A
las siete de la mañana, cuando todavía estoy en la cama, suena mi móvil. Miro
la pantalla y no reconozco el número. Lo cojo y escucho:
—¿Qué
has hecho?
—¿Cómo?
—pregunto adormilada, sin entender nada.
—¿Por
qué te has despedido, LALI?
¡PETER!
Gerardo
ya le ha debido de informar de lo que he hecho y, airado, grita:
—¡Por
el amor de Dios, pequeña, necesitas el trabajo! ¿Qué pretendes hacer? ¿En qué
pretendes trabajar? ¿Quieres ser camarera otra vez?
Alucinada
por esas preguntas y, en especial, porque me llame «pequeña», siseo:
—No
soy tu pequeña y no vuelvas a llamarme en tu vida.
—LALI...
—Olvída
que existo.
Corto
la llamada.
PETER
vuelve a insistir. Corto la llamada.
Al
final apago el móvil y, antes de que llame al número de mi casa, desenchufo el
teléfono. Enfadada me doy la vuelta y continúo durmiendo. Quiero dormir y
olvidarme del mundo.
Pero
no puedo dormir y me levanto. Me visto y salgo. No quiero estar en casa. Llamo
a Nacho y me voy con él a su taller. Durante horas, observo los tatuajes que
hace mientras hablamos. A la hora de cerrar, llamamos a los amigos y nos vamos
de jarana. Necesito celebrar que no trabajo para Müller.
Cuando
llego a casa son las tres de la madrugada. Voy directamente a la cama. Tengo un
pedo colosal.
Sobre
las diez de la mañana llaman a mi puerta. Con gesto pesaroso me levanto para
abrir. Me quedo de piedra cuando veo que es un mensajero con un precioso ramo
de rosas rojas de tallo largo. Intento que se las lleve. Sé de quién son, pero
el mensajero se resiste. Al final me las quedo y van derechas a la basura. Pero
la cotilla que hay en mí busca la tarjetita y el corazón se me acelera cuando
leo:
Como
te dije hace tiempo, te llevo en mi mente desesperadamente.
Te
quiero, pequeña.
PETER
LANZANI
Boquiabierta,
releo de nuevo la nota.
Cierro
los ojos. No, no, no. Otra vez, ¡no!
A
partir de ese momento no puedo encender el móvil sin recibir una llamada de
PETER. Agobiada decido desaparecer. Lo conozco y en horas lo tengo en la puerta
de mi casa. Por Internet alquilo una casita rural. Cojo mi Leoncito, y
esta vez me voy para Asturias, concretamente a Llanes.
Llamo
a mi padre y no le digo dónde estoy. No me fío de que no se lo cuente a PETER.
Se llevan demasiado bien. Le aseguro que estoy bien, y mi padre asiente. Sólo
me exige que lo llame todos los días para saber que estoy en condiciones y que
lo avise cuando llegue a Madrid. Según él, tenemos que hablar muy seriamente.
Accedo.
Durante
una semana paseo por esa bonita localidad, duermo y pienso. Tengo que decidir
qué voy a hacer conmigo después de PETER. Pero soy incapaz de pensar con claridad.
PETER está tan metido en mi mente, en mi corazón y en mi vida que apenas puedo
razonar.
PETER
insiste.
Me
llena el buzón de mensajes y, cuando ve que no le hago caso, comienza a
mandarme e-mails que leo por las noches en la habitación de la preciosa
casa que he alquilado.
De:
PETER LANZANI
Fecha:
25 de mayo de
2013 09.17
Para:
LALI ESPOSITO
Asunto:
Perdóname
Estoy
preocupado, cariño.
Lo
hice mal. Te acusé de ocultarme cosas cuando yo sabía lo de tu hermana y no te
lo dije. Soy un idiota. Me estoy volviendo loco. Por favor, llámame.
Te
quiero.
PETER
De:
PETER LANZANI
Fecha:
25 de mayo de
2013 22.32
Para:
LALI ESPOSITO
Asunto:
LALI..., por
favor
Sólo
dime que estás bien. Por favor..., pequeña
Te
quiero.
PETER
Leer
sus e-mails me emociona. Sé que me quiere. Lo sé. Pero lo nuestro no
puede ser. Somos fuego y hielo. ¿Por qué volver a intentarlo otra vez?
De:
PETER LANZANI
Fecha:
26 de mayo de
2013 07.02
Para:
LALI ESPOSITO
Asunto:
Mensaje recibido
Sé
que estás muy enfadada conmigo. Me lo merezco. He sido un idiota (además de un
gilipollas). Me he portado fatal y me siento mal. Contaba los días para verte
en la convención de Múnich y, cuando te tuve delante, en vez de decirte lo
mucho que te quiero me porté como un animal furioso. Lo siento cariño. Lo siento,
lo siento, lo siento.
