguiera- en fin- suspiro- como iba diciendo, antes de que te pasaras de listo, creo haber tomado la decisión, pero antes de decírtela quiero que me prometas que respetaras mi decisión
- No puedo acceder a algo así- el temor me invadió, ya la escuchaba diciéndome que no podíamos estar juntos- no sin saber antes lo que te propones, no creo poder prometerte alejarme de ti, no puedo ni pensarlo amor
- Tranquilo- suspiro ruidosamente- está bien te lo diré, aguafiestas
- Entonces dime de una vez, termina con esto
- Ni que te estuviera martirizando- la fulmine con la mirada al tiempo que ella alzaba los brazos en señal de rendición- ¡está bien! Que frustrante, mi decisión es la siguiente: accedo a mudarme contigo
Me quede un momento en estado de shock, no podía creer que LALI, esa que tantos dolores de cabeza me ha dado, haya dicho que si, sin siquiera tener que tratar de convencerla, bueno no directamente claro, pero sabía que algo no terminaba de cuadrar, por lo que me recupere de la sorpresa y de una vez le pregunte- ¿pero?
- ¿pero qué?- repuso sabiendo que la había descubierto
- Sé que tienes un pero, anda suéltalo
- Pero digamos que primero será un tiempo de prueba
- ¿para que necesitas eso?
- Lo necesitas tu- sus ojos denotaban sinceridad, lo que me hizo ver que hablaba en serio- y bueno también yo pero en menores proporciones
- ¿Qué te hace pensar eso?- pregunte estupefacto, lo que decía no tenía sentido para mi
- Llevamos un tiempo trabajando juntos, conoces mi carácter y falta de tacto algunas veces, se que te irrito y frustro por no decir que te enfado más de lo que podría decir que te hago feliz- se encogió de hombros- seria una persona difícil con la que vivir- intente protestar pero me lo impido con un gesto- no me vengas con habladurías que sabes que es verdad, necesito que me prometas que si vemos que no funciona, dejaras que vuelva a mi hermoso y pequeño departamento.
- No quiero que vuelvas a decir que no me haces feliz- dije en tono cortante- lo haces de muchas maneras, se que eres difícil pero ¡yo también lo soy, joder! Mantendremos nuestra relación y prometo que estaremos bien, no siento la necesidad de prometerte eso, te quiero viviendo conmigo siempre, corrección, los quiero a los dos en mi vida como no tienes una idea.
- Me alegra saber eso- sonrió irónicamente- pero necesito que por lo menos lo pienses, por favor
- Está bien LALI- suspiro- pero si veo que llega el momento haré todo lo que esté en mi poder para evitar que te vallas
- ¿Cuándo quieres que me mude?- pregunto ahora s con una sonrisa sincera
- Cuando lleguemos mañana- imite su sonrisa.
- Ya quisieras jefecito- murmuro- lo haré cuando ponga todas mis cosas en orden
- ¿y cuando te llevara hacerlo?
- El tiempo que sea necesario
Esa noche, al llegar a casa, felices como estábamos, me sorprendí a mí mismo, poniendo música para bailar, nos reímos sin parar de las locuras que se le ocurrían a LALI bailando, era consciente de que por lo menos en ese aspecto- y en otros como el sexo- todo iría bien. Cuando la música cambio a chasing cars, empezamos a bailar abrazados, como si fuera baile de secundaria, llegado un momento no soporte mas y reclame sus labios.
LALI me devolvió el beso con la misma intensidad, sus manos subieron a mis cabellos y empezó a tironear de ellos como descubrí que a ella le encantaba, tome su disposición y, sacándome el mando a distancia, apague la música, sin despegarnos, solo lo necesario para respirar, la lleve hasta la habitación, una vez allí la ropa no hizo falta.
