PETER matando expectativas desde tiempos inmemorables.
Como paranoica que soy, esperaba no encontrarme con mi estúpido y actualmente padre de mi hijo en el fin de semana, tenía pensado disfrutar de lo lindo de la vida en dos días sin trabajo. Pero no, no y no, el tenía otros planes, y yo, como boba enamorada que era, me adapte a ellos.
Pase la mañana limpiando junto a EUGE, la dejamos maravillosamente limpia y en verdad parece que vive gente decente en el en estos momentos, lavamos la ropa y cocinamos comida de verdad después de mucho tiempo. Todo iba genial, en la tarde estábamos viendo "orgullo y prejuicio" en la tv, los que nos tenía un poco sensibles y todo eso mientras descansábamos.
Unos golpes en la puerta nos sobresaltaron cuando la película iba a la mitad, una de las ventajas de llevar a minimi era que no tenía que levantarme a abrir la puerta, para eso tenía a mi asistente personal. Se movió para dejar pasar al bendito de mi jefe, quien, con toda la confianza que NADIE le dio, se sentó a mi lado, me agarro las manos y me dio un corto beso que me dejo sorprendida.
La maldita vende patria de EUGE, se excuso yéndose a su habitación para "llamar a sus padres", según ella, la mire mal hasta que su puerta estuvo cerrada y con seguro y luego me gire para mirar mal al individuo este.
- Hola- dijo este medio asustado por mi hermosa mirada seguramente.
- ¿Qué te trae por aquí?- le pregunte.
- Pensaba invitarte a visitar un amigo- contesto- ¿quieres venir?
- ¿ahora?
- Si ahora- dijo sonriendo.
- Dame un minuto- dije levantándome, suspire mirando la película, me gustaba más el libro pero ya me lo había leído, arrastre mis pies más que camine a mi habitación y allí resople ¿Qué rayos me ponía ahora?
Restándole importancia- como siempre, como a todo- busque y me puse de lo primero que vi unos pantalones jean ajustados y una blusa suelta transparentada negra, sandalias y un bolso cruzado. Perfecto, entre en el baño y después de diez minutos, me veía bastante bien si lo comparaba con la franela y bóxer de PABLO que llevaba puesto hasta ahora.
- Largo- dije cuando llegue hasta donde él estaba.
- Muy impaciente tu- respondió siguiéndome.
- Digamos que estoy media sensible- dije- no quieras que tome tu lindo cuello entre mis manos y te estrangule.
- Vale, me gusta lo de tomar mi hermoso cuello, pero no lo otro.
- Idiota
- Imbécil
- ¡a mí no me ofendes!- dije
- ¿y tu porque si puedes hacerlo?
- Porque yo puedo hacer muchas cosas- dije entre dientes y añadí con una ridícula sonrisa- además estoy embarazada y se me permite hacer muchas cosas.
- Como quiera señora- dijo echándose a reír.
Condujo su auto hermoso y reluciente por el centro de la ciudad, íbamos en un cómodo silencio que solo rompía para preguntarme como estaba y esas cosas, cuando aparco reconocí el lugar al instante, el bar de MARIANO, seguro había quedado con su amigo aquí, era un bonito lugar. Al entrar- tomados de las manos, oh si- busque con la mirada al dueño el lugar, después de la vez que vine con MERY algunas veces me escapaba aquí y charlaba con lucían, es una gran persona en verdad
Cuando lo localizo, este viene hacia mí y yo corro para darle un fuerte abrazo, MARIANO se siente como un padre, en lo poco que lo conozco lo he sentido más cercano que ha mi propio padre, después de unos segundos nos separamos y sonreímos.
- ¿desde cuándo se conocen?- pregunta PETER
- Algunas semanas- dice MARIANO abrazándolo, y yo me quedo como ¿de qué me perdí?
- ¿alguien se digna a explicarme algo?
- A él te venia a presentar- dijo PETER
- ¿a mí?- pregunta MARIANO y después su cara se ilumina- no me digas que esta pequeña demonia es tu asistente
- Por desgracia- digo
- No puede ser- dijo el soltando una carcajada- ya sabía que tenían similitudes sobre lo que los dos me contaban, pero hasta allí ¡que pequeño es el mundo!
- Demasiado- dijo PETER
Pasamos un largo rato charlando, gracias al cielo lucían no le dice los insultos que eh gritado por las cuatro esquinas del local en contra de mi jefazo- aunque da igual, se lo digo a el de todos modos- y eso me altera. Resurta ser que la intrusa en sus vidas soy yo, pues PETER conoce a MARIANO desde hace mucho tiempo, porque es un gran amigo de su padre, así que estoy en desventaja.