Te
quiero.
PETER
Saber
que deseaba verme en la convención me alegra. Ahora entiendo por qué se
comportó de esa manera. Utilizó su frialdad como mecanismo de defensa y le jugó
una mala pasada. Intentó encelarme y lo consiguió. No midió los resultados, y
ahora estoy muy enfada con él.
De:
PETER LANZANI
Fecha:
27 de mayo de
2013 02.45
Para:
LALI ESPOSITO
Asunto:
Te extraño
Escucho
nuestras canciones.
Pienso
en ti.
¿Me
perdonarás alguna vez?
Te
quiero.
PETER
Nuestras
canciones también las escucho yo con el corazón encogido. Hoy mientras comía en
una terracita en Llanes ha sonado You are the sunshine of my life de
Stevie Wonder, y he recordado cuando me ordenó salir del coche para bailar con
él en medio de una calle en Múnich. Eso lo humaniza. Detalles como ése me hacen
saber lo mucho que PETER ha cambiado por mí. Le quiero, pero tengo miedo. Tengo
miedo a no parar de sufrir.
De:
PETER LANZANI
Fecha:
27 de mayo de
2013 20.55
Para:
LALI ESPOSITO
Asunto:
Eres increíble
Flyn
acaba de contarme lo de la coca-cola y tu caída en la nieve. ¿Por qué no me lo
dijiste?
Si
antes te quería, ahora te quiero más.
PETER
Saber
que Flyn se ha sincerado con su tío me emociona. Eso me hace saber que comienza
a sentirse más seguro de sí mismo. Me gusta saberlo. ¡Olé mi niño!
A
PETER... lo quiero todavía más. ¿Por qué me pasa esto?
¿Acaso
el efecto LANZANI me ha abducido de tal manera que no lo puedo olvidar?
Definitivamente sí.
De:
PETER LANZANI
Fecha:
28 de mayo de
2013 09.35
Para:
LALI ESPOSITO
Asunto:
Hola, cariño
Estoy
en la oficina y no me concentro.
No
puedo parar de pensar en ti. Quiero que sepas que no he jugado en todo este
tiempo. Te mentí, pequeña. Como te dije, mi ÚNICA fantasía eres tú.
Te
quiero ahora y siempre.
PETER
Ahora
y siempre. Qué bonitas palabras cuando me las decía mirándome a los ojos. Mi
fantasía eres tú, cabezón. ¿Qué tengo que hacer para olvidarte y que te olvides
de mí?
De:
PETER LANZANI
Fecha:
28 de mayo de
2013 16.19
Para:
LALI ESPOSITO
Asunto:
Te lo ordeno
¡Maldita
sea, LALI!, te exijo que me digas dónde estás.
Coge
el maldito teléfono y llámame ahora mismo, o escríbeme un e-mail.
¡Hazlo!
PETER
¡Vaya,
regresó Iceman! Su enfado me hace reír. ¡Anda y que le den!
De:
PETER LANZANI
Fecha:
29 de mayo de
2013 23.11
Para:
LALI ESPOSITO
Asunto:
Buenas noches,
pequeña
Perdona
mi último e-mail. La desesperación por tu ausencia me puede.
Hoy
ha sido un gran día para Flyn. Laura le ha invitado a su cumpleaños y desea
contártelo.
¿Tampoco
lo vas a llamar a él?
Te
echo de menos y te quiero.
PETER
Mi
desesperación también me puede. ¡Oh, Dios!, ¿qué voy a hacer sin ti?
Lloro
de alegría al saber que Flyn está feliz por esa invitación. Mi pequeño gruñón
comienza a vivir. Yo también te quiero, PETER, y te echo de menos.
De:
PETER LANZANI
Fecha:
30 de mayo de
2013 15.30
Para:
LALI ESPOSITO
Asunto:
No sé qué hacer
¿Qué
tengo que hacer para que respondas a mis mensajes?
Sé
que los recibes. Lo sé, cariño.
Sé
por tu padre que estás bien. ¿Por qué no me llamas a mí?
Mi
paciencia se está resquebrajando día a día. Ya me conoces. Soy un alemán
cabezón. Pero por ti estoy dispuesto a hacer lo que sea.
Te
quiero, pequeña.
PETER
(el gilipollas)
Cuando
cierro el ordenador, resoplo. Ya imaginaba que mi padre lo tendría al día.
Las
tornas han cambiado. Ahora es él quien escribe y yo quien no contesta. Ahora
entiendo lo que él sintió en su momento. Trato de olvidarlo como él trató de
olvidarme, y soy consciente de que no me deja hacerlo, como yo no lo dejé a él.
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