Había estado con incontables mujeres en toda mi vida, mujeres que hubiesen dado lo que tenían por estar conmigo en estos momentos, no era por ser fanfarrón o engreído, pues era la verdad, lo que no me dejaba de sorprender era, a pesar de todo, hacer el amor con LALI era lo mejor. Acariciar y besar todo su cuerpo era sensacional, escucharla suspirar y gemir por las sensaciones era estupendo, saber que era yo el causante de todo eso era lo mejor que me había pasado en la vida.
Aunque luego se le había agregado el hecho de que tendríamos un hijo y que viviríamos juntos.
Centrándome en las sensaciones, que estábamos sintiendo, me propuse con mis dedos hacer gritar a LALI de placer todo lo que me fuera posible, como cada vez que lo hacíamos. Cuando se arqueo para dar paso a las sensaciones al llegar al orgasmo, sonreí mientras la besaba para quedarme con sus gemidos.
El reloj marcaba las 3:08 AM y aun no podía dormir, LALI se había quedado dormida en mi torso como siempre lo hacía, me sentía pleno de una manera en la que no creí que lo estaría nunca, mi vida había dado un giro significativo en menos de un año. Primero me enamore de la chica mas difícil que había conocido en toda mi vida, después me entero de que tendríamos un hijo al tiempo que conocía sus sentimientos por mi y ahora se mudaría a casa, conmigo.
Por esa parte me sentía satisfecho, pero habían algunos factores, cosas de mi pasado que aun me sobresaltaban en las noches, cosas que aun no le había contado a ella, pero que tenia por seguro que si no lo hacía, ella terminaría sabiéndolo de igual forma, así era ella. Así la amaba.
Compartíamos el mismo miedo, aunque ella no lo llevara tan claro, sus ojos asustados solo eran un reflejo de los míos, no sabía lo que pasaría cuando estuviéramos los dos en la misma casa, aunque no por eso dejaría de intentar que funcionara, porque lo deseaba de verdad.
Suspire y abrazándola con más fuerzas intente quedarme dormido.
******
A las 11:30 AM entraba al departamento para buscar a LALI, teníamos que salir ya para el aeropuerto si no queríamos perder el vuelo de vuelta a casa. Esa mañana fui a la oficina sin ella, hoy no habría reuniones solo algunos puntos que aclarar con erodine por lo que ella no tenía la necesidad de aburrirse como sabia que lo hacía.
Me sorprendió no encontrarla en la cocina con el bendito amor de su vida como siempre decía, fui hasta la habitación y tampoco estaba, mientras caminaba devuelta a buscar el teléfono que había dejado en la chaqueta escuche su resonante risa proveniente de la terraza.
La encontré en el jacuzzi, tenía el teléfono justo al lado en altavoz y hablaba con un hombre, en un principio creí que era su amiguito PABLO, eso hasta que ella hablo. Al parecer este quería algo más que hablar por teléfono con ella o de seguro ya lo habría tenido, sentía como la irritación se apoderaba de mí mientras escuchaba como hablaban tan relajados los dos.
Cuando hubo acabado suspiro y siguió con su sonrisa en el rostro, tenía que averiguar antes de que me diera un ataque. Me apresure a acortar la distancia que nos separaba y me quede ahí hasta que ella reparo en mi.
- Pensaba que durarías más tiempo- dijo aun con su sonrisa como si esta fuera dibujada
- Tenemos que irnos al aeropuerto- conteste en tono cortante
- Bájale, bájale dos rayitas a tu volumen moii- dijo sentándose en el jacuzzi- lo que quieras que traigas no pagaras conmigo ¿Qué te pasa?
- ¿con quién hablabas?- ella arqueo las cejas momentáneamente sorprendida- te escuche hablando cuando llegue
- No me escuchaste me espiaste- contesto- hablaba con BENJA- asentí para que siguiera- es mi ex novio
- ¿Por qué hablas con él?
- Porque es mi amigo
- ¿y?
- Los amigos hablan siempre- resoplo- ¿no me digas que estas celoso?