A las seis de la tarde PETER se levanta y yo lo imito, le doy un último abrazo a MARIANO y el, me hace prometerle que esto no cambiara en nada nuestra relación, lo tranquilizo diciéndole que nunca haría algo así y le prometo venir pronto, a lo que PETER se apunta. Entrometido o com dirían en mi país, metió.
Como siempre yo tenía pensado una cosa y PETER otra, me di cuenta al ver que no me estaba llevando a mi casa, pero tampoco por lo que recordaba del viaje anterior a la de él. Después de unos minutos, reconocí el camino a nuestro lugar favorito en el mundo- creo que es lo único en lo que coincidimos- y me alegre sobre manera, venir hasta aquí sacaba lo mejor de mí, a veces.
Aparcamos cerca del descampado y nos sentamos en la fría hierba mientras veíamos hasta donde se ocultaba el sol, hermoso. Recordé el sueño y no pude evitar sonreír como estúpida enamorada, PETER se coloco de la misma manera que en el sueño y con una mano, empezó a acariciar mi estomago, la única diferencia es que aun minimi no se daba a notar al mundo, pero por lo demás, todo era perfecto.
Nos besamos, acariciamos, peleamos, bromeamos y reímos durante largo tiempo, la luz de la luna era lo único que nos alumbraba y desde ese punto de la ciudad se veían de maravilla las estrellas. Un ruido de un vehículo hizo que saliéramos de nuestra burbuja, quien manejaba, parqueo junto al de PETER. Este al parecer reconoció el vehículo porque se levanto y me ayudo a mí a hacerlo. Caminamos tomados de las manos- por tercera vez en el día- hasta donde un señor que reconocí como el padre de PETER. nos esperaba.
Este sonrió al vernos, aunque vi antes en su mirada como se sorprendía de vernos aquí, juntitos y de la mano, PETER al llegar, soltó mi mano y se acerco hasta su padre a darle un abrazo y después me saludo educadamente.
- ¿Qué haces aquí padre?- pregunto PETER después de unos minutos
- Este no es solo tu lugar de pensar- contesto- vengo aquí algunas noches. Es el mejor lugar de la ciudad.
- Eso es cierto- concuerdo con el señor LANZANI
- Padre- dijo PETER de pronto nervioso- pensaba ir a casa para comentarte algo importante, pero ya que estas aquí, quiero que lo sepas de una vez.
- ¿pasa algo hijo, porque te pones nervioso?- pregunto el señor LANZANI
- Nada malo padre- respondió- esta señorita aquí y yo estamos esperando un hijo- le soltó sin ningún tipo de preámbulos.
- ¿Cómo?- pregunto él con una sonrisa- se cómo pero pensé- dijo mirándome- que no lo soportabas- esta vez miro a PETER y que tu no querías ningún tipo de compromisos.
- No me lo recuerde- dije entre dientes
- Lo sé papa, hace un tiempo que me había enamorado de ella, pero es que es tan odiosa- le di un codazo- ¿vez a lo que me refiero? No quería arruinar nuestra relación laboral, pero aquí estamos.
- Sabía que algo te pasaba- dijo su padre- ¡felicidades! o felicidades a mi será ¡tendré mi primer nieto!, debo decir que esperaba que NICO y EUGE lo hicieran primero pero, me alegra de que seas tú la que gobierne a mi hijo.
- Entonces no me reclame cuando se lo ahorque- le dije sonriente.
- Espero que no lleguen a esos extremos- contesto el- debemos reunir la familia, es mas- dijo iluminándosele la cara- mañana cenaremos todos en casa.
- No creo que sea buena idea- murmuro PETER
- ¡claro que lo será! Es más, iré ahora para llamar a todos y no tengan excusas, mañana hablaremos
Antes de que alguno de nosotros pudiera decir nada mas, se monto en su coche y tan rápido como llego se fue, para ser un hombre que de lejos se ve que mide las cosas antes de hacerlas, anda muy rápido por la vida.
Nosotros, al igual que él nos montamos en el carro de PETER y salimos del lugar, un silencio se cierne sobre nosotros y a mi empiezan a llegarme las preguntas que esperaba hace mucho tiempo. Es obvio que la cacatúa y su hija la resbalosa estarán ahí ¿Cómo demonios se lo tomaran? O mejor aun ¿a cual tendré que decirle tres cosas primero?
Es mala idea, es una gran mala idea, la peor idea que ha podido tener el padre de PETER, peor que haberse casado con esa arpía. No dudo en hacérselo ver a PETER cuando veo que llegamos a su casa.
Espera un segundo
¿Qué hacemos en su casa?
Me giro como la tipa del exorcista y veo como se está desabrochando el cinturón, al ver que lo miro, abandona su tarea para mirarme bien a los ojos. El sabe que le viene una.
- ¿Qué ocurre?- pregunta precavidamente
- ¿Qué hacemos en tu casa?- pregunto sin rodeos.
- Cenaremos- dijo como lo más obvio- te lo dije de camino.