- ¿y si lo estoy qué?- inquirí
- No deberías- dijo jugando con el agua- BENJAMI marco una parte en mi vida y aun es muy importante para mí, aunque nuestros sentimientos ya cambiaron, pensé que tenias claro que te quería
- Lo sé- suspire- solo que escuchar como hablabas con él, no se es solo que... olvídalo- en ese momento ella salió del agua, con todo no me había dado cuanta que solo llevaba la parte de debajo de un biquini puesto, tomo una toalla y se cubrió haciendo que mi cerebro volviera a funcionar correctamente.
- El es solo un amigo- dijo abrazándome- un gran amigo, que quiero con todo mi corazón nada mas, no seas dramático moii
- Como sea yo gane- dije posando mis manos en sus caderas- eres completamente mía
- Engreído
Y era cierto, ningún estúpido ex novio o cualquiera que deseara tener más que una simple amistad con ella, tendríamos un hijo, lo que prácticamente decía que estaríamos juntos sin nadie en nuestro camino, o eso me gustaba pensar.
Después de que ella me enseñara lo que me había perdido por mis celos, no me fue difícil quitarle lo que le faltaba y demostrar con hechos lo que llevaba demostrando hasta ahora.
LALI era toda para mí y en algunos meses la compartiría con nuestro hijo.
Me gusto esa parte de él, estaba empezando a conocer al padre de minimi, eso me alegraba, no quería estar con un desconocido y si el lograba convencerme, como estaba tratando de hacerlo, seguramente viviría con él.
Es bueno conocer a tus victimas.
A eso de las ocho y media, nos fuimos en el hermoso auto hasta la empresa para más aburridas reuniones, las que por suerte terminaron a las dos de la tarde- no creía soportarlo por más tiempo- MARIANO, volvió con sus intentos de convencerme para que cenara con él, pero siguieron las excusas por mi parte, se veía buena gente, por eso no le dije nada que le hiciera daño.
¿Qué? A veces, aunque muy a veces, tenía bondad en mi corazón
Las horas siguientes, me las pase correteando por las avenidas cercanas del apartamento del PETER, sola, pues el señor- dizque- tenia cosas que hacer y yo no pensaba desperdiciar una tarde para mi sola en new york, no señor- eso no se podía ni pensar.
Cuando regrese a casa, a las seis de la tarde- cargada de algunas bolsas de tiendas- me encontré con una de las mejores imagines que habían visto mis pobres y mortales ojos: PETER, el mismo PETER que conocía, el que era mi jefe y también padre de mi criatura, completamente mojado y desnudo paseándose por la sala como lo más normal del mundo.
No hace falta decir, que yo parecía un pez fuera del agua, con los ojos fuera de orbitas y la boca abierta respirando dificultosamente. No es como que nunca lo hubiese visto así, pero es que aun no me cansaba de mirarlo. Y él era tan apetecible.
- ¿Te gusta lo que ves?- pregunto el sonriendo descaradamente
- Si ¿algún problema?
- Ninguno señorita- se acerco y mientras me besaba, contoneaba todo su estupendo cuerpo con el mío- quieres unírteme en la bañera.
- Tal vez- dije patéticamente
- ven- dijo encaminándome hasta la habitación- no me dijiste que ibas de compras
- es porque no fui de compras- miro en dirección a las bolsas- entre a algunas tiendas, pero no andaba de compras.
- Está bien- dijo arqueando las cejas- vamos, tienes mucha ropa.
Resumiendo, tuve dos intensos orgasmos bajo la deliciosa agua de la ducha de PETER, lo que no fue ninguna novedad, dado que mi PETER no solo tenía habilidades en los negocios o siendo súper hermoso, también las tenía en la ducha, en la cama, paredes, jacuzzis y algunas que otras superficies mas.
Sexualmente hablando.
A las ocho, fuimos hasta un restaurante italiano, según PETER, el mejor de toda la ciudad y al que estaba muy ansioso de traerme- dramático- el maître, nos llevo entre las mesas, hasta una que, a simple vista no se podía ver.
Por segunda vez en el día...
La estructura del fantástico restaurante, hacia que nuestra mesa pasara desapercibida- aunque era la mejor- a todos los comensales del lugar, el ambiente era tan mágico que, aunque nunca hubiese ido a Italia, me pareció estarlo en esos momentos, la decoración proclamaba a los cuatro vientos la elegancia en su máxima proporción y las personas que cenaban, por igual.
Además del dinero, pero esa ya era otra cosa.
Nuestra mesa, ay nuestra mesa, estaba llena de pétalos de rosas rojas en un mantel de lino blanco, velas blancas en las esquinas que eran la única luz que predominaba en el oculto lugar. El romanticismo en su máximo esplendor.
El maître nos lleno las copas con un exquisito vino y luego se retiro para darnos intimidad, aun estaba media atontada, por no decir estúpida o idiota. Abría la boca para decir algo, pero luego me arrepentía y así pasaron varios intentos, hasta que el inútil, cansado de burlarse de mí, hablo primero.
- ¿te gusta?
- Si moii- dije apenas audible- me encanta la forma en la que puedo espiar personas desde aquí
- No hablaba de eso
- Si, también esto, gracias
- Me gusta eso de moii- dijo engreídamente- puedo acostumbrarme
- Fanfarrón
- Te pones igual cuando te digo que te digo que eres el amor de mi vida.
- Engreído
Básicamente, esas eran nuestras conversaciones, minutos después, llego un camarero y después de un rato, habías disfrutado del mejor pollo florentino que habría probado jamás. Había que darle el crédito al PETER, esto era de lo mejor.
PETER
- Tenemos que hablar de algo importante- al escuchar eso me tense, LALI no era el modelo de la seriedad que digamos y esas palabras de su boca asustarían hasta al más grande de los asesinos seriales
- ¿pasa algo?- el intento para no sonar ansioso no sirvió de nada, en su mirada veía como disfrutaba de la situación
- He estado pensando en estos días sobre nosotros- dijo calmadamente, la ansiedad acabaría matándome- si... lo he pensado mucho, mientras estaba en el jacuzzi también, además de ayer cuando desperté por el mini sándwich y también esa ocasión en la que...
- Puedes decirme cuál es tu decisión- la corte
- Paciencia jefecito- rodo los ojos- tienes que dejarme terminar el discurso.
- ¿te gusta esto?- dije inquieto
- La verdad es que si, me fascina, pero déjame terminar de una vez- asentí para que prosiguiera- en fin- suspiro- como iba diciendo, antes de que te pasaras de listo, creo haber tomado la decisión, pero antes de decírtela quiero que me prometas que respetaras mi decisión
- No puedo acceder a algo así- el temor me invadió, ya la escuchaba diciéndome que no podíamos estar juntos- no sin saber antes lo que te propones, no creo poder prometerte alejarme de ti, no puedo ni pensarlo amor
- Tranquilo- suspiro ruidosamente- está bien te lo diré, aguafiestas
- Entonces dime de una vez, termina con esto
- Ni que te estuviera martirizando- la fulmine con la mirada al tiempo que ella alzaba los brazos en señal de rendición- ¡está bien! Que frustrante, mi decisión es la siguiente: accedo a mudarme contigo
Me quede un momento en estado de shock, no podía creer que LALI, esa que tantos dolores de cabeza me ha dado, haya dicho que si, sin siquiera tener que tratar de convencerla, bueno no directamente claro, pero sabía que algo no terminaba de cuadrar, por lo que me recupere de la sorpresa y de una vez le pregunte- ¿pero?
- ¿pero qué?- repuso sabiendo que la había descubierto
- Sé que tienes un pero, anda suéltalo
- Pero digamos que primero será un tiempo de prueba
- ¿para que necesitas eso?