- No te escuche listillo- respondí- es una mala idea lo de ir a casa de tu padre
- ¿crees que no lo es?
- Me importa si lo sabes- le conteste lentamente- ¡quiero que hagas algo!
- Conociendo a mi padre ya habrá llamado a todos los familiares en un rango de 5 mil kilómetros LALI, no hay nada que podamos hacer.
Resoplo y dejo caer la cabeza en el asiento ¡menudo lio! PETER sale del auto y me abre la puerta para que también lo haga, suspiro, no será el fin del mundo pero si la tercera guerra mundial y como en todas mis guerras me gusta ganar, que se preparen que mañana voy yo.
Al entrar a su grandiosa y maravillosa casa, el me lleva hasta un gran comedor donde ya está servida la cena, las ganas de comer intensificadas por el hecho de estar embarazada atacan y antes de que PETER diga una sola palabra, ya estoy sirviéndome de lo que se ve una deliciosa cena.
- Sabes que tienes todo el tiempo que quieras para cenar ¿verdad?- dijo burlándose
- Cállate- sisee
- Yo solo decía
Se sentó frente a mí y me observo riendo mientras veía como literalmente devoraba lo que me había servido en el plato, después de unos minutos empezó a comer pero con menos gracia que yo, obviamente.
Salimos a una terraza, una vez habíamos terminado y lo más extraño era que yo estaba de lo mas calladita y tranquilita- no quería arruinar tan lindo momento- en fin, que el lugar era asombroso, tenia luces dispuestas en lugares estratégicos que hacían que esa noche llena de estrellas se viera su real y magnifico. Mi jefazo volvió a tomar mis manos y suspiramos al mismo tiempo. Disfrutábamos del momento.
Sin mediar palabras nos besamos, calmadamente, entregándonos al amor que profesaba y que el también decía sentir, no era que no le creyera, se le notaba por el brillo de sus ojos, pero el realismo que llena mi vida me hace tener dudas sobre todo lo que me rodea, esta no era la excepción.
Cuando el beso se volvió más fuerte y apasionado, sentí unas inquietantes ganas de ir a todas con él, de una vez por todas y para siempre- para mi sorpresa- al parecer el compartía los mismos pensamientos, porque, alejándose lo suficiente para hablar me dijo.
- ¿estás segura?
- No hagas que me arrepienta- le conteste.
Volvió a besarme pero ahora por menos tiempo, agarro mis manos y caminamos hasta su habitación, sin articular palabras caminamos hacia la gran cama y comenzamos a besarnos de nuevo, lentamente nos fuimos desnudando el uno al otro hasta que solo quedamos en ropa interior.
PETER me recostó delicadamente en la cama y siguió con los besos, esta vez, por el cuello, mientras yo jadeaba por las sensaciones que recorrían mi cuerpo. Señoras y señores, después de unas semanas, volvía a estar en el paraíso. Y todo mi ser lo celebraba.
Me sentía en las nubes y no solo porque sus besos en mis senos lo provocaran, si no que esta vez, cada caricia, cada beso se sentía diferente al resto de veces en que lo habíamos hecho. Comprendí después de un momento y en el corto lapso de tiempo en el que duro el funcionamiento de mi cerebro una cosa; no íbamos a tener sexo, haríamos el amor.
Y de este lado del paraíso, los arboles eran más verdes.
Me beso todo el cuerpo como si me adoraba, paso sus manos por mí como si fuera lo más preciado que tenia, me embistió de tal forma y cuidado que me fue imposible no jadear como loca, al escuchar hermosas palabras que susurraba en mi oído me sentí morir, porque esta sí que era lo número uno en mi lista de las mejores cosas que he hecho en mi vida.
Y en la de los placeres de la vida
Y si escribía un libro, de seguro que también pondría esto en el.
Cuando alcanzamos el clímax juntos, no pude evitar gritar su nombre con la respiración entrecortada, nos quedamos mirándonos un momento a los ojos mientras nuestras respiraciones volvían a su estado normal, sus ojos declaraban el amor que por mi sentía y sabia que los míos reflejaban lo mismo. Acaricio mi rostro y quito algunos cabellos sueltos que se habían pegado por el sudor, aun sin dejar de mirarme a los ojos y sin salir de mí. Sonrió y le devolví la sonrisa cuando ya habían pasado algunos minutos y si ya estaba loca de felicidad por lo que había pasado, mi alegría fue considerablemente mayor cuando, sin dejar de mirar a mis ojos dijo.
- Te quiero mi LALI.
Antes de que quisiera darme cuenta, sonreí como psicópata y le conteste de la misma manera, diciendo lo que pensé que nunca diría.
- También te quiero mi PETER.
Ohhh que lindos <3
ResponderEliminarQue lindo 2 cap y mas maratón de 5 para el sabado:)