- Lo necesitas tu- sus ojos denotaban sinceridad, lo que me hizo ver que hablaba en serio- y bueno también yo pero en menores proporciones
- ¿Qué te hace pensar eso?- pregunte estupefacto, lo que decía no tenía sentido para mi
- Llevamos un tiempo trabajando juntos, conoces mi carácter y falta de tacto algunas veces, se que te irrito y frustro por no decir que te enfado más de lo que podría decir que te hago feliz- se encogió de hombros- seria una persona difícil con la que vivir- intente protestar pero me lo impido con un gesto- no me vengas con habladurías que sabes que es verdad, necesito que me prometas que si vemos que no funciona, dejaras que vuelva a mi hermoso y pequeño departamento.
- No quiero que vuelvas a decir que no me haces feliz- dije en tono cortante- lo haces de muchas maneras, se que eres difícil pero ¡yo también lo soy, joder! Mantendremos nuestra relación y prometo que estaremos bien, no siento la necesidad de prometerte eso, te quiero viviendo conmigo siempre, corrección, los quiero a los dos en mi vida como no tienes una idea.
- Me alegra saber eso- sonrió irónicamente- pero necesito que por lo menos lo pienses, por favor
- Está bien LALI- suspiro- pero si veo que llega el momento haré todo lo que esté en mi poder para evitar que te vallas
- ¿Cuándo quieres que me mude?- pregunto ahora s con una sonrisa sincera
- Cuando lleguemos mañana- imite su sonrisa.
- Ya quisieras jefecito- murmuro- lo haré cuando ponga todas mis cosas en orden
- ¿y cuando te llevara hacerlo?
- El tiempo que sea necesario
Esa noche, al llegar a casa, felices como estábamos, me sorprendí a mí mismo, poniendo música para bailar, nos reímos sin parar de las locuras que se le ocurrían a LALI bailando, era consciente de que por lo menos en ese aspecto- y en otros como el sexo- todo iría bien. Cuando la música cambio a chasing cars, empezamos a bailar abrazados, como si fuera baile de secundaria, llegado un momento no soporte mas y reclame sus labios.
LALI me devolvió el beso con la misma intensidad, sus manos subieron a mis cabellos y empezó a tironear de ellos como descubrí que a ella le encantaba, tome su disposición y, sacándome el mando a distancia, apague la música, sin despegarnos, solo lo necesario para respirar, la lleve hasta la habitación, una vez allí la ropa no hizo falta.
Había estado con incontables mujeres en toda mi vida, mujeres que hubiesen dado lo que tenían por estar conmigo en estos momentos, no era por ser fanfarrón o engreído, pues era la verdad, lo que no me dejaba de sorprender era, a pesar de todo, hacer el amor con LALI era lo mejor. Acariciar y besar todo su cuerpo era sensacional, escucharla suspirar y gemir por las sensaciones era estupendo, saber que era yo el causante de todo eso era lo mejor que me había pasado en la vida.
Aunque luego se le había agregado el hecho de que tendríamos un hijo y que viviríamos juntos.
Centrándome en las sensaciones, que estábamos sintiendo, me propuse con mis dedos hacer gritar a LALI de placer todo lo que me fuera posible, como cada vez que lo hacíamos. Cuando se arqueo para dar paso a las sensaciones al llegar al orgasmo, sonreí mientras la besaba para quedarme con sus gemidos.
El reloj marcaba las 3:08 AM y aun no podía dormir, LALI se había quedado dormida en mi torso como siempre lo hacía, me sentía pleno de una manera en la que no creí que lo estaría nunca, mi vida había dado un giro significativo en menos de un año. Primero me enamore de la chica mas difícil que había conocido en toda mi vida, después me entero de que tendríamos un hijo al tiempo que conocía sus sentimientos por mi y ahora se mudaría a casa, conmigo.
Por esa parte me sentía satisfecho, pero habían algunos factores, cosas de mi pasado que aun me sobresaltaban en las noches, cosas que aun no le había contado a ella, pero que tenia por seguro que si no lo hacía, ella terminaría sabiéndolo de igual forma, así era ella. Así la amaba.
Compartíamos el mismo miedo, aunque ella no lo llevara tan claro, sus ojos asustados solo eran un reflejo de los míos, no sabía lo que pasaría cuando estuviéramos los dos en la misma casa, aunque no por eso dejaría de intentar que funcionara, porque lo deseaba de verdad.
Suspire y abrazándola con más fuerzas intente quedarme dormido.
******
A las 11:30 AM entraba al departamento para buscar a LALI, teníamos que salir ya para el aeropuerto si no queríamos perder el vuelo de vuelta a casa. Esa mañana fui a la oficina sin ella, hoy no habría reuniones solo algunos puntos que aclarar con erodine por lo que ella no tenía la necesidad de aburrirse como sabia que lo hacía.
Me sorprendió no encontrarla en la cocina con el bendito amor de su vida como siempre decía, fui hasta la habitación y tampoco estaba, mientras caminaba devuelta a buscar el teléfono que había dejado en la chaqueta escuche su resonante risa proveniente de la terraza.
La encontré en el jacuzzi, tenía el teléfono justo al lado en altavoz y hablaba con un hombre, en un principio creí que era su amiguito PABLO, eso hasta que ella hablo. Al parecer este quería algo más que hablar por teléfono con ella o de seguro ya lo habría tenido, sentía como la irritación se apoderaba de mí mientras escuchaba como hablaban tan relajados los dos.
Cuando hubo acabado suspiro y siguió con su sonrisa en el rostro, tenía que averiguar antes de que me diera un ataque. Me apresure a acortar la distancia que nos separaba y me quede ahí hasta que ella reparo en mi.
- Pensaba que durarías más tiempo- dijo aun con su sonrisa como si esta fuera dibujada
- Tenemos que irnos al aeropuerto- conteste en tono cortante
- Bájale, bájale dos rayitas a tu volumen moii- dijo sentándose en el jacuzzi- lo que quieras que traigas no pagaras conmigo ¿Qué te pasa?
- ¿con quién hablabas?- ella arqueo las cejas momentáneamente sorprendida- te escuche hablando cuando llegue
- No me escuchaste me espiaste- contesto- hablaba con BENJA- asentí para que siguiera- es mi ex novio
- ¿Por qué hablas con él?
- Porque es mi amigo
- ¿y?
- Los amigos hablan siempre- resoplo- ¿no me digas que estas celoso?
- ¿y si lo estoy qué?- inquirí
- No deberías- dijo jugando con el agua- BENJAMI marco una parte en mi vida y aun es muy importante para mí, aunque nuestros sentimientos ya cambiaron, pensé que tenias claro que te quería
- Lo sé- suspire- solo que escuchar como hablabas con él, no se es solo que... olvídalo- en ese momento ella salió del agua, con todo no me había dado cuanta que solo llevaba la parte de debajo de un biquini puesto, tomo una toalla y se cubrió haciendo que mi cerebro volviera a funcionar correctamente.
- El es solo un amigo- dijo abrazándome- un gran amigo, que quiero con todo mi corazón nada mas, no seas dramático moii
- Como sea yo gane- dije posando mis manos en sus caderas- eres completamente mía
- Engreído
Y era cierto, ningún estúpido ex novio o cualquiera que deseara tener más que una simple amistad con ella, tendríamos un hijo, lo que prácticamente decía que estaríamos juntos sin nadie en nuestro camino, o eso me gustaba pensar.
Después de que ella me enseñara lo que me había perdido por mis celos, no me fue difícil quitarle lo que le faltaba y demostrar con hechos lo que llevaba demostrando hasta ahora.
LALI era toda para mí y en algunos meses la compartiría con nuestro hijo.
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